Séptimo llanto

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Allen POV

¿Cuánto tiempo había estado aquí sentado en la plena soledad?¿Un día?¿Una semana?¿Un mes?
Aquí en este frívolo lugar el tiempo no importaba.

En este limbo, lo único que evitaba mi aburrimiento era, por el lado de los entes vivientes, las voces y los hechos que podía imaginar y, por el lado de los muertos, las llamadas que me hacían para unírmeles, las penas, los gritos agonizantes y, en especial, los arrepentimientos.

Aún con tanto barullo en el lugar donde me encontraba, me sentía solo. No podía evitarlo...
Aunque, pensándolo bien, casi toda mi vida estuve solo.

*_* Flashback *_*

Mamá trabajaba como siempre. Papá ahogaba sus penas en el alcohol y yo, como siempre, estaba solo en mi habitación. No tenía con quien jugar. Era un alma inocente de tan solo 10 años, no podía evitar pensar en juegos de niños o en juguetes, a pesar de haber aprendido del mundo adulto y sus crueles realidades.

No tenía amigos en la escuela. Me tenían un miedo que, al menos yo, consideraba irrazonable. Incluso los profesores trataban de evitarme por mi visión tan negativa del mundo. Como consecuencia, crecí aislado de cualquier contacto humano... hasta aquel día que conocí a la persona que le daría luz a mi vida.

Un día mientras jugaba en el jardín, un niño pasó frente mío. Parecía muy popular ya que estaba rodeado de otros infantes, que asumí eran compañeros de clase por la sencillez con la cuál reconocí sus rostros. Por naturaleza era tímido, quería que se acercaran primero para invitarme a jugar, sin embargo solo pasaron de largo, rumoreando sobre mí, a excepción por aquél niño que había observado al principio.

Era un niño de pelo café claro, tez bronceada y  unos ojos azules muy penetrantes. Era como ver en ellos un océano infinito lleno de tranquilidad y esperanza. Él vestía una playera roja con un estampado de palmeras, pantalones cortos verdes y unas sandalias muy viejas.

El muchacho se me acercó y me tendió la mano. Como si de alguna forma quisiera entenderme.

- ¡Oye tú!¿No quieres venir a jugar con nosotros? - me preguntó.

-¡Ah!... no puedo hacerlo. Mis padres dicen que es incorrecto jugar con extraños.

- Si no se enteran, no pueden decirte nada.

El niño tomó mi mano a la fuerza y corrió conmigo a su lado. Me llevó a un bosque cercano de mi hogar, donde la mayoría de los niños iban a hacer esas "expediciones en busca del tesoro" que yo consideraba ridículas.

Mientras recuperábamos el aliento, el muchacho se esforzaba por hablar cuando no podía. Una vez recompuestos, la persona que me había traído aquí rompió el silencio.

- ¿Cómo te llamas niño? - me preguntó con un tono brusco, pero juguetón.

- Me llamo Allen.

- Yo soy Thomas. Puedes llamarme Tom, Tommy o como quieras decirme.

Desde ese día mi vida cambió. Había conocido a la persona más importante de mi inútil existencia. Pude creer que las expediciones en la búsqueda de un tesoro eran reales, porque yo había encontrado mi recompensa.

Pasó el tiempo y ambos teníamos 12 años. Eramos inseparables. Escapaba de casa todo el tiempo para estar con Thomas. Íbamos a la misma escuela e incluso a la misma clase. Por primera vez, pude tener una rutina igual a la de otra persona. Hacía bromas, reía con libertad y, sobre todo, cada uno compartía su vida personal, incluídos los secretos.

Un día, Thomas no vino a clases. A la mañana siguiente tampoco. La ausencia de mi amigo continuó por una semana entera. En mi preocupación, decidí ir a su casa para verlo y preguntarle que pasaba.

Corría y corría porque tenía un mal presentimiento acechándome. Me encontraba a pocos pasos metros de su casa y sólo observe una ambulancia, una señora llorando y lo que parecía see un cadáver. Fui acercándome lentamente, temiendo lo peor. La mujer que lloraba fuera de la casa era la madre de Thomas. Con mucha rapidez ella pudo reconocerme y casi de inmediato se lanzó a mis brazos sollozando y gritando palabras incomprensibles.

Cuando me acerqué al cadáver, destapé su rostro. En ese momento, entró en mi una mezcla de rabia y trisreza. Mi mejor amigo, la persona que había sofocado mi soledad, la persona que más quería en este cruel mundo, estaba tendida en aquella fría camilla con la cara ensangrentada. Se lo llevaron de inmediatamente a la morgue para prepararlo.

Mientras tanto, su madre, con pena y amargura, me contó lo que había sucedido.
El primer día de su ausencia a la escuela, Thomas se había caído de cabeza camino a esta. Él insistía que se encontraba bien, sin embargo fue llevado al hospital para realizarle examenes médicos que, al final, no habían revelado nada maligno. En el transcurso de la semana, desarrolló dolores de cabeza insoportables que podían ser controlados con medicamentos. Esa mañana, el día en que la vida de Thomas se apagara, él mostraba signos de encontrarse mejor. Cámbiose de ropa de dormir a uniforme con una determinación envidiable. La desgracia se desató cuando el muchacho, a punto de salir a la escuela, cayó al suelo y convulsionó. Simultáneamente comenzó a sangrar por todas las cavidades de su cabeza.

No pude despedirme. Hubiera querido estar con él en sus últimos momentos. Saber más cosas sobre él, pasar más tiempo juntos, reír más y jugar también. Todas las cosas  uenas que podríamos haber realizado, se convirtieron en una utopía inalcanzable, para luego desvanecerse en el mar del olvido.

Desde aquél día, la tenue luz que había permanecido en mi vida tan poco tiempo, se apagó abruptamente. De nuevo me encontraba en el abismo de la oscura soledad. Toda esperanza fue destruida y la tristeza volvió a dominar mi destino.

*_* Fin del Flashback *_*

Un momento...
Tal vez si voy al mundo de los muertos pueda encontrarme con Thomas de nuevo. Podría disfrutar con él. Hacer travesuras, volviendo a los viejos buenos tiempos.

Pensaba que sería lo mejor hasta que escuche una armoniosa voz. La voz de la persona que me había salvado de mi mismo. Caleb. A pesar de que no lo conocía muy bien, podía confiarle todo ciegamente, incluída mi vida. Me hablaba de muchas cosas, de como se sentía, su preocupación y de su alivio al saber que estaba bien, sabiendo que yo no podía responderle físicamente. Me senté de nuevo, al medio de ambos mundos, escuchando la dulce voz de Caleb, que emitía aires de cariño y bondad.

Con él a mi lado, siento que podría volver y empezar todo de nuevo. ¿Sería lo correcto?
Aún no sabía la respuesta, sib embargo dejaré que mi corazón, conforme pase el tiempo, decida el camino que quiera tomar.
Mi corazón deseaba ver a Caleb... lo mas pronto posible.

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I'm back bitches! XD

Hola! ¿Mucho tiempo, verdad?
Les soy sincera, no tuve tiempo para actualizar, sin embargo no me olvide de esta hermosa familia virtual que tengo. Escribi todas mis ideas en una libreta para luego redactarlas xD

Espero que puedan perdonarme por el hiatus. Ahora tengo tiempo libre para actualizar mis novelas :"v, porque estoy de VACACIONES!!!!!

Volveré a la escuela en 3 semanas, así que aprovecharé al máximo el tiempo para actualizar.

Ahora a redactar el siguiente capitulo para mañana :"v. Intentaré ponerme al día en mis horarios.

Hasta que nos leamos...

Nati_Biersack 💖

Que las ama de todo su corazón :3

Don't Go [Yaoi/Gay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora