Cuarto.

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Es una fría tarde. En su casa, Baekhyun, desde su sofá, observa las gotas de lluvia resbalar por la ventana mientras da un sorbo a su café, tan sólo de vez en cuanto. Se siente cansado... Mas no físicamente, sino de tanto pensar en Chanyeol.

—Flashback—

Esa tarde llovía, de manera feroz, y los vientos que acompañaban la lluvia arruinaban cualquier sombrilla que se enfrentase a ellos. Baekhyun llegó a su casa totalmente mojado, la verdad no le importaba. Fue su primera opción luego de que Chanyeol le hiciese saber que tenía novia. Sí, novia. Casualmente se lo comentó mientras esperaban a que la lluvia disminuyese bajo el techo de su instituto, y posterior a unos incómodos segundos, huyó. 

El baño fue su primer escondite. Al mirarse al espejo no reconocía entre las gotas que caían desde su cabello, recorriendo todo su rostro y las lágrimas que empezaron a salir. ¿Qué hacía? ¿Por qué lloraba? Estaba más que claro: por idiota. 

Lo que había entre Chanyeol y él era incorrecto, y de ser así no duraría por mucho tiempo. En esos instantes Baekhyun se preguntaba si de verdad hubo algo entre ellos dos. La respuesta llegó a él al sentir que su mundo se desmoronaba lento, y doloroso. En cada lágrima que se desprendía de sus cuencas, se reflejaba con claridad uno de tantos recuerdos que la originaba. Y aunque antes simplemente se negaba a aceptar lo que sentía hacia su mejor amigo, ahora estaba más que claro, pero qué mas daba.

Baekhyun se echó en su cama después de una larga estadía en la bañera. Esa noche no cenó debido al profundo sueño que le invadió, resultado del cansancio que le provocó el sólo pensar en cómo vería a Chanyeol el siguiente día. Sin embargo no hubo ese día siguiente en el que estaba obligado a encontrárselo, pues, pese a la gran mojada que se llevó, ésa mañana amaneció totalmente abatido, envuelto en una gran fiebre, llena de moquera, y estremecimientos; y no se levantó de la cama durante el resto del día, tan sólo para hacer cosas mínimas como ir al baño, cepillarse los dientes, bañarse, etc.

Recibió muchas llamadas de Chanyeol, mas a ninguna respondió. Quizá estaba siendo muy exagerado, o dramático, pero sentía que ya no debía seguir en su vida. Es que, prácticamente le había hecho a un lado, sin decírselo o al menos darle pistas de forma indirecta que pudiese captar y asimilar con más simpleza y menos drama el asunto.

Tuvo un fin de semana largo al ser aquél día viernes. La tristeza solo le duró tan solo esas cuantas horas en las que tardó en dormirse, pues al comenzar éste, toda la tristeza fue reemplazada por amargura, hacia Chanyeol, hacia su familia, que había empezado a sentirla más fastidiosa que nunca, pero, más que nada, hacia sí mismo. Sen sentía como un verdadero estúpido, y no dejaba de reprocharse en su mente por haber confundido todo, a pesar de que a simple vista pareció obvio y todo lo contrario a lo que la ''realidad'' le estaba mostrando. 

Baekhyun escribió mucho en esos dos largos días de pesadumbre únicamente para él. Todo era dedicado a Chanyeol. Y eso le hacía sentir aún más tonto, porque era incapaz de dejar de verle por todos lados; relacionando toda su vida a él, volviéndolo su mayor prioridad... Y era entonces cuando, mientras asociaba aquellas palabras con la melodía de su piano, se escuchaba el canto de su corazón, y con cada bombeo, una lágrima más escapaba... 

Cuando terminaba de cantar, permanecía con sus manos aún sobre las teclas, con su vista perdida en alguna de ellas, sorprendido de haber conseguido un conjunto perfecto y sintonizado de la letra y la melodía que a primer instante pasó de su mente a papel pese a todas las emociones que le invadieron, preguntándose internamente si el arte y la inspiración eran fieles hermanas de la soledad y la tristeza.

Y las repetía. Cantó la misma canción constantemente, repitiendo esa frase que destacaba en toda la canción: ''You're my everything''. Porque así era, él era su todo, aunque no pudiese ser lo mismo para el otro;. Y al ser lunes de nuevo, decidió salir más temprano de lo usual, para no tener un encuentro no deseado con el susodicho, aunque de todas formas iba a llegar el momento de encararle... 

De verdad era temprano, casi nadie circulaba por la zona a esa hora, así que su andar era lento y tranquilo. Aferrándose a las correas de su mochila, con la mirada puesta y fija en el movimiento de sus pies, en su mente entonaba una y otra vez su canción.

Tantas imágenes atravesaban su pensar a la vez, imaginándose el escenario perfecto para no ser descubierto frente a su ser querido; sin embargo no pudo escoger una a tiempo, porque la voz de Chanyeol escapó de su cabeza y rebotó contra su oído, pronunciando su nombre de un modo melodioso, y aterrador a la vez. 

Todo el peso de la letra de su canción cayó sobre él al darse vuelta y verle, pero ésta perdió todo el sentido cuando sus ojos capturaron la sonrisa del más alto; entonces Baekhyun comprendió que sí, Chanyeol era su todo aunque no pudiese ser suyo realmente, porque después de todo, lo que importaba era él, y su radiante sonrisa. Esa que, tenía total certeza, le pertenecía sólo a él.

—Flashback—

Baekhyun sonríe con levedad al recordar que todo había sido simplemente una broma por parte de su mejor amigo. Su sonrisa se ensancha aún más, y da un sorbo a su café para que no se note, a pesar de que nadie está ahí con él. Ni siquiera Chanyeol, con su hermosa sonrisa, que ahora duda de que siga siendo suya.


Recuerdos. (ChanBaek/BaekYeol)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora