Los copos de nieve caían del cielo nocturno, estrellándose contra el parabrisas del coche, y __________________ Lambert miraba con ojos cansados cómo los limpiaparabrisas los apartaban frenéticamente. El rítmico sonido la arrastraba inexorablemente hacia el sueño. Antes de que los párpados se le cerraran, se apresuró a bajar la ventanilla. El aire frío la golpeó como una bofetada en el... rostro. Respiró hondo.
El vuelo desde Nueva York se había retrasado, y al llegar a Chicago descubrió que el hotel del aeropuerto había alquilado su habitación reservada. Sin sitio donde alojarse, había decidido ir a la casa que sus padres tenían junto al lago en vez de perder tiempo buscando una habitación de hotel. Eran dos horas en coche. Pero si había acabado bajo una tormenta de nieve no había sido por las prisas para llegar a casa, sino más por bien porque no soportaba perder el tiempo.
Después de once años viviendo en Nueva York, y siete años trabajando en el despiadado mundo de las relaciones públicas, había aprendido a aprovechar hasta el último minuto del día. No perdía tiempo en nada que la apartase de su vida profesional. Hacía ejercicio sólo porque el gimnasio era un buen lugar para establecer relaciones laborales.
Pertenecía a siete organizaciones profesionales porque eran nombres que pesaban mucho en su currículo. Y durante siete años había trabajado dieciséis horas al día porque ése era el único modo de hacerse socia de la empresa.
—Entonces, ¿qué demonios estoy haciendo en North Lake, Wisconsin? — murmuró para sí misma.
Su hermana menor, Emma, la había llamado unas semanas antes para pedirle que fuera a casa antes de San Valentín. Emma había planeado algo muy especial en la casa del lago, pero se había negado a darle más detalles. Sólo le había dicho que los Lambert estarían presentes. Los padres de _______________ se habían casado el Día de San Valentín, treinta años antes, por lo que no era difícil imaginarse el propósito de su hermana.
Una versión electrónica de la Pequeña Serenata de Mozart interrumpió los pensamientos de___________________. Agarró el móvil y lo volvió a arrojar al asiento contiguo tras mirar el identificador de llamada. Brian. La había llamado al menos veinte veces desde que _____________________ saliera de Nueva York para un viaje de negocios a San Francisco, y ella seguía sin responderle.
_________________ y Brian habían sido pareja durante dos años, y él había previsto ir a North Lake con ella y conocer a su familia. Pero en el último minuto había cancelado el viaje, alegando compromisos laborales, y fue entonces cuando ______________ se dio cuenta de que su relación era una pérdida de tiempo.
Entre los viajes de negocios y las reuniones de trabajo, apenas habían compartido tres noches en el último mes.No era gran cosa, teniendo en cuenta que vivían en el mismo apartamento. Miró con ojos entornados a través de la nieve, buscando la indicación a West Shore Road. Hubo un tiempo en que se conocía hasta el último palmo de North Lake. En aquel pequeño pueblo había pasado todos sus veranos, hasta que se marchó a la universidad. Pero a pesar de los años que había pasado lejos de aquel lugar, y en medio de una fría noche invernal, pudo sentir cómo la recorría un arrebato de emoción.
Recordaba cómo había hecho frenéticamente el equipaje el día después de que acabaran las clases. El viaje de Chicago hasta el lago en una atestada furgoneta conducida por su madre. Su hermano mayor, Evan, sentado en el asiento delantero y manejando la radio. Ella sentada entre sus otros dos hermanos menores, Emma y Adam. El más pequeño de todos, Teddy, semiescondido en el asiento trasero entre las maletas y las cajas de provisiones. Sus hermanos siempre viajaban con los bañadores puestos, de modo que podían saltar directamente de la furgoneta al lago sin tener que cambiarse.
Pero _________________ siempre tenía otras cosas en mente. A cada kilómetro recorrido, crecía su emoción e impaciencia. ¿Qué aspecto tendría? ¿Seguiría igual a como ella lo recordaba o habría cambiado? ¿Y ella, había cambiado? ¿Cómo la vería él? ¿Sería aquel verano el verano en que finalmente se atreviera a besarlo? Año tras año, viaje tras viaje, sus pensamientos siempre se habían concentrado en él. Incluso ahora, se sorprendió a sí misma volviendo a los viejos hábitos. Ian Somerhalder.
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¿En tu cama o en la mía? (Ian Somerhalder & _____)
Teen FictionEl adolescente perfecto ahora era todo un hombre... y un magnífico amante. ________________ Lambert no esperaba que aquella breve estancia en la casa de campo de la familia con motivo de la boda de su hermana fuera a poner su vida patas arriba. Pero...