Capítulo 8: Confianza

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          Me desperté con algunas marcas rojas en el brazo. 

Apuesto a que fue por ese jabón de coches de anoche. Maldito sea ese chico, que seguía tirándomelo encima. Estúpido Phun. Mis brazos de piel clara ahora están cubiertos con manchas rojas. Ya no soy guapo. 

¡Es broma! Solo son pequeñas marcas. =p Esto no es nada para mí. No pueden arruinar mi belleza, ¡haha! Espera, ¿puede alguien llegar a llamarme presumido? ¡Será mejor que tengáis cuidado con lo que decís! 

Hablando de Phun, me acabo de acordar que me dejé el reloj en su casa. (Me lo quité antes de lavar la motocicleta. No quería que mi pobre Diesel se ahogase.) Será mejor que lo llame para recordarle que traiga el reloj a la escuela. Estoy muerto si pierdo ese reloj, mi abuelo me lo compró en Australia. 

Saqué mi teléfono e inmediatamente lo llamé. 

Tuve que intentarlo dos veces hasta que finalmente me lo cogiera. Pensé que ya se había ido a la escuela y por eso no podía escuchar el tono de su teléfono. ¡Pero finalmente respondió! 

—Ey, ¿qué pasa, Noh?—Dios, suena tan adormilado, realmente me desanima. ¡No me digáis que aún estaba durmiendo! ¡Ya son las 7 pasadas! 

—¿No vas a ir a la escuela? ¿Cómo es que aún sigues durmiendo?—Lo regaño por teléfono, pero él tiene el descaro de bostezar como respuesta. 

—Sí, no voy a ir. ¿Necesitas algo?—¡¿Eh?! 

—Sí. Me dejé el reloj en tu casa.

—Oh, sí. Lo guardé. ¿Puedo llevártelo mañana? No creo que pueda ir hoy a la escuela.

—Sí, claro. Pero, ¿cómo es que no vas a ir?—Sueno como si estuviese siendo un entrometido, pero no pude evitarlo y tuve que preguntar. Es el secretario del consejo estudiantil y también un estudiante de honor, ¿cómo puede ser posible que decida faltar a la escuela por un simple capricho? Especialmente cuando esa caótica competición de fútbol está al caer. Lo encuentro muy difícil de creer. 

Suena como si la persona al otro lado del teléfono estuviese indecisa. (¿Quizás estaba empezando a imaginarme cosas?) Finalmente encontró las palabras. 

—No me encuentro muy bien. ¿Podemos hablar después? Tengo mucho sueño.

—Claro, claro.—Cuelgo el teléfono, pero hay algo que aún me molesta. 

¿Así que no se encuentra bien? 



          Mi iPhone me dice que son las 8 de la mañana pasadas. Estoy frente a la gran mansión. Este es el tercer día consecutivo que me auto invito a este lugar. Ahora soy un fan incondicional de este lugar, ¿o qué? -_-

¿Qué debería hacer? ¿Debería tocar el timbre? Sigo pensando mientras camino de un lado a otro frente al portón. ¿Qué debería hacer? Ya son más de las 8. Solo quiero saber qué le ocurre y por qué no va a la escuela. Si no es lo que sospecho, entonces iré a la escuela después de averiguarlo. ¿Pero qué pasa si es lo que estoy sospechando...? 

¡Ugh! ¡Solo tengo que asegurarme! 

—¡Oh, khun Noh! ¿Estás aquí para visitar a khun Phun?—La suerte está de mi lado esta mañana. Resulta que la tía Noi estaba caminando por aquí cerca. Corrí felizmente hacia la puerta. 

—Sí, ¿qué pasa con Phun?

—Parece que no se encuentra muy bien. ¿Por qué no entras, khun Noh?—La anciana abre la puerta más pequeña para dejarme entrar. La saludo correctamente antes de caminar hacia la casa. 

Love Sick  Novela (La caótica vida de los chicos de pantalones cortos azules)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora