¿Odio a primera vista?

Capítulo 2: Pelea

Capítulo 2: Pelea

-... pero es que Alex!
-¡Ni peros ni peras Vic! Vamos a ignorar las DOS a ese completo imbécil. Da igual lo que nos haga, diga o lo que sea. ¿Entendido?
Bufé. Perfecto. Mi mejor amiga me prohibía mi hobby favorito, fastidiar la vida de Lucas.
- Está bieeen... Si tú lo dices...
- ¡Así me gusta! Esta es mi amiga.
-Sisi, lo que tu digas...
- Eso sí, digo yo que tendremos que vengarnos por esta, ¿no? Todo el mundo se ha reído de nosotras por culpa de este idiota, y no pienso dejarlo así.
Me sonrió de una forma que daba a entender que estaba, de momento, de mi parte al querer vengarme de él.
Bajamos rápido del autobús y nos situamos en la puerta, todo el mundo empezó a bajar. Alex me guiño el ojo desde el otro lado de la puerta y ambas pusimos un pie a la vez, haciendo que "accidentalemente" Lucas cayera de cara en la acera delante de todos sus amigos y la gente que entraba en el colegio.
- ¡Toma esa!- exclamó Alex riéndose conmigo.
Me acerqué a él y me puse a su altura en el suelo.
- Para que aprendas a dejarnos en paz de una vez- le susurre con malicia mientras sus amigos se burlaban de él.

***

El timbre que anunciaba el fin de la clase sonó. Y Alex se levantó en seguida, recogiendo sus cosas y metiéndome prisas.
- Vamos Vic! De verdad, no sabes el hambre que tengo... ¡Venga!
Recogí mis cosas a su lado, nos habíamos puesto juntas en última fila. Como ambas sacábamos buenas notas y sabíamos (cuando queríamos) comportarnos en clase, hacían la vista gorda y nos dejaban estar juntas. Por suerte, Lucas se había sentado justo en la otra punta de la clase rodeado de chicas que se pasaban el día adorándole y siendo su grupillo de putas personal, como Alex y yo lo llamábamos.
"¿Y cuándo me he fijado yo en eso?"
-¡Vic! Vamos anda, que a este paso seremos las últimas.
Llegamos al comedor, ambas entramos riendo y nos pusimos en la cola.
-Mmmm... No se qué pedirme... Creo que cogeré los espaguetis con tomate, pollo con patatas y mousse de chocolate
-Alex... Cuando me has dicho que tenías hambre no sabía que te referías a esto...
Me dio un codazo y ambas reímos.
-Pues yo cogeré lo mismo que tu
-Andaa mírala a ella... La que se burlaba de mi.. Pfff
Cogimos las bandejas y nos dirigimos a nuestra mesa, era la única de 4 plazas, ya que el resto eran de 8 o 10, y así podíamos estar solas. Además estaba al lado del ventanal, así que podíamos mirar la playa que estaba junto al colegio.
Estábamos tan distraídas que no nos dimos cuenta de la presencia de Lucas a nuestro lado, puso su pie entre los míos y... me caí.
Lo primero que note y vi fue todas las salsas y comida debajo mío.
Lo segundo que vi fue a Alex mirándome con una mezcla de asombro y temor. No temor de mi, sino de lo que le iba a pasar a Lucas, quien se reía junto con todo el comedor.
"Hasta aquí hemos llegado... Alex, siento mucho romper la promesa"
Lucas se había girado y se estaba riendo con sus amigos "populares". Error de novato. No te gires hasta estar seguro de no correr peligro.
Se giró para verme justo cuando un puñado de espaguetis le estamparon en la cara.
Se hizo el silencio en el comedor.
- No te has atrevido...
-¡Uy! Pues parece que si- dije con voz inocente a la vez que burlona mientras me levantaba- y aquí esta el postre.
Sin pensarlo cogí la mousse de chocolate del plato de Alex y se la tiré a la cara, que se resbaló hasta su camisa blanca del uniforme de Moonstone School.
-¡ Te vas a enterar!
Cogió unos espaguetis de un niño que estaba allí y me los lanzó. Bueno, tampoco había mucha diferencia con antes, puesto que ya estaba manchada de todo.
Cogió otro puñado con cara de rabia y odio, pero esta vez estaba preparada. Me los tiró y me agache justo a tiempo.
Oí como le caían a alguien que estaba detrás mío, me giré para ver quien era... Y desee que me hubiesen caído a mi.
- Lucas Redfield y Victoria Hastings, al despacho de la directora ¡YA!- exclamó el profesor Jones. Perfecto. De todos los profesores de Moonstone, el imbécil tenía que darle a el.
Todo el mundo sabía que era el más estricto y que peores castigos ponía. Ahora, con su acostumbrada camisa de cuadros y pajarita de colores llena de salsa de tomate y trozos de espaguetis daba incluso más miedo.
Lucas me miró con cara de odio, y yo le correspondí. Alex me miraba con pena, sabía que me iba a caer una buena, y miró a Lucas como si lo quisiese asesinar.
"Perfecto ¿Qué más me puede pasar hoy?"