MY DOWNFALL || J.b

Capítulo 5

Los ojos curiosos de Megan recorrían mi cuerpo de arriba abajo una y otra vez. El silencio en el salón de mi apartamento hacía que nada más escuchara mi respiración sonora, mientras que el pie de Megan revotaba una y otra vez contra el suelo con un tic nervioso. Un gruñido sonó proviniendo de mi vientre, necesitaba ingerir algo urgentemente.

-¿Donde esta la cocina?- Pregunto posicionándose de pie con su mirada curiosa.

-A mano derecha de la entrada.- Le conteste severo.- ¿Para que? ¿Gustas algo para beber?- Le pregunte poniéndome de pie.

-Hay que alimentar ese vientre gruñón.- Me sonrío alegre y camino hacia la puerta. 

Observe todo el tiempo detenidamente a la morena que tenia delante de mi mientras cocinaba alguna delicia para cenar. Megan era un trozo del mismo cielo, y sentía como cada vez se incrustaba más y más en mi cabeza. Me pregunto un par de veces por donde se encontraba alguna cosa para poder realizar la comida, mientras puse la mesa para dos. 

Como un destello de luz paso por mi cabeza la imagen de Sophie, había prometido mandar un mensaje cuando estuviese en casa. Me senté ocupando una de las sillas y empecé a teclear en el teléfono para Sophie.

Justin: "Hola cariño, ¿Como te encuentras hoy?"

Shopie: "Hola amor, muy cansada siento que algún momento voy a dormir por días. ¿Qué es de tu día?"

Justin: "Aguanta un poco más cielo. Mi día no esta siendo nada entretenido, estoy viendo deportes mientras ceno."

Mire a Megan mientras seguía acabando de cocinar para los dos. Me sentía una persona asquerosa por mentir a Sophie, pero si ella supiera que estoy aquí junto con Megan por mucho que no haya amor de parte de los dos, le molestaria.

Mi móvil volvio a vibrar.

Shopie: "Ojala pudiese estar en tus brazos esta noche, buenas noches Justin. Te quiero."

Justin: "Que me gustaría a mi tenerte, buenas noches cariño."

Bloquee el teléfono y mi atención fue nuevamente completa de Megan, quien me ofreció un plato en la mesa con la sonrisa más dulce de todas.

-Esta delicioso cariño.- Megan me miro atenta a los ojos, quizás tendría que haber evitado el ser tan afectuoso.- Realmente me sorprendes Megan.

-Me gusta escuchar eso.- Me respondio con su mirada más oscura y dando otro bocado a su plato. - Cariño.

Trague duro y me faltaba el instante por un segundo. Di un trago a mi cerveza y seguí por acabar mi plato.

-¿Como esta...- Me pregunto sin acabar la frase.- ¿Shopie?

- Ella esta mejorando.- Me sonrío como respuesta.

Megan

Estaba tumbada en el sofá del salón de Justin con las piernas sobre sus mulos mientras el acariciaba mi espinilla mientras observaba la televisión. Podía apreciar su perfil con calidad, él enserio estaba muy bueno, podía jurar que es de los chicos más guapos que he visto en mucho tiempo. 

Él giro a verme y me dio una cálida sonrisa al ver que estaba admirando cada lunar que tenia por su cuello.

¿Ocurre algo?-  Su mirada curiosa esperaba una respuesta.

Nada importante.- Le respondí volviendo a mirar la televisión.

Ahora vengo, tengo que tomarme una pastilla.- Me retiro las piernas y camino desapareciendo del salón.

¿Pasa algo con esas pastillas?- Mi duda no pudo mantener la boca cerrada. 

Sólo es para el dolor de espalda.- Él volvió para sentarse junto a mi otra vez.

Eso podemos solucionarlo, quítate la camiseta.- Le hablé. Me alzo una ceja de forma juguetona, podíamos darle un segundo sentido y soy la primera que no se impone a ello.

El obedeció y pude contemple todo su torso desnudo y a mi merced. Me miraba esperando a que prosiguiera.

Ahora recuéstate, y solo relájate.- Justin se tumbo ocupando todo el sofá,  me senté a horcajadas encima de su trasero y mis manos empezaron a deslizarse por la ancha espalda de Justin.

Después de unos escasos quince minutos escuchando gruñidos y suspiros por parte del castaño, me retire de estar sobre su trasero y le pregunte si se encontraba mejor.

Eres maravillosa Megan.- Me respondió mientras se acomodaba de nuevo en el sofá.- ¿Cuando será nuestra fecha de matrimonio? - Me pregunto riendo.

Me tomo por sorpresa esa pregunta irónica, sabia con certeza como coquetear y ganarme a un chico, y Justin no iba a ser menos, pero el hecho de pensar que soy una maravilla de mujer iba a durar en su cabeza unos pocos telediarios.

Seguro que es pronto.- Le lancé un  guiño y me recosté de nuevo en el sofá acabando de ver el programa.