I AM ZOE!

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Les platicaría de cómo son todos mis días, pero se aburrirían, no pasa nada interesante. A decepción de un lunes en el bus escolar.

En mi escuela hay clases de danza, o tienes deportes o tienes danza y pues a mi grupo nos toco danza.

El profe nos puso a bailar folclor o baile folclórico como lo conocen en México. Yo amo bailar, bailo de todo, pop, hip hop, canciones ochenteras, el pollito pio, pero lo que es el folclor lo odio, no me gusta, aun que debo de admitir que lo bailo muy bien, pero no es de mi agrado.

Nos hizo bailar hasta morir, ¡sin descansos!

El profe es estricto solo cuando quiere y al parecer hoy le dio la gana de hacernos sudar como cerdos, y lo peor las clases de danza me tocan dos horas seguidas, ¡OH MY GOD! Para colmo sin descansos ¿A caso quieren matarme? Y no solo eso tengo que cruzar el puente de no sé cuantos metros, para poder irme en taxi y después bajar un cerro de 11 mil metros para poder irme en camión para que me lleve a mi dulce casita, ya que mi mama no me puede recoger porque tiene que llevar a mi hermano a la escuela a la misma hora que salgo, que triste mi situación.

Toca para salir de la escuela ¡Por fin a mi casita! Aunque tenga que pasar por ríos, tormentas y lagos para ir solo por un taxi. Camino a la salida de la escuela y Vanessa me dice:

-Oye ¿ Y si mejor en vez de cruzar el puente de la muerte nos vamos en el camión escolar?

¡OH MY GOD! ¡Porque no lo había pensado! Solo tengo que tomar el bus escolar para poder ir a mi casita ¡Y ya! Puff que tonta soy ¡¡PIENSA MAS MAS ZOE!!

-¡Claro! Estoy demasiada cansada que me podría desmayar caminando el puente de la muerte y caer al vacío donde se encuentran los demonios del inframundo para que se coman mi alma.

-Hahaha ¡Ya no exageres tanto Zoe! hahahah .

-Haha sabes que soy una exagerada de primera, debes de estar acostumbrada.

- Y lo estoy-. Me dice Vanessa.

Vanessa la conozco desde 2do grado de secundaria, ella y Britany son mis mejores amigas, las tres quedamos en diferentes preparatorias, pero por momentos mágicos ya estoy con Vanessa.

De vez en cuando nos vemos, en verdad, muy poco, en la preparatoria de Britany les dejan demasiada tarea y no tiene tiempo para salir o vernos, además de que su mama no la deja salir mucho. Así que la mayoría del tiempo soy yo y Vanessa.

Ya que estábamos frente al camión escolar, al subir me agarro de un tubo o barandal que tiene el bus escolar a los lados, me imagino que son para los que van en silla de ruedas o discapacitados y agacho mi cabeza para ver el escalón, piso el segundo escalón, alzo la mirada y chocan con unos ojos cafés, nos quedamos mirando muy pocos segundos porque luego yo corte la mirada y me dirigí a mi asiento.

Eran los ojos del chico misterioso.