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Se ha quedado esperando a Bokuto después de clases, está sentada en una esquina del gimnasio resolviendo un par de ejercicios de física, aprovechando que Akaashi le prestó los apuntes que ella no tomó de la clase recibida. Y eso es debido a que le aburre todo lo referente a fórmulas tan complejas a simple vista, porque haciéndolo con atención no lo es tanto, pero de todas formas sigue siendo aburrido.

Y para nadie del equipo pasan desapercibidos los bostezos, porque cada cierto tiempo la vuelven a ver. Es tan difícil no prestarle atención cuando no está revoloteando alrededor de ellos con la cámara, seguro es que así es menos probable que un balón la golpee. Hacen esfuerzos porque ninguno se vaya hacia esa esquina, pero ya ha habido dos veces que le han sacado algún grito del susto.

Para cuando la práctica termina, ella ha resuelto casi todos los ejercicios, excepto aquellos que de verdad no los entiende. Todos se van despidiendo de ella, conforme salen de regreso a casa. Se ha vuelto cercana al equipo actual y, quizás, siga siendo así el siguiente año.

De los últimos en salir es Akaashi, quien se cambió al uniforme escolar. Se acerca a ella para tomar sus cosas.

—¿Terminaste?—Le pregunta al tiempo que ella le devuelve su cuaderno.

—No, hay dos que no entiendo—murmura lo último, le da un poco de vergüenza admitirlo porque podría ser que esos dos sean sencillos de entender y, por estúpido que parezca, no quiere quedar mal frente a él. Lo cual, llegados a este punto, es ridículo ese pensamiento porque la ha visto dormirse en clases (y babear), sacar ceros en algunos exámenes, le ha tirado bebidas encima (comida y objetos varios también), la ha visto caerse, recién levantada y hasta llorar.

—Comprendo. ¿Te parece bien que mañana en el descanso los revisemos? Hasta la última hora recibiremos la clase—ofrece dedicándole una pequeña sonrisa. Ahora que ella es más consciente y ha admitido que le gusta, ese tipo de expresiones son más bellas que antes.

Se queda en silencio un momento, reacciona casi al minuto de la pregunta.

—Te lo agradecería mucho.

Akaashi asiente y guarda su cuaderno, lo había mantenido en su mano durante ese corto tiempo.

—Por....—La voz de Bokuto interrumpe la oración que el chico estaba por iniciar.

—¡Saori, vamos!—Llega corriendo alegre, listo para irse. También se cambió al uniforme escolar, después de todo irán a comer y es mejor no utilizar ropa sudada.

Ella se levanta y ambos se despiden de Akaashi, quien decide que mañana iniciará esa conversación que quería entablar.



Mientras que esos dos amigos van hablando de dónde deberían comer, considerando la cantidad de dinero que andan en el bolsillo. Por lo que deciden adentrarse en el centro de Tokio para buscar un restaurante que ya antes habían visitado, no es tan caro como la mayoría, pero de todas formas los dejará solo con el pasaje de regreso a casa.

En todo el trayecto no tocan para nada el tema que los ha reunido, solo se cuentan cosas triviales de lo sucedido en el día. Las tareas que les han dejado y la emoción porque lleguen las eliminatorias para los representantes de la prefectura.

Ya estando en el restaurante, esperando la comida es que tocan el tema al fin. Siendo iniciado por él.

—Entonces, ¿te gusta Akaashi?—La forma en que se ha puesto parece ser de una amiga con demasiado interés en su vida amorosa solo por el gusto del cotilleo, peor sabe que es Bokuto y que solo se preocupa por ella.

—Sí.

—¡Ah! Todavía no sé cómo debería reaccionar, ¿alegrarme o protegerte?—Saori sonríe ante el dilema de su mejor amigo, la expresiones que hace son diversas y es imposible no encontrarlo un poco divertido—. Pero Akaashi es un buen chico, aunque ¿le gustas?

Se encoje de hombros, no tiene idea. No puede ir y preguntarle eso, sería muy extraño e incómodo.

—No te preocupes, ¡le preguntaré yo!—Ella niega ante eso. No quiere saber ninguna de las dos, no se siente lista para afrontar algo como eso. Porque primero, acaba de caer en cuenta que le gusta y segundo, y la más importante, acaba de terminar una relación con Kuroo. No puede simplemente desechar eso que duró casi dos años—, ¿no quieres saber?

—Es muy pronto; además, el que me guste es solo eso. Y, aunque yo le gustase, no podemos iniciar una relación ni nada similar.

Bokuto asiente dándole la razón. Y es que, es cierto, no hace más de una semana que terminó con Kuroo. Puede que no parezca que le afecte, pero él sabe que todavía es complicado para ella hacerse con esa idea, aunque comprenda todo a la perfección.

—¿Entonces todo seguirá igual?—Saori asiente dedicándole una sonrisa—. Ya, ¿y cómo descubriste que te gusta?

—Tooru~ tuvo que ver, en cierta medida, pero me fui dando cuenta por mí misma poco a poco. Me gusta la compañía de Akaashi-san, más que la de cualquiera...—Ve la expresión del chico al decir que le gusta más que la de cualquiera—, me refiero a que, se siente diferente a cuando estoy contigo o con Iwa~... A veces no me gustaría despedirme de él, creo que eso fue lo primero que noté y después fui cayendo en cuenta de que, le tomo muchas fotos—Eso último lo dijo una sonrisa nerviosa, recordando las veces que Oikawa le comentó sobre esas nada escasas fotografías que guarda en las memorias y que ni siquiera tiene la decencia de borrar o cambiar de lugar.

—¡Ohh! ¡Has de tener un álbum solo de él!—Ríe un poco ante eso último, consiguiendo que ella se cubra el rostro por la vergüenza. Admitir en voz alta que le toma muchas fotos a Akaashi sin su permiso es penoso, aunque Kotaro sea su mejor amigo.

En ese momento llega la comida, ninguno se dio cuenta de que en esas pocas palabras se llevaron tanto tiempo, pero tuvo que ver con que en algunas partes le costaba seguir.

—¡Itadakimasu!—exclaman al mismo tiempo listos para comer, juntando las palmas con los palillos en mano.

Comienzan su cena, bastante sencilla, pero suficiente para llenarlos por esa noche. Y mientras comen, vuelven a su tema de interés.

—¿Te sentías así con Kuroo, al inicio?

—Sí y no—Bokuto inclina la cabeza al no entender, tiene arroces en la parte inferior de la boca consiguiendo que ella sonría y se decida a limpiarlo—. Fue diferente, cuando comencé a salir con él no estaba enamorada y comenzaba a gustarme. Le tengo mucho cariño, pero en ese tiempo no era de la forma en que es ahora...

—¡Todo irá bien, Saori!—Le sonríe alegre sabiendo que ella seguirá con su vida, salga o no con Akaashi en el futuro. 

No necesita a nadie a su lado para ser feliz, bueno a nadie que no sea él. Después de todo ellos prometieron siempre hacer lo mejor para el otro. 



¡Y aquí está! Al fin lo traje, creí que no podría, pero aquí está. En el siguiente, ya de verdad, conoceremos a su padre. 

¿Qué les pareció? ¿Alguna opinión? ¿Qué creen que ocurra a continuación? ¿Qué creen que sea eso de lo que quiere hablar Akaashi con Saori? 

¡Gracias por leer!♥

Love and Letters [Akaashi Keiji]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora