Mi Ángel Guardián © | M.G

Capítulo Tres; Parte Dos.

-¿A dónde vamos?-Preguntó observando las hermosas calles de Amstelveen por la ventanilla del coche.

-Al centro comercial, comeremos y te compraré ropa. No puedes estar vestida así con el frío que hace-Argumento el castaño conduciendo su coche.
Kassie sonrió como niña pequeña. Una vez llegaron al centro comercial, la chica recorrió cada tienda dando pequeños saltitos como si fuera una niña. Hacía años que ella no sabía lo que era sentirse así, emocionada. Viva.

-Yo amaba comprar ropa con Cami y Vale-Susurro recordando a sus amigas.

-¿Ellas también murieron en el accidente, verdad?-Le preguntó cargando unas bolsas entre sus manos.

Kassie asintió levemente y Martijn noto como sus ojos se empañaron.
-Ven, vamos por zapatos.

***

-¿No crees que es mucho?
Preguntó mientras se sentaba en el medio del living con todos los paquetes alrededor.

Martijn negó con la cabeza mientras cerraba la puerta de su departamento.

Observó a la chica sentada en el suelo revisando toda la ropa que le había comprado esa tarde, parecía una niña pequeña pero se veía feliz.

-¿Quién es la niña ahora?-Preguntó con ironía, Kassie le saco la lengua a modo de respuesta.

El chico sonrió y se retiró a la cocina.

-Martijn- Lo llamó mientras lo seguía, este la miro dándole a entender que la escuchaba-Lynn es bonita ¿No te parece?-Preguntó sentada en la encimera.

-Hmp-Se limitó a responder el castaño tomando un vaso de agua.

-¿No te gusta?

-No-Contestó secamente.

-¿Al menos le has dado una oportunidad?-Volvió a insistir al verlo dejar el vaso en su lugar.

-No-Respondió retirándose de la cocina.

-Martijn-Lo llamo.

-Buenas noches, Kassie-Contestó cerrando la puerta de su dormitorio.
Kassie camino al living refunfuñando, se quitó las botas, la chaqueta de jeans y se recostó en el sillón cobijandose con las mantas que el chico le había dejado.

-Buenas noches, Martijn-grito desde el living.

***

A la mañana siguiente cuando Martijn despertó, demoró en captar lo que había pasado en esas últimas veinticuatro horas, más logró confirmarlo al ver a ese hermoso ángel dormido en su sillón.

El frío recorrió su cuerpo, se aproximó a la chica y la arropó mejor con las mantas, instintivamente su mano se posó sobre la helada mejilla de la chica.

-Descansa-Susurró besando la mejilla de Kassie.

Luego de desayunar y vestirse partió rumbo a la universidad.

***

Robbert observó con detenimiento a su amigo al verlo entrar al salón de clases. Esa extraña tía que le había aparecido de la nada le llamaba mucho la atención. Era tan particular, su cabello, sus ojos, su voz, él la recordaba de algún lado y no podía recordar quién era.

-Kassie.-Habló para sí sólo.

Pero lo averiguaría

***

El timbre retumbó por todo el edificio anunciando el final de la jornada, Martijn había tenido que ir a la biblioteca a retirar unos libros para su tesis, ya bastante retrasado se encontraba caminando por los pasillos vacíos al estacionamiento donde estaba su auto