Tercero.

187 32 12
                                    

Baekhyun ya está acostado en su cama, más no duerme, habla con sus amigos por una de tantas redes sociales en las que está registrado. El sueño, sin embargo le consume y sin quererlo cierra sus ojos, pero los abre de golpe al recibir una nueva notificación en su celular. Él de pronto siente que está viviendo un deja-vú.

—Flashback—

Tenía quince años. Estaba pasando la navidad en casa de su abuela. Cerca de Busan, muy lejos de Chanyeol; y vaya que era aburrido. La mayor parte de su tiempo la pasaba junto a él, ¿qué se supone que haría mientras se quedase ahí los siguientes días? Nada. Tan sólo aburrirse aún más cambiando de canal a canal en la antigua televisión de su abuela.

Su madre, al ver que de verdad la estaba pasando mal, decidió devolverle su celular, entonces Baekhyun lo tomó y comenzó a leer todos los mensajes que Chanyeol le había enviado los últimos tres días, inevitablemente sonriendo bobamente.

Ya en la noche, cerca de las doce, todos dormían, a excepción de él, quien continuaba hablando con su amigo. Chanyeol realmente era un tonto, siempre diciendo cosas bobas y sin sentido, pero que conseguían hacerle reír. Durante los siguientes días, se repetía el suceso. Baekhyun no se apartaba de su celular en ningún momento, siempre al pendiente de cada respuesta recibida. Su madre volteaba a verlo y rodaba los ojos, a pesar de estar sonriendo, cuando miraba a su hijo reír, chillar, bufar, suspirar, luego reír de nuevo y chillar..., con su mirada fijamente puesta en la pantalla de aquel aparato.

Cuando la conversación por mensajes de texto se tornaba aburrida, se divertían haciendo y diciendo tonterías por videollamadas. Aunque Baekhyun siempre hacía muecas ante las ocurrencias de Chanyeol, en secreto le agradecía por siempre estar ahí para alegrarle los días... La sonrisa torcida de su mejor amigo era contagiosa, y le encantaba verla, sin importar dónde. La manera en la que un ojo se cerraba más que el otro cuando él reía era adorable, aunque jamás lo admitía y lo hacía presente solo cuando le molestaba. Porque a Baekhyun le encantaba todo Chanyeol en sí.

La hora de dormir llegaba, mas ellos no obedecían a ella. Si bien tenían que terminar la videollamada, nadie les iba a prohibir seguir texteándose. Baekhyun suspiraba cada vez que miraba el reloj y notaba que cada vez se hacía más tarde. Le desanimaba acabar su noche con Chanyeol, más le alegraba saber que estaría ahí para el día siguiente, y que cada día que pasaba, estaba más cerca de volverlo a ver.

Éstas eran todas las cosas que Baekhyun ocultaba detrás de sus sonrisas causadas por el más alto.

En una de las últimas noches en casa de su abuela, el brillo que emanaba de su celular ocasionaban un ligero ardor en sus ojos, y cada vez que los cerraba para que no ardiese, Morfeo amenazaba con poseerle, por lo cual los abría rápidamente, mientras seguía esperando por una respuesta. Sentía que estaba tardando demasiado, y que cada vez todo se volvía más borroso..., y se durmió.
Pero, en seguida, la vibración de su celular sobre su pecho le despertó mediante un ligero susto. Cuando revisó éste, sonrió, y pudo volver a cerrar sus ojos tranquilamente, luego de leer su respuesta:

''Buenas noches, Baekhyun... Te quiero.''


—Fin flashback—

Al revisar aquella notificación, sabe que ya ninguna es de Chanyeol. Él aún no borra todos aquellos mensajes. Siguen ahí. Incluso, los lee una y otra vez cada noche, para que los recuerdos no le abandonen, y así no sentirse tan sólo.

Recuerdos. (ChanBaek/BaekYeol)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora