Capítulo 3: Yesung

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No habían pasado ni quince minutos desde que Donghae y Eunhyuk se habían marchado cuando sentí mi móvil vibrar en la bolsa de mi pantalón. Lentamente deje escapar de entre mis labios la boca de aquella sexy chica rubia. Era bastante linda, debo admitirlo, aunque era una lástima que no recordara su nombre. Sin poder apartar mis ojos de aquellos gruesos labios que me invitaban a besarlos nuevamente, vi cómo se curvaban para formar una pícara sonrisa, saque mi teléfono. Le divertía ver el efecto que provocaba en mí. No, no seré fácil con ella. Me acomode en el sillón de forma que sólo pudiera ver mi perfil, demostrándole que no me tenía tan preso como ella pensaba. Tome el móvil en mis manos y desbloquee la pantalla. Me lleve una sorpresa al ver que tenía 10 llamadas perdidas y un mensaje.

Abrí aquel mensaje y note que era de mi hermano menor.

De: Dongsaeng

"Hyung, por favor llámame en cuanto puedas."

¿En qué momento había llamado tantas veces? Pensé. Parece que la rubia me había distraído más de lo que creí. Sin pensarlo dos veces marque su número. La rubia se acercó para darme un suave beso en la mejilla. Su aroma era delicioso. Estaba a punto de tomarla del mentón para darle un beso cuando escuché la voz de mi hermano responder la llamada.

- ¡Hyung!

- ¿Qué pasa Jongjin? - Dije mirando a mi compañera. Era tan sexy que quizás esta noche podríamos terminarlo... "Ya volvió"... o quizás no. Las palabras que Jongjin acababa de decirme apagaron mis emociones - De acuerdo... Llego en veinte minutos - dije antes de colgar. Permanecí en silencio unos minutos asimilando lo que acababa de decirme. La chica que no había sido capaz de escuchar nuestra conversación trato de acercarse de nuevo a mí.

- Oppa Yesung ¿Qué pasa que de pronto tu sonrisa se borró? No me digas que tienes que irte - quiso tocar mi rostro y besarme nuevamente. Sin embargo el éxtasis se había marchado y yo sólo detuve sus manos y las aparte de mi rostro, la mire unos segundos y me alejé.

- Tengo que irme. Gracias por el buen rato - dije levantándome del sillón donde nos encontrábamos, tome mi mochila que se encontraba en el suelo y me acomode el uniforme.

- ¿Pasa algo? - Kyu se acercó.

- Al parecer alguien volvió antes de tiempo - dije serio - debo irme, Kyu. Lo siento.

- Si esperas unos minutos más quizás el chofer regrese pronto para llevarte a tu casa más rápido - dijo Kyu tratando de convencerme.

- Gracias. Pero la casa de Hae y Hyuk no quedan cerca de aquí. Será mejor irme cuanto antes, quizás alcance el último autobús. Me voy - dije poniéndome la mochila en el hombro.

- Tranquilo, ve con cuidado - Kyu me acompaño hasta la puerta.

Camine rápidamente hacia el ascensor y por fortuna lo alcance. Mire mi reflejo en los espejos del elevador. Mi cara no disimulaba en lo absoluto mi molestia ni mi cansancio. Maldita sea cerré mis ojos tratando de controlar mis emociones. Respira, Yesung, tienes tranquilizarte, me decía una y otra vez. Saliendo del ascensor me dirigí a paso veloz hasta puerta del edificio y la cruce cual si fuera el viento. Estaba preocupado, sabía que nada bueno me esperaba. Llegue corriendo a la parada del autobús, pero no había rastro ni de él ni de alguna otra alma, así que me senté solo en aquella fría banca a esperar.

- Hyung ¿Estás bien? - una mano se posiciono en mi hombro mientras esperaba en la parada del autobús.

- Si - dije al reconocer aquella voz - ¿También te vas, Siwon?

- Sí. Ya es algo tarde y honestamente no me gusta mucha de la gente que estaba ahí.

- Ah lo sé. Si tan solo Heechul y Kyuhyun no estuvieran ahí la fiesta hubiera sido genial - dije mientras él asentía y se reía

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