La Serpiente Negra

CAPITULO 2

Entramos en el estacionamiento de la "prestigiosa" universidad. Con las elevadas colegiaturas de esta escuela podría vivir un año una familia de clase media. Pero al menos valía la pena, Sol la aprovechaba al máximo. Yo solo daba vueltas por ahí y hacia negocios. Tenía un buen trato con el director: yo fingía ser estudiante a cambio de una buena suma de dinero. Todos tenemos un precio, el también.

Siempre iban a ver un precioso Audi a5 en color negro, seguido de una Harley 883 negra. SIEMPRE. Sol y yo somos algo digno de ver, somos todo lo contrario, ella blanco y yo negro, ella el día y yo la noche, ella claro y yo obscuro.

Estacionamos en los mismos lugares, exclusivos. Ventajas de tener el control sobre esta escuela. Ella se baja de su auto y coloca su bolso en el hombro. Llegamos 15 minutos antes de la hora de entrada, así que nos quedamos charlando.

-¿Qué planes tienes para hoy Lara? –Pregunto ella

-No lo sé aun, estoy esperando una llamada –Saque mis cigarrillos y encendí uno. Uno de mis tantos vicios.
-¿Qué te parece si cenamos juntas? ¿Podemos pedir pizza? ¿Qué dices?

Ya veía venir una buena noche. Sol solo hacia estas cosas cuando quería hablarme de chicos, cuando se metía en problemas o quería convencerme de algo. No me podía negar a ella, a ella no.

-De acuerdo. Solo recuerda pide...

-Cualquiera, siempre y cuando no tenga piña –Interrumpió. La maldita me conocía bien. Entendido. Oye –Se acercó a hablarme al oído – ¿Ya viste quien te observa? Tu fan número uno.

Era el mismo chico, de todos los días, todos los meses desde hace 2 putos años que entramos aquí. Se estacionaba frente a nosotras, llegaba antes y caminaba justo detrás de nosotras a entrar a clases. No sabía quién era, solo escuche que sol dijo que se llamaba Alaric y que era sobrino del director. En realidad me importaba una mierda si era el hijo perdido del papa o del mismísimo Obama.

-No me interesa si es mi fan, mi tapete o mi basura. –Conteste con indiferencia.

-Vamos Lara, ese chico está enamorado de ti desde que te vio. Su mejor amigo me lo dijo. Solo que no sabe cómo acercarse a ti. –Dijo mientras volteaba a verlos. Él se paraba frente a su camioneta con los brazos cruzados sobre el pecho, su mejor amigo a un lado, viendo hacia nosotros. Yo conocía a su mejor amigo, pero esa, es otra historia.

-Sabes que a mí no me interesa nadie –Replique de vuelta

-Lara, desde que te conozco no te he visto salir con nadie. Creería que eres virgen de no ser por la caja de condones que hay en tu habitación –Y en efecto, era de todo menos virgen.

-Sabes que no debes de entrar a mi habitación.

-La vi una mañana que entre a despertarte. Además, no es como si estuvieran escondidos, estaban junto a tu mesita de noche. Muuuy a la vista –Sonrió y movió las cejas hacia arriba, con expresión de burla y asombro.

-Bueno, como sea. No entres ahí. Además ese Andrick, Alfred o como se llame no me interesa –La conversación es interrumpida por el timbre de mi teléfono.

-Diga

-...

-¿En dónde estaba?

-...

-En el mismo lugar.

-...

-Si, como eso de las 2:00 am

-...

-Sí, ya saben. Sin comida, solo líquidos.

-...

-Sí, saben que me gusta jugar. Preparen todo.

Con esto corto la llamada y Sol me voltea a ver.

-¿Qué fue eso?

-Nada, solo el negocio que te conté. Se cierra esta noche. –Sé que quiere saber de qué se trata, pero no digo más. Es lo mejor por ahora. Suena el timbre de entrada a clases y, literalmente, me salva la campana. –Vamos Sol, vete a clases, yo andaré en los alrededores, si necesitas algo, llama. Te busco más tarde.

Con esto, ella camina hacia el edificio de salones, y yo hacia la oficina del director, hoy tengo cosas que hablar con él. El tal Andrick y Jean Carlo se van tras Sol. Así, como todas las mañanas ellos desaparecen mientras yo me divierto por ahí.

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N/A: La foto adjunta es de la pequeña Sol.

Este capitulo es algo corto y no tan interesante. Pero hay que empezar a conocer a los protagonistas. Espero les guste. Besitos :*