10. Desequilibrio

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Sam

Han pasado tres días desde que se llevaron a Isabelle y con ella, a Jem.

Tres días en los que no hemos parado de buscarlos; en mi mente siempre quedara grabado la mirada de Will y Kenia, cuando llegaron, ilusionados, para ayudar, y saber que ya todo estaba perdido.

No poder saber nada de ellos ha sido la perdición para todos nosotros, en toda la casa, no ha habido nadie que durmiera en las últimas horas, la mesa de la cocina está llena de restos de comida chatarra y vasos de café.

 Hemos mantenido a Eadlyn al margen de esto, no merece pasar por todo lo que hemos pasado, durante este tiempo, todos han estado tan al pendiente de encontrar a Iz y a Jem, que no le han prestado atención, entonces, yo me he ocupado de ella.

  Will ha estado colaborando en todas las reuniones sobre la búsqueda de Iz y Jem, por el contrario; yo no he tenido la suficiente fuerza para ir, sobre todo, porque es muy difícil aceptar que probablemente jamás vuelva a ver a mis amigos.

  En su lugar he acompañado a Eadlyn, me senté a su lado cuando leía, hice trenzas en su cabello, y vi películas con ella, no me parecía justo que tuviese que pasar todo esto sola, menos sin saber que pasa en realidad.

­Hola Eadlyn – la saludo poniendo una cara alegre, que ni yo creo ¿Qué lees?

­El Principito –­ Dice, como si fuese obvio.

­ ¿Quieres ver una película?–­ Le pregunto

­–¿Podemos llamar a Izzi para que la vea con nosotras? 

­ –Izzi está de viaje con Jem.

­–Claro, como tú digas­–Dice, saliendo del cuarto y dejándome desconcertada.

Al día siguiente, reúno el valor suficiente para ir a ayudar con el plan de rescate.

Lo primero que veo es el usual panorama de la gran sala de estar, los muebles corridos y apilados en las esquinas; y el piso cubierto de mapas y chinches; sentados alrededor de los mapas, están todos reunidos.

Cuando me uno al círculo de personas, Clarissa, la madre de Isabelle, está señalando en el mapa puntos donde han sido vistos recientemente agentes de la ORGV.

Amigos–­ dice Kenia entrando en la habitación y cerrando la puerta tras ella. ­ Gracias a la ayuda de Will, hemos podido localizar a algunos agentes del ORGV– ­ cuando se acerca, le abren un lugar y traza en el mapa un punto azul– ­ Esta, es la zona en la que más se han visto – dice, encerrando todos los puntos en un gran círculo rojo.

En esa zona esta su segunda base, no muchos agentes saben de ella, es un almacén de armas, aunque también retienen personas allí – Explica Will – Lo más probable es que tengan a Isabelle y Jem ahí, pero tienen un sistema de seguridad muy avanzado,solo la huella dactilar  de un agente registrado en el sistema pueden entrar. Supongo que al no cumplir mi encargo, estoy oficialmente fuera, y por ende, deben haber eliminado mis datos del sistema.

¿Fuera del sistema? ¿Fallar misión? Todo esto solo puede significar algo... Will estuvo con ellos desde el principio.

Antes de que pueda replicarle a Will, Clarissa pone su mano en mi brazo, como si adivinara lo que iba a hacer, en señal de que lo dejara explicarse.

­Si te expulsaron ¿Cómo sabe que se encuentran ahí? – dijo uno de los hombres.

­No lo sé con certeza, solo es una suposición, aunque es lo más lógico, porque es su sede de mayor seguridad   –­ Replicó Will.

­Debemos de actuar rápido –­ dijo Kenia interrumpiendo a Will –  ­ antes de los muevan de lugar.

­Partiremos al amanecer – dijo Will, terminando la frase de Kenia.

Las horas se escaparon entre preparativos y explicaciones. Cuando termine lo que me correspondía, trate de dormir, pero solo termine dando vueltas en la cama, hasta que agarre un libro de los que había en la maleta de Iz y me puse a leer.

Lo que supongo que fueron horas después, sentí que me despertaban, aunque no recuerdo haberme quedado dormida, y gracias a mis recién adquiridos reflejos, solté un golpe.

Al abrir los ojos, veo que es Will.

­Lo siento Will, fue sin querer – Digo, descubriendo que mi golpe fue a parar a su mejilla – Pero sabes que tengo el sueño pesado.

­Está bien, te levanté para decirte que ya nos estamos alistando – dice Will frotándose la mejilla.

­–¿A estas horas?

­–Si, el camino es largo.

­–Bien, voy a prepararme.

Luego de salir del baño, busco unos pantalones deportivos y un suéter de lana negro; después recojo mi cabello en un moño firme sobre mi cabeza y bajo a reunirme con los demás.

Cuando bajo, todos están en torno a la puerta, listos para salir; instintivamente, busco a Will con la mirada, pero no lo veo. Al subir en uno de los autos, es cuando él llega y sube a mi lado.

Durante el camino, Will me explica cómo usar un arma en caso de necesitarla; momentos después, nos detenemos en lo que parece un conjunto residencial, todos empiezan a bajar de los autos, así que los imito.

­ A partir de aquí iremos a pie – dice Mak, el papá de Isabelle, yendo hacia la maleta y sacando armas.

Después de una interminable caminata, nos repartimos para cubrir el terreno cercano a una casa verde, que según tengo entendido, es la base que buscamos. Will entra primero con unos cuantos hombres, mientras yo me quedo con Clarissa, Mark y Kenia esperando entrar.

Todo estará bien, Sam­ –Me dice Kenia, poniendo su mano en mi hombro, en un gesto maternal­– Los sacaremos de ahí.


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