Capitulo 27

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—puede besar a la novia— dijo el juez

《No te besare estúpido》mi cabeza pensaba eso.

Ricardo me tomo de mano atrallendome a el, puso sus labios con los mios, no me podia negar que dirian los demás 《que no lo amaz y es sierto》 mi subconcie te me hacia sentir mal. El beso paso rapido. Las ganas de vonitar me invadieron pero tenia que ser fuerte.

Mi madre me abrazo al igual que mi padre deseandomos que fueramos felices. Charlotte me veía muy sonriente se veía hermosa con su vestido verde combinada perfectamente con su piel.

—felicidades hermana, que sea muy feliz, que bueno que encontraste el amor— 《claro que lo encontre, esta a ciento de kilometroa de mi, allá en Nueva York, es James》

—gracias, espero y tu también lo encuntres como lo hice con James — me tape la boca por lo que había dicho

— ¿perdón? ¿James?— dijo Charlotte desconcertada

—olvidalo me acorde de el, ya que no vino a la boda— me mordi el labio inferior para calmarme

—está bien— dijo un tanto tranquila

Brandom se acerco a mi y me abrazo con todas sus fuerzas

—tranquila, pronto esto se acabara, te desaras de el, te lo prometo, de mientras intenta estar tranquila— dijo susurrando

—eso espero— dije abrazandolo de igual forma.

Estabamos en el jet de Ricardo el cual nos llevaria a la cabaña de su familia. Yo veia por la ventanilla las estrellas, relucientes en el cielo.

—¿quieres comer algo?— me pregunto Ricardo. Voltee a verlo enfrente estaba una azafata, rubia, no muy alta con los dos primeros botones de su traje sueltos 《si lo quieres seducir haszlo y llevatelo lejos》 mi cabeza ya había procesado esa idea loca.

—no, gracias— regrese mi mirada al ventanilla

—tienes que comer algo— su voz era tierna

—no quiero, entiende— dije sin quitar la vista del cielo

—esta bien, a mi traeme fruta y un jugo

Escuche los tacones de la afazata alejarse

— ahora regreso— lo vi fe reojo, se había acomodado su saco

se alejo,se había ido por el mismo lugar de la azafata, que daban los baños y más atras un tipo comedor

—estúpido—susurre

al cabo de 20 minutos más o menos salio acomodandose de suevo su saco.

—regrese— mensiono con una enorme sonrisa

—para la otra no tardes mucho— le conteste seca

—¿celosa?— había creado una sonrisa maliciosa en su rostro

—no— me acerque más a donde estaba— pero has menos evidente de que me engañas

—¿me viste?

—no, pero se a que ibas - me recargue en el sillón mientras cruzaba los brazos—  y otra cosa, puedes rebolcarte con quien se te de la relagada gana, no me inporta, mientras que nadie se de cuenta claro. Porque no pensare acostarme contigo

—genial, pues que lastima, que no quieras, porque pensaba hacerte grirar del placer— me contasto en un tono pícaro

—favor de aprochar sus contirones estamos a punto de aterrizar— mencono el piloto

"Recuerdos"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora