Allen POV
Aquél constante contacto entre sus labios y los míos provocaban en mí cierta alegría. Me encantaba. Me sumí en todo aquello que ni siquiera me dí cuenta, ya estábamos sin nuestras camisetas. Sólo podía pensar en el placer que Caleb me brindaba con su boca. Sus labios se sentían suaves y cálidos. Quería más de ellos. Los anhelaba en aquel preciso instante.
No pude evitar sumirme en aquél momento de puro placer. Me encantaba sentirme amado. Ser tocado con cariño. Esta sensación era lo mejor del mundo. Me pregunto hace cuanto tiempo no siento esto. ¿Desde que era niño? ¿Tal vez antes de nacer? No lo recuerdo con claridad.
Cuando Caleb paró de besarme, solo pude aferrarme a su cuello para que aquella sensación, aquél sentimiento no se desvaneciera tan rápido.
Caleb correspondió mi abrazo. Quede envuelto en un calor agradable e inmerso en el amor de un desconocido. Sólo hubiese querido que el momento no acabara. El de pelo castaño levantó su cabeza y me apartó violentamente. Él tenía una mirada un tanto asustada, como si lo hubieran atrapado haciendo algo incorrecto. Volteé la cabeza para poder divisar lo que Caleb observaba con culpa. Quede sorprendido de ver que era una mujer,
Era sumamente bella. De delicadas facciones en el rostro. Poseía unos grandes ojos azules maquillados con una sombra negra que los volvía más grandes aún. Una pequeña nariz y unos labios no muy gruesos le daban un toque de sensualidad. Su pelo era corto y ondulado, de un agradable color castaño oscuro. Tenía una silueta divina, como si la misma Afrodita hubiese encarnado en ella. Era de una estatura media y delgada. Vestía de una forma muy sutil esa noche; usando un vestido color azul oscuro hasta las rodillas, entallado por encima de la cintura y caía como una falda bastante amplia; para acompañar al vestido se utilizaban zapatos del mismo color y accesorios dorados.
- Buenas noches Caleb - dijo entrando y dejando sus llaves en un pequeño recipiente sobre la cómoda al lado de la puerta - ¿Quién es él? ¿Es un amigo? Mejor sentémonos para hablar mejor.
Ella tenía una voz angelical. Era armoniosa y sonaba muy amable. Nos sentamos como ella dijo; Caleb y ella juntos en un sillón y yo en el que estaba al frente.
- ¿Cómo te llamas muchacho?
- Soy Allen - respondí un tanto tímido.
- ¿Cómo conociste a Caleb? - me preguntó con un tono curioso.
No sabía como rayos responder, si decirle que lo conocí ese día en la cafetería, o cuando trataba de lanzarme de un puente. O mentir y decirle que era un antiguo amigo de la infancia. Caleb rompió el silencio,
- Nos conocimos hoy Emma. El vino al lugar donde yo trabajaba y se pidió un café. Él me pareció alguien interesante y decidí hablarle hasta que se fue. Lo encontré caminando unas horas después y lo traje aquí. Comenzamos a hablar de algo que el no quería. Lo abracé porque pude sentir su dolor.
- Oh... ya comprendo. Allen, cuando quieras, puedes venir a hablar con cualquiera de los dos - me dijo Emma con un tono compasivo.
Ellos continuaron hablando mientras yo me quedaba callado. Quería saber que tipo de relación guardaban ellos dos. No quería hacerme estúpidas ilusiones.
- Disculpa Emma... - osé a decir
- ¿Sí Allen?
- Quisiera saber que tipo de relación tienen - respondí tímido - Sé que no es de mi incumbencia, pero...
- Está bien Allen. Caleb y yo estamos saliendo hace un año. Hace un mes que vivimos juntos.
Justo lo que temía. Sabía que era mejor no aferrarme a algo tan rápido.
Tenía que irme...no quería pasar un segundo más en aquél lugar. Iría a casa... no... no a ese lugar. No soy bienvenido allí. Tal vez pagué un hotel de mala muerte de forma momentánea. Sería lo mejor que pueda hacer.
- Emmm... Disculpen la repentina visita. Debería irme ahora. Deben estar esperando en casa a que regrese. No quiero preocupar a mis padres más de lo necesario. Gracias por escucharme. Adiós Emma... - sentía que despedirme del chico sería muy difícil. Las lágrimas afloraban, pero no podía permitirlo - adiós Caleb.
Me fui lo más rápido que pude. Corrí para salir de complejo de apartamentos. Cuando me dí cuenta que ya estaba muy lejos para que me dieran alcance, disminuí la velocidad para solo caminar y pensar.
"¿Qué diablos me sucede? No puedo seguir pensando en lo que pasó. Debería dejarlo pasar. Allen, sabes que todos es temporal, no puedes seguir aferrándote a las cosas tan fácilmente. Dejemos esto de lado. ¿Dónde rayos pasaré la noche? No quiero volver a mi casa. Allí vivo el mismísimo infierno. Debería quedarme en un lugar barato. Tal vez en el parque estaría mejor"
Mientras caminaba, noté que no tenía el dinero suficiente como para pagar algo decente. Seguí caminando por un rato más hasta llegar al parque cerca de mi casa. Me senté en una de las bancas para pensar y darle solución a todos mis problemas. Pensaba, pensaba y pensaba y nada venía a mi cabeza. Decidí levantarme y volver a mi casa. No tenía otra opción. A fin de cuentas, no le importaba a nadie allí. Nadie notaría mi presencia.
Camino a aquél sucio lugar, me hallaba demasiado distraído como para ver las señales de tránsito del lugar, pues cabe decir que mi casa se encuentra en una calle concurrida. Mientras cruzaba la avenida, la bocina de un autobús que venía a toda velocidad hizo que vuelva en mí. No pude reaccionar tan rápido. Solo pude sentir el impacto del vehículo contra mi cuerpo, como volaba por los aires. Abrí los ojos cuando me encontraba tirado en el frío pavimento.
Pensaba: "Al parecer no volveré a casa. Tampoco volveré a ver a Caleb. Bueno, al menos me iré de este mundo tan cruel en el que nací".
Ví como el conductor del autobús se dio a la fuga. Quedé allí tirado envuelto en un charco de sangre.
Cerré mis ojos y así caí sumido en una oscuridad en la que tendría que estar para siempre.
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Don't Go [Yaoi/Gay]
FanfictionAllen es un chico que vive peor que ganado. Sus padres lo maltratan, en la escuela le hacen bullying. No tiene ningún propósito por el cual vivir. Un día decide terminar todo por si solo... ya en el borde de aquel puente, estaba decidido a saltar. P...