Love Sick Novela (La caótica vida de los chicos de pantalones cortos azules)

Capítulo 45: Podrías confiar en mí =]

          El tiempo pasa y el viernes llega. Hoy es el día en que la banda de nuestra escuela tocará en el convento para su evento de puertas abiertas. Después de una larga y agotadora reunión, decidieron enviar a mi banda.

Esto no tenía nada que ver en que mi banda fuera la mejor que hay o algo así, (rara vez practicamos juntos), pero fue porque nadie quería ir. Todo el mundo dio un montón de excusas como tener demasiados deberes para hacer, tener tantos informes para escribir o cualquier otra cosa que podría evitar el ir. Era extraño que nadie quisiera ir al convento. Al final, me enteré de que Pao (el baterista de mi banda) amañó con otros miembros del club y se negó a permitir que nadie se interpusiera en su vida amorosa. Dijo que volvería aquí con una nueva novia de ese convento. Bien entonces.

Phun estaba allí el día que entregué las solicitudes formales de ausencia para que pudiéramos tocar en el convento. (Para ser honesto, yo quería ir cuando él estaba trabajando esperando que las cosas hubieran sido simples con su ayuda) Pero cuando se dio cuenta de que sería mi banda la que tocaba, se puso muy molesto. Él siguió diciendo que si no iba junto con la banda, entonces no firmaría las olicitudes. El consejo estudiantil maneja estas solicitudes cada vez que los estudiantes dan permiso para ausentarse de la escuela. Ellos son los que verifican si las reclamaciones son válidas o no. Realmente divertido. La última vez Fi apenas tardo cuando firmó esto. Podríamos estar muriendo en una zanja por todo lo que le importaba. Él no hizo un escándalo como Phun en absoluto. (¿Entonces cometí un error al venir cuando estaba Phun para esto?)

Tuvimos una larga discusión. Phun tenía esa expresión odiosa en su rostro que me hizo querer patearle el trasero. Se negó a retroceder. Lo acepté permitiendo que fera con nosotros. Lo que sea. Sería genial tener un juego extra de manos para ayudar a llevar cosas.

Dejamos la escuela a última hora de la tarde del viernes para que pudiéramos traer nuestros propios instrumentos al convento. Me sorprendió lo que vi en la puerta una vez que llegué allí. Había una bandera de fantasía colgando en la puerta. "Bienvenidos músicos de xxx", dijo. ¿Lo hicieron el año pasado? No lo recuerdo.

Un grupo de nosotros entramos y todos estábamos confundidos. Algunos de los compañeros del cub encargados de ayudar a llevar las cosas que trajimos. Fue desconcertante cómo acogedor. (Jeed fue la primera cara que vi.) Las chicas nos llevaron al vestuario que tenía todo lo que podíamos haber pedido. Me quedé mirando en el espejo sólo para ver si todavía era el mismo Noh o si me había convertido en p'Toon de Bodyslam (que podría haber cometido un error ya que estamos incluso en términos de buena apariencia). ¿Qué diablos? El año pasado, todo lo que teníamos era una tienda de campaña cerca de la hierba abierta.

Todos dimos las gracias a los estudiantes antes de llevar los instrumentos al escenario para montarlos. Actualmente está vacío ya que el resto del evento está ocurriendo en el espacio abierto. Hay algunas chicas de secundaria que nos observan poniendo todo en marcha y haciendo la prueba de sonido.

— ¿Estás cansado, Noh? — Mientras estoy conectando el amplificador, Jeed se acerca y me da un poco de agua. Es bastante injusto por parte de ella sin embargo, teniendo en cuenta que estoy trabajando bajo las sombras y es bastante cómodo, mientras que el arte y nong Knott están trabajando bajo el sol abrasador. Ellos son los que deben ser atendidos por lo que la rechazo.

— No estoy cansado. ¿Te molesta meterme un poco de agua a mis amigos allá por la caja de resonancia? Probablemente se están muriendo en el calor. — Lo que dije debió haberle molestado, ya que parece un poco abatida.

— Oh ... mis amigas harán eso de todos modos— Me dice y continúa con la conversación. — ¿Has comido algo?

— Noh, come esto. Es muy jodidamente bueno. — Antes de que pueda darle una respuesta, la voz de Phun nos interrumpe. No sólo eso, él mete un enorme takoyaki en la boca. ¡Estúpido! ¡Está ardiendo!