13. El comienzo de algo nuevo

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 Teresa me empuja todo el camino por el largo pasillo apuntándome con su arma, hasta llegar a una puerta, que toca tres veces.

El hombre que apareció antes, nos abre y me empuja dentro.

Hay una mesa y dos sillas, me hacen sentarme a la fuerza en una de ellas. El hombre se sienta en la otra, quedando frente a mí.

Después de tanto tiempo Sara García frente a mis ojos- Dice.

Se confunde de persona- Le respondo, con toda la calma que puedo- Mi nombre es Isabelle Parker.

Creo que la condundida eres tú, niña- Dice con autosuficiencia- Eres Sara García, nacida en Venezuela, hija de Clarissa y Mark García, también Venezolanos, pero inmigraron del país hace 20 años... Por la seguridad de su pequeña hija.

¿Qué gana usted diciendo todo esto esto?- Le pregunto.

Venganza- Dice, saboreando cada sílaba.

Escucho ruidos del otro lado de la puerta, y el hombre gruñe.

Nos encontraron- Susurra entre dientes.

Antes de que pueda reaccionar, saca un arma de su cinturón y me dispara en el hombro.

Empiezo a sentir la sangre correr por mi torso, cuando la puerta es derribada y unas cuatro personas entran por ella, a la cabeza, esta Sam.

Sus acompañantes someten al hombre en unos minutos y lo atan de manos y pies, mientras Sam corre hacia mí.

Te sacare de aquí- Me dice, abrazándome con cuidado.

Detrás de ella, Kenia se me acerca y examina mi herida.

Afuera hay un doctor –dice- es hora de salir de aquí.

Trato de ponerme de pie, pero mis piernas fallan. Antes de que caiga, Sam y Kenia me toman por los hombros, y juntas, salimos.

Afuera, me llevan a una camioneta, donde también esta Jem, que sostiene una bolsa de hielo sobre su cabeza.

¡Isabelle!- Exclama al verme, tratando de levantarse; pero igual que a mí, sus piernas fallan y cae.

Will corre hasta él y lo levanta.

Gracias- Le dice Jem.

No hay de que- Le responde, guiñándole un ojo.

Cuando me siento a su lado, Kenia llega con el doctor.

De inmediato se dedica a revisar la herida, y me dice, que por suerte, la bala no quedo alojada en mi hombro; Jem toma mi mano mientras el doctor limpia mi hombro y me da unos calmantes para el dolor durante las próximas horas.

¿Estás bien?- Me pregunta Jem.

Si- Le respondo- Estoy cansada, eso es todo.

¡Escuchen todos!- Grita un hombre- ¡Es hora de volver a casa! ¡Todo mundo a los autos!

Vamos- Dice Jem, tomando mi mano.

Sam, Jem, Will y yo, subimos a la parte de atrás de una camioneta, ninguno de los cuatro tiene ganas de conducir, así que Kenia se ofrece.

Nos cubrimos con mantas y nos acomodamos para dormir un poco.

Sam:

Tenemos a Isabelle de vuelta, eso es lo único que importa. Estamos juntos de nuevo y la herida de Isabelle sanará pronto; todo está en orden.

  Pero aun así, aunque no soy experta en estrategia militar, no puedo evitar preocuparme porque todo fue demasiado fácil.

Will, está dormido sobre mi hombro; mientras Isabelle está dormida entre los brazos de Jem, que también en brazos de Morfeo, descansa su mejilla sobre la cabeza de ella.

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