Capítulo 3: ¿Escribir como lector y leer como escritor?

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El título real de este capítulo es: El problema de escribir como lector y la ventajade leer como escritor.


Debo insistirte una vez más, no basta con que digas que quieres escribir, TIENES que escribir.

Hoy vamos a tocar el punto más básico para iniciarnos en el arte: leer muchos libros y saberlos leer. Sí, así como suena, leerlos bien. ¿Dices que lees bien? Claro, yo no digo que no sepas, por supuesto que sabes, pero no me refiero a si sabes o no descifrar las palabras, hablo de leer analíticamente, a plena consciencia, con crítica, con un constante debate interno.

Necesitas empezar a entrenarte en el hábito de leer como los escritores leen.

Los escritores no leen como los lectores. Los escritores leen un libro que les está llamando mucho la atención y mientras lo leen mantienen una entrevista imaginaria con el escritor que escribió esa obra y preguntan: ¿Cómo logró este efecto? ¿Cómo le hizo para desarrollar la personalidad de este personaje? ¿De dónde pudo haber sacado esta ambientación? ¿Cómo consiguió combinar estas palabras para formar esta idea tan clara y esta descripción tan perfecta?

No sé si me explico. Se trata de leer entre líneas, no leas la historia, lee al autor. ¿Que está muy buena la historia? Sí, pero no solo busques pasar un buen rato, es momento de estudiar esa novela que tanto te gusta y que has leído un montón de veces, si es posible, busca entrevistas que le hayan hecho al autor y normalmente siempre responderá alguna que otra pregunta acerca de cómo le hizo para escribir su obra.

Copia lo que los buenos escritores hacen, ¡se vale! Pero hey, alto, no copies tal cual lo que hacen, no les copies los argumentos ni los diálogos ni los personajes, cópiales la técnica, aprende sus técnicas, combínalas, intenta insertar alguna de las expresiones que ellos usan en una de tus historias y verás que bien se ve. Eventualmente ya no necesitarás copiar porque sabrás un montón de cosas y dispondrás de tus propios recursos y habrá escritores detrás de ti que aprendan de tu propia técnica.

Ahora, el problema de escribir como lector, es que nunca pasarás de ser primerizo. Te dejarás llevar por las emociones, nunca terminarás de escribir una sola novela y como el lector normal no está acostumbrado al análisis más allá de su entretenimiento, cometerás muchas faltas, erratas, incoherencias, inconsistencias. Al principio todos las cometemos, porque al principio escribimos como lectores, hemos leído mucho y tenemos muchas ganas de escribir, estamos entusiasmados por comenzar una nueva historia y queremos que sea tan perfecta como la última que acabamos de leer, estaba llena de pasión, acción, misterio, lo mejor de lo mejor. Tenemos las ganas ¡y de sobra!, pero al momento de escribir nos queda sumamente mal, nos damos cuenta que no es ni la cuarta parte de buena como sonaba en nuestra cabeza, entonces la tiramos o la dejamos a medias y empezamos otra, con la esperanza guajira de que mágicamente sea mejor que la anterior, pero esta tampoco parece ir mejor, entonces la dejamos y empezamos otra. Y así el ciclo de la vida.

Es normal.

Las primeras historias que escribimos (las primeras muchas) son malas, justo como deben ser, malísimas y que no te de pena ni te escondas ni defiendas lo indefendible, es perfectamente normal, pero jamás debemos perder la AUTOCRITICA, un escritor que pierde la autocrítica es un escritor muerto. Tenemos que ser sinceros y estar dispuestos a invertir un montón de tiempo en escribir un montón de cosas malas para que eventualmente, algún día, escribamos una cosa buena. Y para esto hay que entrenar la lectura, entrenando la lectura toca entrenar la escritura. Es como la cocina, tú no puedes aprender a cocinar solo leyendo recetas, necesitas leer la receta y luego hacer un desastre en la cocina y romper todos los huevos de la canasta hasta que logres prender la estufa sin quemarte los dedos y después el proceso de hacer un buen pastel es largo, pero si no lo practicas, en la vida podrás hornearlo.

Lee muchos libros, léelos bien (como escritor) y lo demás viene solo.

Las recompensas de leer como escritor van más allá de mejorar la escritura, además mejoran inmensamente tu lenguaje, tu habilidad crítica y aumenta el número de neuronas en tu cerebro considerablemente haciéndote más despierto y abierto al mundo que te rodea.

El ABC de los escritoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora