Capítulo 8|Final

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Actualidad

Cuando Akashi salió de Rakuzan, pensó inmediatamente en Mizuki. A pesar de que antes ella estaba enamorada de él, al pasar los años tuvo nuevos amores. 

Eso Akashi lo odió. Siempre miraba mal y con odio al pretendiente de Mizuki, incluso, le mandaba unas indirectas amenazas cada vez que le hablaba a la peliceleste.

Llegó a su casa y se arregló, Aomine y Kise los habían invitado a una fiesta que había, a pesar de que Mizuki no le gustara mucho, había aceptado únicamente para acompañar a su hermano.

Pensó en como se vestiría Mizuki, y en lo hermosa que se vería. Un suspiro salió de sus labios al pensar en como Mizuki lo podría mirar; como antes; con cariño y admiración.

Mizuki nunca lo fue apoyar de nuevo, apoyaba a Reo -con quien se llevaba muy, pero muy bien-, pero menos a él. Y eso, por alguna razón, le dolía, pero como era el Emperador no podía mostrar debilidad ante los otros.

Cuando llegó donde se celebraba la fiesta, entró y buscó a sus amigos, cuando los pudo ubicar se acercó y los saludó. Mizuki se había dejado crecer un poco su cabello, aunque no le llegaba más allá de los hombros. También, tal como su hermano, le gustaba el basket a pesar de que no jugaba mucho.

—¡Mizukicchi~, vamos a bailar~! —chilló Kise jalando a Mizuki de su brazo delicadamente.

Ella lo miró extrañada, y un poco sonrojada. Pero nunca le dedicó ese sonrojo a Akashi.

—P-pero y-yo no sé bailar... —intentó decir.

— ¡No importa~, yo te enseño~! —la sonrisa del rubio se volvió más grande, hasta que jaló a Mizuki a la pista a pesar de las palabras de ella.

Akashi no los perdió de vista en ningún momento, observaba como Mizuki se disculpaba con Kise cada vez que lo pisaba y como él le decía qué hacer. Frunció un poco el ceño, realmente odiaba ver a otros tocando a Mizuki.

Todos los demás se fueron a bailar, excepto Kuroko -quien fue al baño-, Murasakibara -quien fue a ver que dulces habían de comer- y Midorima -que no le gustaba bailar-. Pero él no se movió de su puesto, hasta rechazó a las hermosas chicas que lo invitaban a bailar.

Observando detenidamente a Mizuki, que se acercó a la barra sin que su hermano o alguien se diera cuenta y pidió algo de beber. Se quedó observándola por mucho tiempo, hasta que cuando se dio cuenta Mizuki llegaba cinco vasos ya tomados y balbuceaba cosas.

Se levantó y acercó a ella, se sentó a su lado, aunque ella no se dio cuenta de su presencia por que estaba más entretenida riendo de-quién-sabe-qué.

—Mizuki, ya es suficiente —le dijo cuando vio que quería otro vaso.

Ella lo ignoró y pidió más, hasta que casi se cae de la silla sino fuese por Akashi, que suspiró y miró las escaleras para cargar a Mizuki estilo princesa hasta una de las muchas habitaciones que había en esa casa.

Sintió como Mizuki lo observaba cada vez que avanzaba, pero esta vez de mirarlo fríamente como los anteriores años; en sus ojos había cariño y admiración como antes. Akashi quiso aprovechar eso, ¿por qué no probar un poco...de lo prohibido?

Dejó a Mizuki en la cama y cerró la puerta con llave para que nadie molestara.

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Cuando Akashi despertó, en su lado no había nadie. Sonrió contra las almohadas cuando recordó la noche anterior.

Había marcado a Mizuki como suya.

Además de recordar eso, recordó como Mizuki le había gemido un 'Te amo, Akashi-san', con sus mejillas rojizas, el cabello desparramado por la almohada y sus ojos vidriosos, pero Akashi no le dijo ningún te amo, en vez de eso, le había respondido un 'yo también me amo' lleno de arrogancia.

Durante el día espero ver a Mizuki, pero no lo hizo. Sintió un muy mal presentimiento al no ver un rastro de ella, un poco desesperado y con el corazón a punto de salir de su pecho, llamo a Kuroko

-Mizuki se ha ido.

Sintió como se ponía pálido, y por un segundo, su corazón había dejado de latir..., ¿cómo que Mizuki se había ido? ¿por su culpa?

Y todo por su arrogancia.

Arrogant.»Akashi SeijuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora