Cap.22 Verdades ocultas

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Cap.22 Verdades ocultas

Penélope

Me quedé sin habla al escuchar salir de sus labios que me seguía amando. Pero ya no podía hacer nada. Había acabado todo aquel amor que sentía por él, ahora si lo quería, era como un amigo. Tan solo eso.

Richard "El Trebol"

Después de decir eso, me giré y me fui de aquel lugar. Pero antes de salir.

-Si te vas por esa puerta sin dejarme ir, te juro por lo más sagrado de mi vida, que me las pagarás, Richard. Y si, te estoy amenazando.- dijo entre dientes y bastante cabreada.

-Me gustaría ver lo que me harás, porque no te soltaré.- y salí dejandola echando humo.

Alice

Al acabar de pensar en todo, ducharme y cambiarme, me dirigí hacia su apartamento, para darle aquella noticia.

Minutos después ya me encontraba enfrente del edificio en el que me fui esta misma mañana, por suerte la puerta estaba abierta, así que subí en el ascensor. Al llegar al piso adecuado, tomé aire antes de tocar al timbre. En cuanto lo hice, noté como mi corazón empezó a latir sin parar y a toda velocidad.

No sé porque me pasó eso, pero no era nada normal.

Y fue allí cuando la puerta se abrió y apareció Ethan sin camiseta solo con unos pantalones cortos.

Zoe

Al levantarnos, desayunamos y estuvimos paseando por el jardín, cuando la asistenta vino a darme la noticia de que mis abuelos habían llegado.

Así que con Tom nos dirigimos a la entrada para saludarlos.

-Pero mira quien viene a saludar.- dijo mi abuela al acercarse y darme un abrazo cariñoso.

-Hola abuela.- sonreí, aunque no estaba mucho para sonreír.- Abuelo.- saludé al abrazarme.

Después saludaron a Tom y entraron en la casa para darse una ducha y tomar un descanso, por el duro y largo viaje que habían tenido.

Nosotros nos encontrábamos echados en las tumbonas delante de la piscina y tomando el sol.

-¿Qué vas a hacer?- preguntó de repente.

-Ni yo misma sé, no sabes como deseo irme a Los Ángeles para olvidar toda mi vida, pero será difícil, ya que quiero saber la verdad.- dije al tomar un trago del zumo.

-¿Y la cena de esta noche?- siguió preguntando.

-No lo sé, Tom, estoy muy confundida, no tengo ni idea de lo que debo o tengo que hacer.

-Siento ponerte más nerviosa de lo que estás.- lo miré y sonreí.

-No pasa nada, no sabes como agradezco tener conmigo aquí, si no fuera por ese apoyo que me das, estoy segura que no hubiera aguantado.- sonrió al escucharme decir aquello.

Soledad

-¿Qué hacemos? ¿Llamamos a las demás?- dije al fin.

-Si, pero más tarde. Ahora déjalas relajarse, porque esto será una gran noticia para ellas y a saber como se lo toman.- tenía toda la razón, hasta yo seguía en estado de shock todavía.

Nuestra verdadera madre ha estado siempre con nosotras. Eso era algo magnífico, pero a la vez no entendía mucho. Hubiera deseado que se acercara a nosotras y nos contara que era lo que pasó dieciocho años atrás. Pero supongo que teníamos que esperar para entonces.

Hermanas: La Venganza © ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora