2 de Abril 2016
Me encontraba sentado en el salón de la casa donde habían solicitado mi ayuda para su hija, en química. Mi madre me suplico por favor que ayudara a la hija de su amiga, y no me pude negar ante la mirada ámbar que ella posee.
Te traje zumo.- Marta, la compañera de trabajo y amiga de mi madre era un trozo del mismo cielo, cada vez que no podía ir a por Pattie, mi madre ella hacía el favor de acercar a mi madre a casa.
Muchas gracias Marta.- Di un trago al zumo de Naranja y lo volví a poner en la mesa.- ¿Tardara mucho más en llegar? - Pregunté. Llevaba más de quince minutos esperando a Megan la hija de Marta, y no aparecía.
No lo creo.- Miro por la ventana.- Me dijo que llegaba en diez.- Marta volvió a mirar y se sentó a mi lado. - Quiero advertirte que Megan es difícil de tratar, Justin.
¿Por que dices eso, Marta? - Una chica de diecinueve años era lo suficiente mayor para comportarse por si sola.
Megan es algo complicada. Puede ser extremadamente dulce o un completo desastre. - No entendía a donde Marta quería llegar.- Sólo ten paciencia Justin, con ella la necesitaras.
La puerta de la entrada sonó, avisando que alguien entraba en la casa.
Megan cariño, en el salón.- La voz de Marta resonó por toda la casa.
Limpie el polvo de mis pantalones y me puse de pie mientras esperaba la llegada de la famosa Megan. Se escucho un tacón resonar por la casa, hasta que apareció con una sonrisa en la puerta del salón.
Tenía un azul claro pero intenso en su mirada, junto con unos labios rojos color cereza, totalmente humedos. Una sonrisa acompañando sus labios, totalmente radiante con una melena castaña cayendo por su espalda. Cada vez que volvía a mirar aquellos ojos, me decían que esta chica acabaría siendo mi perdición.
Él es Justin cielo, es quien te va ayudar en Química.- Su madre me dio paso para acercarme a ella.
Un placer Megan.- Me acerque a ella, pero sin tener ningún tipo de contacto.
El placer es mío, Justin.- Mi nombre lentamente entre sus labios era completamente excitante, pero tenía que mantener la compostura, y más delante de Marta.
Si queréis iniciar las clases, estaría genial.- Animó Marta. Megan asintió despació haciendo un gesto para que la siguiera. El culo de Megan se movía al ritmo de sus caderas, un caminar demasiado provocador para una chica de tan sólo diecinueve años.
Megan abrió la puerta de su habitación dejandome un espacio para poder pasar, y segundos después cuando me encontraba dentro cerro la puerta.
Y cuéntame Megan, que días estás disponible para que podamos dar clase?- Megan me miro y sonrío dulcemente, mientras pasaba sus mechones detrás de sus orejas para dejar libre su radiante cara. Tenía una piel de como la porcelana, y unos rasgos como creada de la misma diosa Afrodita.
Pues tengo libre los Martes y Jueves, a ti Justin te va bien?- Acababa de ser extremadamente dulce, y estaba derritiendome cada vez que mi nombre salía de sus labios.
Sí, vendré cada Martes y Jueves a las 18:00. Cualquier día que no puedas lo podemos posponer, pero avísame con antelación, si puede ser Megan.- Le sonreí cálidamente.- Este es mi número.
Vale, cualquier cosa no dudaré en llamar.- Se sentó a mi lado.- Muchas gracias por sacar tiempo para ayudarme en Química.- Me sonrío nuevamente con dulzura.
No es nada guapa, pero ahora tengo que irme.- Me puse en pie, esperando a que ella también realizara la acción.
Claro.- Volvió a sonreír.- Te acompaño a la puerta.
Camine esta vez yo por delante de ella, hasta llegar a la puerta de salida. Megan volvió a sonreír pero esta vez solo mostrando una mueca, sin saber que decir.
Entonces, nos vemos el Martes.- Le dije antes de irme. Megan iba hablar, pero la voz de Marta la interrumpió.
¿Ya te vas querido?- Ella se acerco a nosotros mientras secaba sus manos con un trapo de cocina.
Sí Marta, empezaremos el Martes. Ahora tengo cosas por hacer.- Le sonreí a medias.
Cuídate y ten cuidado al volante.- Cuando ya tenía la vuelta realizada para irse, volvió a preguntar.- Justin, sigues con aquella chica? La rubia, no se si su nombre era Sofia.
Sofia.- Siendo sincero ahora no podría clasificar mi relación con Sofia.- Bueno, se podria decir que si. Llevamos unos meses algo hundidos.
Entiendo.- Contesto Marta. A todo esto la mirada confusa de Megan, y su ceño fruncido reflejaban molestia.- Era por que haremos una cena este sábado es por si la querías traer, pero como ya veas Justin. Sin presión.
Se lo comentare a Sofia, gracias por la invitación.- Sonreí y volví a mirar a Megan.- Hasta pronto.
Y camine hacía mi Sirocco, puse rumbo hacía el hospital, para una larga tanda de transfusión para mi pequeña Soffi.
Sofia y yo dejemos nuestra relación hace tres meses atrás, seguiamos viendonos y teniendo algún encuentro exporadico y listo, el sexo en confianza siempre es mejor. Pero hara alrededor de un mes le encontrarón cancer de leucemia. De momento lleva un par de tandas de transfusión de sangre y el apoyo que le brindo y el de los demás, le ayuda a sobre llevar todo, día a día.
Sofia no se merecia algo como lo que estaba padeciendo, pero las personas más bonitas al final son las que peor lo pasan en esta vida. La vida es tan jodida que eres fuerte o buena suerte.
La suerte viene y va, y Sofia esta empezando a ser fuerte psicologicamente por que si no, por desgracia no saldra de esta.
Al llegar al hospital, hice el recorrido habitual hasta llegar a la habitación donde se hospeda Sofia, 410. Di dos suaves golpes a la puerta y asome mi cabeza por el pequeño espacio de la puerta.
Sofia me brindo una sonrisa un tanto dura de ver pero bonita a la vez. Me acerque a su camilla donde también estaba su madre.
Hola preciosa.- Bese suavemente sus labios y me sente junto a su madre. Entrelace mis dedos con los de Sofia, por que siempre tenia el deber de protegerla.
AQUÍ EL PRIMER CAPÍTULO ESPERO QUE OS GUSTE, Y APOYÉIS LA NOVELA PARA CONTINUAR ADELANTE!!!!
El personaje famoso de Sofia es Gigi Hadid!!!
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MY DOWNFALL || J.b
FanfictionJustin nunca hubiera llegado a pensar que una chica, de tan sólo diecinueve años pondría su vida completamente al revés. Le aportaba tantas cosas buenas pero el triple de malas. Megan tenia a todo aquel que quisiera en la palma de su mano, pero el c...