2~ Escuela II

175 23 9
                                    

Definitivamente, esta había sido la mañana más aburrida que he tenido

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Definitivamente, esta había sido la mañana más aburrida que he tenido. Desesperada sólo contaba los segundos para que esta primera clase tuviera su fin, puesto que comúnmente, los primeros días de clase eran un poco pesados y aburridos. El timbre sonó al fin anunciando la conclusión de esta primera clase y creo que si se tardaba un minuto más, yo misma lo haría sonar. Tal era mi desesperación que cuando salí del salón, tropecé con tres chicas que estaban paradas frente a la puerta.

- ¡Fíjate por donde vas espantapájaros! - gritó una de ellas, justamente la que menos soportaba.

- Nadie te mandó a estar en el medio. - le dije al momento de empujarla para quitarla de mí camino.

- ¡Oye espantapájaros! ¿Cómo te atreves a tocarme? - gritó una vez más. Suspiré hastiada y me di la vuelta para acercarme. Ella, me miraba con aire desafiante, pero no lograría intimidarme.

- Por lo menos espanto pájaros. - dije bastante irritada y noté como muchos se acercaron a nosotras para observar la escena, algo que no me hacía gracia en lo absoluto. - En cambio, tu no espantas ni una mosca, estúpida. - proseguí. Al instante, todos los que me escucharon se echaron a reír y, aunque no buscaba exaltar la ofensa, no les negaré que eso me hizo sentir un poco mejor. Ella roja del enojo quiso contrarrestar mis palabras con una bofetada, sin embargo, detuve su mano justo a tiempo y apretándola bastante fuerte, le dije:

- No te atrevas a ponerme un solo dedo encima. - intensifiqué aún más el agarre que tenía en su brazo, lo que provocó una expresión de dolor en su rostro. - No sabes lo que puede pasarte, así que deja de molestarme, Alicia.

Les cuento, Alicia era una de las chicas más odiosas e insoportables de mi escuela y siempre andaba acompañada de sus dos fieles seguidoras Lisa y Elisa, hermanas, por cierto. Este trío, por desgracia, siempre había pertenecido a todas mis clases, por lo que desde siempre nos hemos llevado mal. Sin embargo, ya les había dicho a las hermanitas, que no sería su presa para molestar, pero a Alicia, eso aún no le había quedado claro.

Solté a Alicia con la intención de apartarme e irme de ahí, pero esta me lanzó un golpe nuevamente, atinando esta vez. Eso era lo único que faltaba para que mi paciencia se agotara y con toda la rabia que tenía la tomé por los cabellos, la tiré al piso y me monté encima de ella para golpearla sin compasión. Más y más personas llegaban a ver esta pelea y aunque en realidad no quería meterme en problemas, en lo único que podía pensar, era en darle una buena paliza a Alicia, quien, gritando como loca, intentaba cubrirse de los golpes con sus manos, pero yo estaba furiosa, así que la golpeaba una y otra vez.

La cosa es que todo se volvió un caos, escuchaba a muchos chicos que gritaban mi nombre, otros gritaban el nombre de Alicia, y otros sólo gritaban cosas inentendibles, pero entonces al final del otro pasillo, se escuchó otro alboroto, sin embargo, lo que hizo que me detuviera fueron las manos de la maestra Robles que me agarraba fuerte del brazo para separarme de Alicia.

- ¿Qué es lo que está pasando aquí? - pregunto bruscamente y rápidamente, todo mundo se fue a sus salones de clases. Alicia, que logró sobreponerse, se levantó quejumbrosa y exagerando sus gritos hasta más no poder dijo:

- Kate me tiro al suelo, comenzó a golpearme, sin razón alguna y sólo por gusto. Yo me acerqué a ella para conversar como buenas compañeras y de la nada comenzó a maltratarme. - ¿Ya les comenté que Alicia era manipuladora por defecto? - Sí cree que estoy mintiendo, Lisa y Elisa son mis testigos. - Por esa razón, eran inseparables, porque hacían todo lo que Alicia les decía y sin objetar.

- Quisimos hacer algo, pero Kate no nos dejó y nos empujó hacia una esquina, maestra. - dijo Lisa. - Creo que es muy violenta y no sabe controlar sus impulsos. - secundó Elisa.

- Nada de lo que dicen es verdad. - solté para interrumpirles. Es aquí donde necesitas público y no aparece nadie que te ayude. De todas maneras, la Sra. Robles les creyó y me tomó una vez más por el brazo para llevarme a su salón favorito: El salón de detención.

¡Este día no podía ser peor!

******************************************

¡Hola! ¡Cuanta emoción hay por aquí! 

Gracias pos sus lecturas y apoyo. ¡Nos vemos en el próximo capítulo!

Besos.

♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥

Nosotras Cuatro [EN FÍSICO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora