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A la mañana siguiente desperté y él ya no estaba, salí a la sala y lo encontré allí escuchando música.

Al verme me sonrió se levantó del sofá y me dio un tierno beso en la frente, eso se sintió muy bien, en ese momento tuve una leve sensación de tranquilidad, tal vez así iba a ser mi vida.

A decir verdad Minho y yo no hablábamos mucho, nos trasmitíamos más las cosas con miradas, yo no era muy directa con él, todavía sentía vergüenza cuando estábamos juntos, por lo general soy una persona muy tímida.

Todas las noches se metía al cuarto y hacíamos el amor... si, hacíamos el amor, al menos así lo sentía y no descansábamos ni un día, parecía que esperábamos todo el día para eso, la intensidad no bajaba, y todas las veces que lo hacíamos yo lo sentía como si fuera la primera vez, no me cansaba de él.

Pero por las mañanas siempre me despertaba sola en la cama, no entendía por qué pasaba eso, pero al salir de la habitación lo encontraba como de costumbre en la sala o me dejaba una nota en la mesa diciendo que volvería más tarde.

Todo me estaba empezando a resultar muy confuso, cómo en la noche podía ser tan tierno, incluso tan expresivo y cercano pero en el día todo cambiaba, parecía que todo fuera incómodo entre nosotros, no se mostraba del todo distante pero no era tan efusivo como cuando compartíamos intimidad.

Trataba de acercarme a Minho de alguna forma pero no se me hacía fácil, no se cerraba ante mí, pero no sabía cómo acercarme a él para entablar alguna conversación, de verdad quería conocerlo, y algo en sus ojos, en su forma de mirarme me hacían sentir que tal vez él quería lo mismo pero nunca pasaba nada.

Una noche empezamos nuestra tanda de sexo más temprano de lo habitual y al terminar quedamos despiertos un rato yo me levante para ir al baño pero antes buscaba algo de mi ropa para taparme, Minho me miraba confuso.

- ¿Qué haces?- Preguntó
- Voy al baño...- Respondí colocándome la camisa.
- ¿ Por qué te cubres cada vez que terminamos de hacer el amor?- Preguntó de nuevo, esa pregunta me tenso completamente, no encontré forma de responderle así que me quede callada.- Te he visto desnuda muchas veces, te he sentido y te he tocado, no debes sentir vergüenza de que te vea desnuda ¿no crees?.- Continuó, yo me sonroje en el acto.

Tenía razón, todo lo que habíamos hecho ya era para que me diera ese tipo de confianza, lo mire a los ojos, respire profundo y me quite la ropa, Minho me sonrió victorioso y yo fui al baño.

Al salir Minho me esperaba desnudo también en la cama me indicó que me acostara junto a él y empezó a besarme tocando cada parte de mi cuerpo, yo acariciaba su espalda y no paso mucho tiempo para que su miembro se volviera a despertar y yo sintiera húmeda mi entrepierna producto de sus besos, casi sin darme cuenta ya me estaba penetrando de nuevo con la exquisita suavidad con que siempre lo hacía.

Así paso un mes más, me gustaba estar consciente del tiempo en ese momento, nuestra rutina no cambiaba y aun y cuando me gustaba y lo deseaba empezaba a sentir que algo no estaba del todo bien, necesitaba más de él, necesitaba saber que pensaba él, que sentía, y yo también necesitaba decirle muchas cosas.

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En búsqueda de respuestas!

Muchas gracias por leer!

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XOXO

Historia de un Secuestro [LEMON HOT] - (MINHO - JONGHYUN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora