-¡Vamos, Kassie! No seas aburrida. Veintiún años no se cumplen todos los días - Chillo Camila una hermosa chica de cabello color rubio con ojos de un brillante café la cual tenía una botella de vodka en la mano.
La rubia sonrió coqueta agitando su cuerpo al ritmo de la música mientras movía la botella lentamente ante los ojos de su amiga. Kassie tomó la botella entre sus manos y bebió de un solo trago el líquido cristal que quedaba en la botella mientras escuchaba los chillidos y gritos de sus mejores amigas.
Era su cumpleaños número veintiuno, Valeria la otra mejor amiga de Kassie de cabello castaño increíblemente liso y de ojos azules, y Camila habían insistido en ir a festejar a un pub, aquellas chicas eran sus mejores amigas desde que tenía memoria y hoy al fin dejaba de ser la más pequeña del grupo.
-Oh por dios, que mal me siento- Se quejó Camila tirándose en el asiento trasero de la camioneta.
Vale y Kassie se miraron divertidas, Camila había abusado del alcohol esa noche.
-Conduce tú, yo estoy peor - Dijo Vale entregando las llaves de su camioneta a Kassie.
Kassie dudó unos segundos, habían bebido demasiado esa noche y si bien era ella la que menos había bebido, aún así estaba algo mareada por el alcohol y la música. Aspiró profundo el aire frío de la madrugada, eran las seis de la mañana, el sol aún no salía, estaban en pleno invierno, lo que hacía que hubiera una noche cerrada y oscura.
Kassie odiaba la oscuridad.
Intentó calmarse, se sentó en el asiento delantero de la camioneta y se abrocho el cinturón de seguridad arrancando la camioneta despacio y al mínimo de velocidad. Camila iba tirada en el asiento trasero profundamente dormida y Vale reposaba a su lado, en el asiento del copiloto. Sonrió divertida ante la escena y agradeció que esa madrugada no hubiera tanto tránsito.
-Despacio - Susurró observando con cuidado la calle.
Su vista se desvió hacía la guantera del coche donde descansaba un hermoso jazmín que su pequeño vecino de la calle de enfrente le había regalado. Se llamaba Martijn, tenía siete años y era un compañerito de clases de su pequeña media hermana Raquel Da Corte.Él solía sonrojarse cada vez que veía a Kassie, porque era alta y bonita y poseía un hermoso y largo cabello color café
A Martijn le gustan las niñas de cabello largo.
Ese día, él sabía que era el cumpleaños de Kassie, Raquel se lo había comentado. La observo por la ventana de su dormitorio, por la tarde dos chicas habían llegado en una camioneta blanca y habían entrado al hogar de Kassie. Cerca de la medianoche las vio salir de la casa de enfrente muy arregladas. Sus ojitos grises solo se fijaron en la hermosa chica de larga cabellera, llevaba un top negro brilloso atado a su cuello con un sensual escote, un jean ajustado, azul oscuro y unos zapatos cerrados de tacón color negro.
-¡Wow! La vecina sí que es linda- Murmuró divertido su hermano mayor.
Martijn frunció el ceño, Julian largó una carcajada observando a su pequeño hermano con ternura.-Tranquilo hermano- Comentó burlón recostandose en la cama-Tengo trece años, no me gustan tan mayores, además me gusta Nicky.
-Como sea - Gruño el pequeño castaño.
-Anda ve- Lo animó su hermano mayor- Yo te cubro si mamá viene- Le dijo divertido.
El pequeño sonrió agradecido y salió por la ventana en busca de su primer amor. Su madre los había mandado a dormir temprano ya que por la mañana muy temprano irían a visitar a su abuela que vivía a las afueras de la ciudad y el viaje sería un poco largo. Martijn salió por la ventana y cruzó la calle corriendo llegando hasta la camioneta blanca.
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Mi Ángel Guardián © | M.G
FanfictionOne Shot adaptado con Martin Garrix. Todos los derechos reservados a la autora original.