No intento nadar. Se dejo abrazar por el agua tibia y serena sin oponer ninguna resistencia. Descendía hacia el fondo de modo pausado y rítmico. Solo podía oír un leve murmullo de burbujas de agua, las que se habían liberado con el impacto y que ahora acariciaban la piel. Era el final, lo sabía, pero no tenía miedo, no era consciente de que nada la hubiera golpeado, pero sentía un escozor punzante en el brazo derecho. Entreabrió los ojos. Una nube de lodo la impedía ver. Los cerró de nuevo, y vivió a dejarse acunar por el agua, extendiendo los brazos. Empezó a sentir algo de mareo y trato de abrirlos nuevamente. Pudo vislumbrar el embarcadero, cuya madera parecía curva por las distorsiones provocadas por el reflejo del agua, y en el borde, una figura, alguien que parecía estar contemplándola
Nadar. Intentar nadar
ESTÁS LEYENDO
NUNCA DIGAS NUNCA
Teen FictionLa vida de jacq da un giro trágico e imprevisto cuando pierde a sus padres y se ve ombligada trasladarse a un pueblo de la sierra de Madrid. Mientras trata de reponerse, tendrá que adaptarse a un país que le resulta ajeno y a un grupo de desconocido...