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CAPÍTULO EDITADO


La mesa de los amigos de "Chris" estaba llena de chicos. Ni siquiera sé por qué seguí a Daniel y deje a ese dios griego solo en la mesa.

—¿Se  puede  saber  quién  es  ese chico?—Pregunto Daniel captando la atención de todos. Unos de los chicos sonrió.

—Su nombre es Alexander McVey—Dijo otro, Creo que se llama Max.

—¿Quién o qué es?—Pregunte esta vez yo y Daniel me miró alzando una ceja. Yo me encogí de hombros y escuche al chico.

—¿Quién rayos no conoce a Alexander McVey?—Dijo otro y comenzó a reírse. Lo quedé mirando sin reírme y él se callo.

—Alexander McVey. Es conocido en el ring como «La bestia» es un luchador de peleas ilegales ¿Cómo no has escuchado sobre él? Pelea los lunes miércoles y viernes...—Explicó Chris.

—¿Peleas ilegales?—Pregunte sorprendida. Mire hacia la mesa en donde seguía sentando y quite rápido mi mirada cuando nuestros ojos se cruzaron.

—Si, Peleas ilegales. No están autorizadas por el gobierno ni por nadie. Se realizan en  El foso y como es de menores son de aficionados...Alexander se gana la vida peleando, Gana mucho dinero.

—¿Por qué le dicen la bestia?—Pregunte y al encontrarme nuevamente con su mirada mis mejillas se sonrojaron.

—Es una bestia peleando—Soltó otro chico—Hoy va a pelear ¿Quieres ir a ver?

Asentí con la cabeza pero luego negué con la cabeza. No soy fan de la violencia en absoluto y no me gustaría ir a un lugar en donde se pelean a muerte.

—Iremos...Para que Brooklyn vea lo peligroso que es ese tipo.

Daniel estaba enojado y lo sabía porque solo cuando se molestaba me decía Brooklyn ¿Pero de que se molestaba? Yo que sepa no había hecho nada malo que lo moleste.

—¿Brooklyn?—Pregunto ¿Max? Y yo agache la mirada. No me gustaba que me digan Brooklyn porque me recordaba a mamá.

—Es solo Brook—Aclaré y me levante de la mesa para irme—Y no iré a esa maldita pelea.

Jale mi mochila y me aleje dando cortos y rápidos pasos. ¿Quién se creía? El no me obligaría a ir ¿Quién se cree? Es mi hermano no mi padre.

Las horas pasaron y ahora me encontraba en clase de deporte. El uniforme consistía en un pequeño short color azul y un polo corto blanco...¿A esto le llamaban uniforme?

Trate de anchar más el polo jalándolo de los lados para que no me quedé tan pegado y luego me lo puse. Ate mi cabello en una cola y entre al gimnasio.

Creo que era la única chica de la clase incómoda con el uniforme ya que las otras incluso lo tenían más alto ¿Cómo podrían hacer deporte con eso? El polo ajustado...A la hora que corran se le movería todo y el short corto se pegaba a las piernas y yo odio mis piernas.

—Diez vueltas a la cancha ¡Ahora!—Baje mi short y corrí hacia la cancha de atletismo.

La primera vuelta estaba todo genial, Iba atrás claro pero yo estaba corriendo bien...La segunda vuelta me sentía más cansada...Me sentía muchísimo más cansada. La tercera...Ya no podía más en la tercera. En la cuarta vuelta podía sentir mi corazón comenzar a latir más y más fuerte...El aire me faltaba.

Pare de golpe y apoye mis manos sobre mis rodillas. La garganta se me había cerrado...¡No puedo respirar! Las manos me estaban temblando mientras intentaba calmarme...Respira respira.

Sentía el corazón en mis oídos. Cerré mis ojos y los apreté fuerte mientras trataba de recibir un poco de aire...Sentí como alguien agarro mi mano y luego tocaban mi cara.

Este era mi fin. ¡Yo no quería morir aún! Tenía una larga lista de cosas que quería hacer antes de mi muerte. Quería conocer a los miembros del Omaha Squad y violarlos, Quería salir en una película...Me gustaría escribir un libro y también quería tener un sexy novio.

—¡Brook mírame!—Grito una voz masculina y abrí los ojos.—Eso es, Respira hermosa, Respira.

Las manos de Alex estaban tomando mis mejillas. Los ojos se me llenaron de lágrimas y mire nuevamente al suelo cuando siento como me toman de la cintura y me levantan como si fuera una pluma.

Se acercó a una de las gradas y subió dejándome con cuidado sentada a su costado. Tomo mi pequeña mano entre las suyas y empezó a besarlas, Estaban heladas.

—¿Te gusta cantar? No sé cantar pero esto...creo que funcionara—Carraspeo—Eh...La lechuza la lechuza hace shhhh hace shhhh Quédate calmadita, Quédate calmadita, Hace Shhh hace Shh.

Mis latidos comenzaron a calmarse y el aire poco a poco iba volviendo. Solté una carcajada al escuchar lo que estaba cantando. ¿La lechuza hace Shhh? ¿En serio?

—¿Estás mejor? ¿Te sientes mejor? ¿Me puedes responder?—Asentí con la cabeza.

—Estoy mejor...Gracias—El no me soltó por lo que yo tampoco lo hice.

—Acabo de salvarte la vida ¿Crees que me harías un favor?—Emití un sonido con mi boca parecido a una afirmación—Hoy tengo una pelea y necesito que estés ahí...¿Puedes ir...por favor?

—Claro—Respondí sin soltarlo.

El asintió con la cabeza y bajo las gradas hasta llegar al lado del profesor y ambos empezaron a conversar. A los pocos minutos Daniel llego a mi lado.

—¿Qué pasó? Hace mucho tiempo que no te daba una crisis ¿Qué ocurrió? ¿Estás bien? Lamento lo del receso—Daniel beso mi frente y yo lo abrace.

—Estuve corriendo...Lamento si te preocupé Daniel—Escondí mi cabeza en su pecho.

—¿En dónde está tu inhalador?—Me encogí de hombros.

—No lo sé. Sabes que no es usual que me den estas...Crisis asmáticas ¿Bien? Solo fue un descuido. No volverá a pasar Daniel.

—Quiero que lleves contigo tu inhalador...Solo por precaución—Asentí con la cabeza y voltee para ver a Alex pero él no estaba.

Sonreí nuevamente, No puedo creer que me he calmado escuchando "La lechuza hace Shh"

Domando a la bestia | DALB #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora