Prefacio

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Mientras el viento azota el cabello en mi cara, dejo que caiga una lagrima. Solo una y nada más. La única que he derramado desde que tengo memoria. La única muestra de debilidad que puedo dar, pero que lastimosamente nadie se dará cuenta.

Siempre supe que todo en mi vida era acerca de riesgos y dolor, acerca de matar o vivir, de ser la presa o el cazador, de dejar ir. Y ahora es cuando pago las consecuencias de haber intentado ir en contra de todo eso.

La carretera se hace interminable, no quiero saber a dónde me va a llevar, solo sé que seremos mi moto, mi arma y yo. Nada más.

Me llamo Lara, tengo 26 años y desde ayer deje de vivir.

La Serpiente NegraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora