-Shawn-
Había pasado un día desde mi reconciliación con Taylor, y yo no podría estar más alegre y contento, esto era perfecto, ¿enserio tomamos el camino largó?, quiero decir, la pena estuvo entre nosotros dos demasiado tiempo, cuando lo único que debíamos hacer era.. Decirnos uno al otro como nos sentíamos.
Creo que eso pasa con todas las personas... Muchos dicen que es mejor tomar el camino largó porque aprendes de tus errores en el transcurso de este pero... Creo que si la gente tomara el camino corto, ósea que fuera más abierta, más sincera, lograrían sus propósitos fácilmente, y sin herir a personas o a ellos mismos mientras lo hacen, aveces es mejor decir todo lo que guardas, liberarse, ser feliz desde antes, creo que personas que lo hacen son realmente valientes, porque no temen decirle al mundo lo que sienten que esta mal o lo que sienten que esta bien. Yo tome el camino largó... Y me lamento por eso.
-Hey Shawn- Dijo Tay, entrando a la habitación.
-Oh, hola Tay, ¿qué tal?- Pregunte, poniendo toda mi atención sobre el.
-Pues... Bien, sólo quería.. Ya sabes.. Verte- Se lanzó a mis brazos.
-Yo también quería verte pequeño Tay
-No me digas pequeño, soy mayor que tu
-Hablo de la estatura bebé- Dije entre risas, recibiendo un golpe en el hombro de parte de Taylor.
-¡Cállate tonto!-Chillo como un niño pequeño.
-Oh, calma bebé, sabes que estoy jugando... O no- Reí de nuevo, mientras Tay me golpeaba con una almohada repetidamente.
-¡Cállate y bésame!
-Creo que se te esta haciendo costumbre hacer que...- Fui interrumpido por sus labios chocando con los míos, rápidamente respondí el beso.
Mis manos vagaban por toda su espalda hasta llegar a su cintura, y de ahí, bajar para darle un apretón a su trasero, haciendo que saliera un gemido de los labios de Taylor.
-Mhm... Shawn... Si..- Gemía mientras yo le daba pequeñas nalgadas, teniendo cuidado de que no le fuera a doler, no me permitiría dañarlo una vez más.
-¿Te gusta eso bebé?- Susurré en su oído.
-Mhm.. ¡sí Shawn!
-¿Si qué?
-S-si me gusta- Dijo entre un gemido.
Rápidamente volví a besar sus labios y el gemía descontroladamente, eso me encendía demasiado, nos separamos para sacarnos las camisetas y seguimos besándonos, entre el beso le fui bajando sus pantalones junto con su ropa interior, y la mía también me la quite, quedando los dos desnudos, no era como me había imaginado que sería pero aún seguía siendo hermoso, aún como mujer.
-Shawn...- Gimió mi nombre cuando me aleje de el.
Me dirigí al mueble que teníamos en el cuarto y saqué un arnés comprado hace poco tiempo.
Me lo coloque, me recosté en la cama e hice que Taylor se sentará en mi abdomen.
-¿S-Shawn?
-¿Si bebé?
-¿Qué- que hago?
-Yo me encargare de eso- Conteste con una sonrisa picara.
Tome sus caderas y comencé a frotar el juguete con su entrada, sacándole gemidos. Le mostré dos dedos y los chupó mientras me miraba a los ojos, hasta que estuvieron suficientemente dilatados y los metí a su entrada, haciendo tijeras para prepararlo, gemía de dolor, y yo no quería lastimarlo. Salí de el.
-No puedo
-¿Qué pasa?
-¡No quiero hacerte daño!, ¡eres mi bebé!
-Pero no me estas haciendo daño
-Claro que lo estoy, te duele
-Es claro que me duela, no he hecho esto hace tiempo, no importa, esta bien, ¿Okey?
-Okey.. Pero si te llega a doler me avisas para salir de ti
-Okey, sólo entra ya
Estuvimos un tiempo alejados, hasta qué Taylor se levantó y se dejó caer en el, iba entrando poco a poco en Tay, hasta que entro por completo y comencé a moverme dentro de el.
Tardo un momento en acostumbrarse hasta que empezó a decirme que me moviera.
Tay era un lío de gemidos y jadeos al igual que yo, eso era lo único que se escuchaba en la habitación.
-Oh... Tay...
-Mhm, ¡Shawn!, ¡si!, ¡si!... ¡Así!, ¡Más!- Decía mientras me cabalgaba de adelante hacia atrás, aveces daba pequeños saltitos.
Hasta qué empece a dar en su punto dulce, cuando lo hice empezó a saltar aún más rápido, jadeaba, gemía y hasta gritaba.
Dejo caer sus labios en los míos y lo acepte el beso gustoso.
-¡Ah!... ¡Si!- Empece a jadear más fuerte.
-¡Oh!...¡DIOS!.. ¡FUERTE!, ¡así!..¡MHMMM!
-Dios Tay, si pudiera sentirte juraría que estas súper apretado
-¡OH SHAWN!, ¡SI!, ¡ESTOY CERCA!
-Córrete para mi bebé, hazlo, mientras gimes mi nombre
-¡AHHHHH!, ¡Shawn!, ¡Shawn!, ¡SHAWN!- Grito cuando se corrió.
Di unas cuantas embestidas más antes de correrme y recostarme junto a el, mientras con mi brazo rodeaba su cintura.
Me levanté, rompiendo la cercanía, y fui por una manta para taparnos a los dos.
Cuando estuvimos los dos recostados juntos Tay hablo.
-Shawn... Te amo
-Y yo a ti.
Lo bese por última vez en el día y ambos caímos dormidos.
