Capítulo 30.1

334 21 1
                                    

Su presencia esbelta e imponente, se erguía como una sombra de reluciente influencia y de extraordinario magnetismo entre las mujeres de todo el mundo. Aunque, en este caso seres mitológicos.
Lucy no dejaba de mirar aquel reluciente escaparate repleto de productos de su marca favorita: Chanel. Únicamente le faltaba que se le cayera la baba, cosa que no tardaría en hacer.

Mientras Nath seguía inspeccionando aquel curioso centro comercial de veinte plantas repleto de tiendas y de personajes de todo tipo. Podías llegar a ver hadas, brujas, duendes, trolls, hasta alguna que otra licántropo acompañada por su respectivo chucho. Sin embargo, Nath estaba ensimismada con la ultima tienda que había divisado: "El Sótano", una extraña tienda donde vendían artículos para brujas y demoníacos. Algo que a Nath le encantaba ya que era una diva frikus−tal y como la llama Lucy−, a la cual le encantan todos los fenómenos paranormales.

Lucy sin embargo se cansó de admirar aquello que no podría obtener en la vida ya que carecía de dinero. Suspiró y se apoyó en el cristal del escaparate, buscó a Nath con la mirada encontrándola en aquel balcón admirando la inmensidad del centro comercial.

Delante de las narices de Lucy vio a una pequeña Campanilla reluciente y vestida de verde con un diminuto bolso. Esta fanfarroneaba de su bolsito exhibiéndolo a todos mientras que lucía unas gafas de sol. Lucy achinó los ojos y se centró en el objeto que exhibía. Ni más ni menos: un bolso de Chanel.

−¡Será puta...!−Exclamó Lucy señalando a Campanilla.−Nath, ¡tiene un bolso de Chanel!

−¡Puta, tú!−Respondió Campanilla mediante un grito.−¡Eres tú la que va sin pantalones!

Lucy comprobó que aquello era cierto. Aun seguía vestida con la blusa de Alfa ya que había perdido su ropa por el camino. Rodeó los ojos y fulminó a la dichosa Campanilla como cuando quieres matar a tu mejor amiga porque ha colgado una foto en Instagram donde eres un Orco de Mordor digno del Señor de los Anillos.

Lucy rápidamente le dio un manotazo a doña Campanilla. Esta voló como un cohete hasta estrellarse contra una de las columnas de mármol de ese fabuloso complejo.

−Arreglado.−Espetó Lucy frotándose las manos satisfecha por su hazaña.−Nath, ¿dónde está Owak?

−Yo que sé.−Respondió Nath encogiéndose de hombros.−¿Te piensas que soy la del Tarot?

−Anda,−Dijo Lucy apartando a Nath del balcón.−voy a buscar yo a ese imbécil, porque tú no puedes hacerlo. ¡Inútil!

−¿Ya empezamos, gilipollas?

−¡Qué te calles, puta!

−¿Por qué lo mandes tú, mi zorra?

−Ogh. Paso de discutir, pedazo de mierda.

Lucy se asomó y empezó su búsqueda. Rápidamente divisó en la planta baja una enorme mancha verde. Volvió a agudizar la vista intentando averiguar si aquello era una convención de extraterrestres o un jardín de algas mágicas que te hacían adelgazar al instante.
No dudó en ir abajo y averiguarlo. Se dirigió a las escaleras mecánicas mientras que Nath la seguía. Esta solo la insultaba y le preguntaba el porqué de su huida ya que su amiga estaba algo rara.

Llegaron al corazón del centro comercial. Allí averiguaron que aquella mancha verde era realmente todos los elfos-criados que sosteniendo las bolsas de sus amos se mezclaban para poder escapar de ellos. Esto lo averiguando preguntando a una señora mayor que vendía helados justo al lado de la fuente.

−Vamos a tener que buscar a mi esclavo.−Mandó Lucy mediante un suspiro a Nath.

−¿Y ese vamos?

Dos lunas muy petardas#WYNA #PGP2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora