Representado como un hombre corpulento, bajo y oscuro, el pombero es un duende protector de los pájaros que habita en las zonas selváticas del centro y noreste de Argentina. Ataca a toda persona que merodee por sus zonas de influencia cazando o molestando a las aves. Se lo considera especialmente hostil a los niños, ya que éstos suelen procurarse alimento o diversión dando muerte a la fauna avícola. Una típica advertencia de los padres de la región a sus hijos es que eviten a toda costa el alejarse de sus casas e internarse en el bosque, ya que el pombero, del que se sospechan propiedades vampíricas, es afecto a raptarlos para beber su sangre y dejar su cuerpos muertos colgados de un árbol.Hay individuos que, no obstante el carácter hosco del pombero, buscan alianza con éste, para lo cual le ofrecen como tributo tabaco para mascar. Una vez en confianza, pueden pedir de él favores como comida abundante (excepto carne de aves) y buena fortuna en general. Si, por el contrario, se desea ahuyentar al pombero de la presencia humana, nada mejor que cubrir los costados de las casas con ajo, lo que confirman la filiación vampírica del pombero.