Capítulo dos: La confesión

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"Las otras personas han estado en primer lugar en mi vida y yo en el segundo."

-Siendo de esa manera siempre te decepcionas.- dijo mi mejor amiga.

-Puede ser.- tenía una sensación de amor y odio.

Entonces escuché la bocina del auto de mi padre, para llevarme a mi casa luego de unas horas de haber platicado con mi mejor amiga una noche.

-¡Adiós! Te veré en el colegio.- dijo ella luego de besar mi mejilla.

-Adiós, gracias por escucharme.- luego de haberme terminado de despedir me dirigí para el auto y me subí.

-Hola ¿Cómo la pasaste?- dijo mi papá.

-Hola papá, bien, la pasé muy bien.- Me concentre en mirar por la ventanilla y pensar en mi mejor amiga la cual me atraía de alguna manera.

Llegamos a nuestro hogar y luego de pasarla bien juntos nos fuimos a dormir.
Al otro día me desperté y lo primero que pensé fue en escribirle a ella, a Shirley, como siempre sus respuestas eran sin tomarme confianza, si tendría que dar un ejemplo a como lo era, el Everest era mas caluroso que ella.
Conocí a sus amigas, de esa forma vi como realmente era, una persona graciosa y sensible, bajo toda esa capa de frialdad ella era de esa forma, esa forma que tanto me gusta en una chica.
Todos los días me pasaba encerrado en mi habitación sin demostrar algún interés por ninguna cosa, en mi família era "el chico que no le importa nada". De esa forma lo único que me hacía feliz era ella, por alguna extraña razón me atraía más que ella fuera de esa forma conmigo, me incitaba a querer conquistarla y para luego de haberlo hecho decir "por fín lo logré", pero el problema es que también me gustaba era mi mejor amiga...
Entonces sin perder más tiempo con Shirley decidí hacer lo que tanto quería hacer.
Miré al suelo.
-Me gustas.-
-...-
De pronto un silencio tan incómodo invadió el entorno, mi cabeza se llenaban de palabras negativas por su reacción. Deseaba no haberlo hecho, cuando de repente escucho que empieza a hablar.

-Y...¿Qué querés que responda a eso?-

Auch, eso dolió...ignoró mi confesión, lo contaré como un rechazo, ¿Y ahora que haré? ¿Me quedaré como un estúpido con ella luego de este rechazo?

-Shirley, no quiero ser molesto pero...me gustaría saber lo que piensas.- Mi pena ya se había marchado luego de lo que pasó así que la miré a los ojos.

-No estoy lista para esto, aún no te conozco muy bien.-

¡Tsk! Puras excusas, seguramente es porque soy feo y no le atraigo fisicamente, entonces muy decidido digo.

-Ya me voy, te escribo en la tarde, adiós.-

Caminé a mi casa, en el camino pensé en todo lo que había ocurrido era todo totalmente ridículo, yo...pensando en que podía tener algo serio con alguien que ni siquiera me trata de la forma adecuada, el problema era yo, siendo así de estúpido en pensar que alguien podría quererme.

Cuando llegué sólo pensaba en dormir, estaba muy cansado y muy triste, ofrecí todo a esa persona sólo para que me diga que no era tiempo cuando ella ya me conocía y estuve mucho tiempo a su lado sin haberle fallado ni una vez y entonces me dormí.

Abrí mis ojos, ya estaba de noche. Estire mi brazo para agarrar mi celular, el cual había dejado en la mesa de luz.
Al encenderlo veo una notificación. Un mensaje...de Shirley.

LO QUE OCULTA UN ADOLESCENTE. (UN CAPITULO POR SEMANA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora