Martes 29

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*Beep, Beep*

Abrí los ojos pesadamente y con una mano torpe apague el despertador; vi en éste la fecha de hoy –Martes 29...– me dije adormitado. –¡Martes 29!– grite sentándome de golpe y tomar el despertador con ambas manos. 8:13 a.m. indicaba mi reloj digital que acaba de cambiar el minutero –... ¿Un sueño?– me cuestione por lo bajo. No puedo creerlo, soñé que Sakura había muerto en mis manos, pero no fue así, nunca pasó... y a pesar de eso, siento un nudo en la garganta con sólo recordarlo.

–Pero fue tan real... ¡No importa!– grite solo en mi alcoba para sacudir la cabeza a los lados y sacar ese absurdo sueño de mi mente.

Ahora debo de alistarme para mi cit... *¡Crash!* escuche. El sonido de algo chocar contra mi ventana provoca que un sudor frío recorra mis sienes. Volteo lentamente mi cabeza para ver hacia el cristal, el cual, tiene aquella mancha carmesí en éste. –Pobre pajarillo... murió en el golpe– escuchó decir a mi hermana desde afuera. Esto no... ¡No puede ser! Una expresión de terror se posa en mi rostro, es demasiada la coincidencia ¿O no? Corrí a alistarme y me propuse a averiguarlo. Esto tenía que ser algún tipo de mala broma, tal vez sólo una estúpida coincidencia.

Corría tan rápido que el aire que respiraba hacía que mis pulmones ardieran, pero no me importaba, esto tiene que ser algún tipo de mala broma, mi mente está alucinando yo... un golpe contra alguien me hizo caer al pavimento y detener mi marcha.

–¡Lo lamento!– grite por instinto.

–No te preocupes, joven Sayoran– Yo conozco esa voz. Levante mi cabeza y vi a una mujer, no, a una bruja.

–¿Yuko?– dije casi incrédulo. ¿Qué demonios hace ella aquí?

–Veo que no pierdes tiempo en tu día– me sonríe con aquella presunción típica –A penas son las 8:36 a.m. Aún falta para que ella llegue a la parada.

De no ser porque estaba ya en el suelo creo que me hubiera caído al escucharla decir eso. Todo me empezó a dar vueltas en ese momento, no entiendo nada. "Cinco para las nueve" recuerdo que yo llegue cinco minutos antes de la hora en que Sakura y yo quedamos en mi sueño, si la bruja está en lo correcto, falta casi media hora para que se aparezca, ¿pero cómo lo sabe ella?

–¿Qué está pasando? ¿Por qué mi sueño se está...

–¿Sueño?  lo que viviste no fue un sueño.

–¡Claro que sí!– le grite molesto poniéndome de pie –¡Yo soñé con el día de hoy! ¡Esto es...

–Lo que pediste– interrumpió.

–¿Qué?

–¿Acaso lo olvidaste, joven mago?

Inicio del Flash Back

–¡Regrésala a mí!– grite al entrar por aquella puerta de madera –¡¿Cuál es tu precio?!

–Ella está muerta– me dijo tan fríamente como si hubiera llevado a un perro desahuciado en mis brazos.

–¡¿Qué debo darte por su vida?!

–Joven mago, una vida no es lo mismo que un catalizador. Yo no puedo darte una vida, no funciona así.

–¡Tiene que haber una manera!– le grite con histeria –Ella no puede...– no pude continuar, sentí como las lágrimas empezaban deslizarse por mis mejillas y como un nudo en la garganta me evitaba hablar... ¿Cómo deje que esto pasara?

–No puedo darte una vida, incluso una bruja poderosa como lo soy yo, tiene límites. Lo siento no hay nada que pueda hacer.

–¡Tiene que haber una forma!, Tiene que...– calle en ese momento y vi a un reloj antiguo que yacía con sus agujas detenidas en las doce empunto. –...Tiempo

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