Miro a mi alrededor, la oscuridad nuevamente me rodea, pero ahora no veo nada, no siento nada, ni siquiera me acompaña mí fiel compañero de cada noche. No, creo que hasta él se ha aburrido de mi. Pero lo comprendo todos lo hacen, ¿no?. Estiro mi brazo para ver si puedo palpar algo, pero sólo siento pasar el viento por mis huesos, ni piel siento, quizás sea porque yo misma me estoy destruyendo. Siento un ruido extraño y espero que el telón se habrá, pero nada pasa. Su risa rebota en las paredes mientras toma mi mano. El telón cae, y la única que se encuentra en el público es la puta, nos mira con cara de cansada, mietras se para de la silla tratando que no se le vea hasta la espalda. Su dedo medio nos levanta, dejando entre aplausos la estancia. - vez, te quedaste sola-. Desapareció mientras que desgarraba mi garganta para decirle al maldito . - ¿mis amigos también se aburrirá de mi?-. Y volví a quedar en la nada. -Ya lo hicieron-. Fue lo ultimo que le escuche decir a lo lejos
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GRITOS DEL ALMA
Puisicallar todo nos daña. sonrisas falsa que cansan, y lágrimas que agrietan el alma.