Capítulo uno.
-¿Qué?-dije brusco mientras conducía por la autopista ocho.-¿Acaso es un alce?-volví a preguntar, no tenía sentido, estaba solo, nadie respondería. Ví como lentamente, la figura que creí que parecía un alce se paraba y comenzaba a caminar tambaleante. Ah vale, ya era hora de encontrarme con alguien borracho, ¿verdad? Veo que la figura, no supe determinar que era, apenas lograba verla, caminaba intentando salir de la autopista, para ingresar al bosque. Me acerqué más con el auto y logré verla. Era una jóven de estatura media, aparentemente con cabellos castaños, y llevaba un body blanco, todo sucio. <<Borracha y vagabunda, que extraño por aquí>> Bah, claro que no es extraño. La jóven pasó por adelante mío, en un intento de no atropellarla, conducí rápido hasta la derecha, derrapando por la carretera vacía. Logré parar el auto, y bajé, buscando a áquella chica a la que casi atropello.
-¡Loca! ¡Psicópata!-le grité a la jóven que seguía cojeando para lograr salir de la carretera.-¡Debes controlar el alcohol! ¿Al menos estás consciente!-dije ya cerca de la chica, ella me miró y dijo algo que no logré entender, ya que al instante se desplomó en mis brazos, totalmente inconsciente, desmayada.-¡Ah vale, lo que me faltaba!-exclamé. Entonces, ví que de la espalda de la chica goteaba un líquido rojo, espeso.-T-tú no estarás sangrando, ¿verdad?-le pregunté a la jóven inconsciente. Era estúpido preguntar eso, era obvio que lo estaba. <<Ugh, odio hacer la buena acción del día.>> Tomé a la chica con mis brazos, y la llevé hasta el auto. La deje acostada en los asientos traseros, luego me metí en el auto.
-Mira, iremos al hospital a que atiendan esa hemorragia y yo me largo.-le dije a la jóven, inconsciente. Miré para atrás, y pusé en marcha el auto.-Quiero que sepas que yo no suelo hacer éstas cosas. Sientéte privilegiada.-agregué.
Posteriormente de unos tres minutos camino a Lamb Hills, llegamos al hospital. Salí del auto y dejé las llaves en mi bolsillo delantero. Abrí la puerta de la parte trasera del auto, y levante a la jóven, sacandola del auto. Miré el asiento trasero. Estaba completamente lleno de sangre.
-¿Enserio? ¡Es un Porsche!-le dije a la chica, entrando ya al hospital.
Más caminabamos y más médicos desesperados veíamos, al parecer había ocurrido algo como un accidente, o alguna cosa así. No me importaba, yo solo quería sacarme a la jóven de encima.
-¡Oíga, ústed!-le grité a una médica que no parecía tan preocupada como el resto.-Encontré a ésta jóven mientras volvía de la parte céntrica.-le expliqué.
-Whoa...-dijo examinando a la jóven.-Debe de ser una sobreviviente de la masacre.-miré a la médica desconcertado.
-Disculpe... ¿Qué masacre?-le pregunté curioso.
-La de los bosques. Cinco personas han muerto, atacadas por un animal.-me dijo la doctora, aunque no tenía sentido. Acomodó un poco su cabello color rubio champagne, y agregó:-Asesinadas brutalmente.-finalizó.
-Si fue por un animal, debería ser un ataque, ¿verdad? No una masacre.-le corregí.
-Aún no sabemos que clase de "animal", fue.-dijo. No le encontré el sentido a ello, simplemente ignoré su comentario.-Llevala a aquél consultorio.-espetó y señaló el consultorio diecinueve.-Iré en unos segundos, sólo debo completar un par de fichas.-agregó, y se fue a recepción.
Yo caminé con la chica en mis brazos hasta el consultorio diecinueve, la recosté en la camilla, y esperé a la que la médica vuelva.
Luego de un par de minutos, volvió. Y traía un par de fichas que no estaban completadas.
-¿Conoces a ésta chica?-me preguntó.
-No, he dicho que la encontré mientras volvía de la zona céntrica.-le aseguré.
-¿Nunca la has visto? ¿En qué estado estaba cuando la encontraste?-volvió a preguntar. Ésto era lo más cercano a un interrogatorio.
-No, repito. Aún consciente.-aclaré.
-Bien, espera fuera del consultorio.-me espetó.
Salí del consultorio, dispuesto a irme, pero entonces el guardia me detuvo.
-La doctora Carmichael ha dicho que no puedes salir del establecimiento hasta haber terminado los análisis de la chica.-me dijo el hombre alto y robusto que estaba en la puerta del hospital.
-Vale.-le dije algo enojado. Caminé hacía uno de los asientos del sector de urgencias y me senté.
Al cabo de diez minutos, salió la supuesta doctora Carmichael del consultorio.
-Mira, ésto es lo que sucede.-me dijo.-La jóven ha sido atacada por alguna clase de animal, no sabemos cual aún, pero necesita ser llevada rápidamente al quirófano.-dió una pausa.-Y necesitamos que alguien se haga responsable de ella, en caso de que le pase algo.-la miré atónito.
-Yo no seré, así que me voy.-le dije dispuesto a largarme de áquel hospital.
-¡Si no lo haces, no podremos hacer nada y morirá!-me gritó.-¿Sabes al menos su nombre?-me preguntó desesperada. Dí una pausa a mi caminata.
-No, no lo sé.-le dije, de espaldas. Me dí vuelta, y agregué.-¿Está muy grave?-pregunté, no me interesaba, pero bueno.
-Lo suficiente como para morir en una hora si no se hace nada.-me dijo fría la doctora.
-Está bien, me haré responsable de ella.-dije con desgano. Ella suspiró aliviada, y me dió unas fichas para firmar.
-Disculpa, ¿cuál es tu nombre?-me preguntó, una vez que le entregué las fichas.
-Louis, Louis Tomlinson.-le dije, y volví a sentarme en la banca del sector de urgencias.
Fin del capítulo uno.
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Save me from the darkness.
FanfictionLouis Tomlinson, de veintidós años se encontraba volviendo de la zona céntrica. Hasta que una figura extraña, camina hacía su auto. Era una chica, y estaba prácticamente moribunda, con una herida de un animal salvaje en su espalda, la jóven logra de...