Historia de un Secuestro [LEMON HOT] - (MINHO - JONGHYUN)

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Sonidos provenientes de afuera de la habitación me despertaron de golpe, y reconocí una voz, era Jonghyun, sentía miedo con solo escucharlo, y eso no cambiaría.

Me senté en la cama con la espalda apoyada en la pared con las sabanas todavía cubriéndome, desde que estaba allí no había tenido unas sábanas tan suaves como esas, de cierto modo las sentí como un regalo de Minho hacia mí, y no quería dejar de sentirlas rozando mi cuerpo.

Se abrió la puerta de golpe entrando Jonghyun a la habitación, cerrando la puerta de nuevo, automáticamente trate de alejarme de él pero la pared me detuvo, había entrado él solo y por primera vez cerraba la puerta quedando solos él y yo, sabía que eso no era bueno, sin darme cuenta estaba temblando del miedo.

- Hoy tengo tiempo para ti bonita.- Dijo mientras se acercaba lentamente a la cama, relamiendo sus labios.

Yo me acurruque mas donde estaba, no tenía a donde ir, solo era cuestión de tiempo a que me hiciera lo que había ido a hacer.

Se inclinó en la cama y extendió su brazo agarrando mi pie derecho fuertemente y de un jalón me estiro en la cama, yo solté un grito de angustia, se puso encima de mi colocando mis brazos a los lados de mi cabeza tomándolos fuertemente, me estaba lastimando, yo me movía constantemente para salirme de su agarre pero eso parecía divertirlo más aparte de que intensificaba más su agarre, sentía que me quebraría las muñecas en cualquier momento.

Intentaba besarme mientras yo movía mi cabeza de lado a lado impidiendo que lo hiciera, de pronto tomo mi rostro colocándolo frente al de él con fuerza.

- Así solo harás que me excite mas.- Dijo, yo cerré mis ojos y sentí sus labios junto con su lengua tratando de entrar a mi boca, yo la mantuve cerrada, me daba asco si quiera el pensar en dejarme besar por él.

De pronto dejo de insistir pero una cachetada desvió mi cabeza haciendo que gritara levemente, las lágrimas empezaban a salir solas.

- ¡Quédate quieta!- Gritó, me tomó de nuevo del rostro y me besó, esta vez no puse resistencia, ese beso sabia horrible, y la sangre que salía de mi labio roto lo empeoraba más.

Yo me dejaba besar pero apartaba mi rostro a los segundos, Jonghyun empezó a desvestirme ferozmente, yo solo lloraba y gritaba cada vez que sentía como me arrancaba cada prenda de ropa.

Él se quitó su camisa con una sola mano, mientras con la otra seguía sujetándome fuerte, bajó el cierre de su pantalón y lo bajo un poco junto con su ropa interior. Se detuvo a buscar algo en el bolsillo de su pantalón, pude ver lo que buscaba, era un condón.

- Me cuido yo, no creas que es para ti.- Dijo mientras lo abría, se levantó un poco para ponérselo.

En ese momento yo aproveche para tratar de escapar de él pero fué en vano y lo enojo más, como pudo me sujeto y me dio otro golpe en el rostro, grité más fuerte, sentía mi cara arder.

Sacó su correa del pantalón y me amarro por las muñecas a la cama, estaba muy apretada y me lastimaba mucho, ya no tenía escapatoria.

Me agarro por mis muslos apretándolos, nada de lo que hacía era delicado, todo lo hacía para dañarme, para que sintiera dolor, abrió mis piernas ampliamente y vi como una macabra sonrisa se le dibujo en sus labios.

- ¡No por favor! ¡No!.- Le suplique.
- ¡Cállate!- gritó y me golpeo de nuevo.

Me estaba apenas recuperando del golpe que recibí cuando sentí una punzada terrible en medio de mis piernas y una presión que me generaba mucho dolor, grité instintivamente al sentir como había entrado con brusquedad en mí, él se reía y gemía con satisfacción.

A partir de ese momento mis gritos y llanto no paraban, él no se inmutaba ante ellos, me penetraba fuertemente, entraba y salía de mi como si estuviera poseído, intentaba besarme, besaba mi cuerpo apretaba y mordía mis pechos, todo lo que hacía me producía asco y dolor.

Durante todo ese rato no dejada de golpearme cuando se le antojaba, ya mi vista estaba borrosa por las lágrimas y los golpes que algunos habían impactado cerca de mis ojos.

El tiempo se había detenido para mí, no sé cuánto tiempo habría durado eso, pero lo recuerdo como una eternidad, cuando finalmente paro, yo estaba desecha, mi cuerpo no paraba de temblar, me sentía débil, mareada y sobretodo asqueada de mi misma.

Se apartó de mí con una enorme sonrisa en su rostro, parecía satisfecho, tomó su ropa y su cinturón, se vistió y me tiró mi ropa en la cama.

- Estuvo bueno... tal vez te visite más tarde.- Dijo mientras se amarraba el pantalón para luego salir de la habitación cerrando la puerta.

Me quedé allí tirada en la cama sintiendo dolor en todo mi cuerpo, me acurruque en forma fetal desnuda con la mirada perdida en cualquier punto de la habitación, había experimentado lo peor que le puede suceder a una mujer, había sido abusada brutalmente.

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Una palabra : fuerte, que opinas?

Gracias por leer!

Espero sigas leyendo esta historia

XOXO