Lo Impensado

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Hace mucho tiempo existía un barrio llamado Ocyria. Era un gran pueblo que se encontraba oculto del mundo, ubicado en el océano. Este pequeño barrio siempre se hallaba en silencio; silencio que, a veces, era interrumpido por el tren pasando sobre la vía, o los caballos andando por las calles de tierra y piedra...

Allí, vivía un bibliotecario, un hombre, reconocido por todos. Se conocía por el nombre de Señor Pescado. Y, ¿por qué semejante nombre? Bueno, era algo sencillo. Sí, el Señor Pescado era un hombre... un hombre con cabeza de pez. Se decía que había salido del océano ya que se encontraba aburrido de vivir bajo el agua y que su esqueleto había cambiado a una forma humana.

Para llegar a la biblioteca del Señor Pescado, tenías que cruzar un pequeño puente, mirando siempre al frente, y caminar por un sendero que se encontraba en un bosque. A mitad de camino, un gato negro y huesudo, sucio por la tierra, salía a recibirte, acompañándote el resto del trayecto. Al final del sendero te encontrabas con una estructura de gran altura, que parecía estar llena de maldad por su pintura negra, gastada y salida, aunque por dentro estaba oculto un mundo dulce y llamativo, que abría lentamente su puerta, dejándote entrar al paraíso de los libros.

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