Capitulo 9

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Llegó a la entrada del avión y la chica que estaba allí, la ayudó a buscar su asiento. Su lugar tenía el número B,15. Silvia caminaba entre la hileras de butacas, recordando, de que su productor le ofreció un vuelo privado y ella no acepto. Se arrepentía de haberle dicho que no. Ahora solo rezaba que no le tocara cerca del lugar donde estaba Jorge. Hasta atrás no lo veía, quizás estaba en la entrada y por estar distraída no lo había visto, o por lo menos eso era lo que ella deseaba. Llego a su lugar y puso su mochila en las gavetas que se encontraban en la parte de arriba. Estaba dispuesta a sentarse, pero su lugar se encontraba del lado de la ventana y sintió que su corazón comenzó a latir rápido. Jorge estaba en el lugar del medio. Lo bueno, era que estaba con su celular. Quizo salir corriendo o por lo menos ir al baño a refrescarse la cara, pero para su mala suerte ya estaban dando las instrucciones previas al despegue. Saco rápidamente sus lentes y se los puso; como pudo, paso en frente el volteando hacia el lado contrario en el que el se encontraba.

Jorge apago su celular e iba a tomar la otra parte de su cinturón para colocárselo, pero no lo encontró y vio que la persona que esta a su lado izquierdo trataba de embonarlo en la otra parte, pero no podía. Y de la desesperación soltó las fajas. Jorge volteo a verla, apagando su celular.

– ¿Necesita ayuda?

– No gracias, estoy bien. –dijo viendo hacia la ventana, observando cómo el avión se encontraba dando vuelta a punto de despegar.

– Esta temblando.

– Estoy bien.

– Yo no estaría tan seguro...

–¡Ya te dije que estoy bien! –dijo exaltada. Y de lo nerviosa que estaba volteo a verlo.

–¿Silvia? –dijo con cierta impresión, felicidad y confusión– ¡Que sorpresa! ¿Tienes vacaciones?

– Si, obvio que soy Silvia, y no, no tengo vacaciones –respondió.

–¿Te puedo hacer dos preguntas? –Silvia suspiró.

–Si.

–¿Segura que estás bien? Porque...

–Fue porque... casi pierdo el vuelo, por eso estaba temblando.

–Ah –expresó no muy convencido– Y dos, si no tienes vacaciones, supongo que vas a ir a grabar, o ¿me equivoco?

–Te equivocas, y creo que esos no son asuntos que tenga que tratar contigo. –Jorge asintió.

–De acuerdo, y ya me quedo claro que no quieres hablar conmigo. Perdona por la molestia. –respondió un tanto molesto. Se paro y se sentó en la butaca que estaba al borde del pasillo.
Silvia después de ver lo que hizo Jorge, se sintió mal por haberle respondido de esa manera. Pero por otro lado, tampoco quizo pedirle disculpas en ese momento. Volteo a verlo y tenía los audífonos puestos y los ojos cerrados. Supuso que se había dormido, así que retomó la misma postura que tenia antes. Miro por la ventana y el avión ya había despegado. Por lo menos esta vez el vuelo no sería tan "largo"; no soportaría estar allí, a lado del hombre el cual le causaba algo que aún no sabía describir.

Pasaron al rededor de 10 minutos y volteo a verlo una vez más; quería despertarlo y ofrecerle disculpas. Sin embargo, en ese momento la aeromoza le ofreció de algún servicio.

–¿Gusta algo de tomar, señorita?

–No, muchas gracias.

–De acuerdo. Me retiro.

–Señorita –interrumpió Jorge colocando sus audífonos en la pequeña mesa que tenía al frente– ¿Será posible que me pueda otorgar otro lugar?

–No, señor. El avión viene lleno, y el único asiento disponible es el que está entre la señorita y usted.

–Entiendo.

–De nada. Y cualquier cosa que se le ofrezca, solo háganoslo saber. –Jorge asintió.

–Gracias. –respondió. El espero a que la chica se marchara, y volteo a ver a Silvia.

–Jorge, no tenías que hacer eso...

–¿No dices que te molesto?

–Perdón ¿si? No esperaba encontrarte aquí y mucho menos que nos fuéramos a sentar juntos; me tomo de sorpresa todo esto.

–A ver, no es mi culpa de que nos haya tocado juntos. –aclaró con voz firme y serio; 

Silvia suspiro.

–Ya sé que no es tu culpa... –respondió con voz temerosa.

–Entonces ¿Por qué tanto me odias? –pregunto. Se volteó hacia ella– ¿Por haberte besado? ¿Por qué estoy tan guapo? O, ¿por qué ya sabes que estás empezando a sentir algo por mí? –preguntó.

Silvia comenzó a ponerse nerviosa; no sabía que responder, no sabía qué hacer, ni cómo reaccionar ante las preguntas inesperadas de él.

–Respóndeme y prometo que ya no te molesto. –suavizo su mirada. En ese momento vio los ojos verdes de ella y siento una corriente recorrerle cada parte de su cuerpo– E... Es más ni siquiera la... la mirada te dirijo. –aclaró; nervioso.
C
–Voy... al baño –se levantó y comenzó a caminar. Cuando iba en frente de él, Jorge la tomo por el abdomen y la regreso hacia dónde estaba y se paró en frente de ella. Silvia ante el contacto de estremeció.

–Solo respóndeme.

–No lo haré, ¿Me das permiso? –dijo con voz temblorosa.

–Esta bien. Entonces...

–Ya no insistas, dame permiso. –replicó. El suspiro y se hizo a un lado, resignado; mientras Silvia caminaba rápidamente hacia los sanitarios.

Giro la manija, juntó sus manos en forma de copa y se remojo el rostro. No podía creer que él le hubiera hecho ese tipo de preguntas. ¿Quién se creía para preguntarle eso? No tenía él derecho; o al menos eso era lo que quería creer. Aunque, por otro lado, tenía razón; ¿Por qué lo trataba así? En efecto, no era odio. No era odio, porque en cuanto sintió el contacto de sus manos tocando su abdomen, sintió un extraño cosquilleo recorrerle. No podía odiarlo. ¿Cómo odiarlo? Tiene unos lindos ojos color miel, una linda sonrisa, es guapo, inteligente, educado, se le hacen unos hoyitos hermosos en sus cachetes cuando sonríe, y lo mejor de todo es que besa muy bien. Aunque quisiera evitarlo; ya no podía sacarse de la cabeza a Jorge. Y desde ahí, supo que ya no era sólo atracción, que ya no era cuestión de la razón, o de las palabras. Lo que estaban sintiendo, era algo más de lo que ella estaba dispuesta a sentir por él. Algo dentro se había encendido; un sentimiento que nunca había experimentado tan fuerte. Un sentimiento que como el fuego cada vez va creciendo más y más...

Gracias por leer; espero que les haya gustado.
Twitter: SalinasNavarro.

El Fuego de Nuestro AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora