Capítulo 30

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Abrí lentamente los ojos para acostumbrarme a la claridad, me quede ahí sentada en la cama. Mire al reloj que había de un lado marcaban las 10:02 am me levante tome una ducha como era costumbre, me puse una busa color rosa pastel junto con unos tantalones color negro y nos tenís color blanco.

Estaba desayunando cuando escuche la puerta de la entrada abrirse solo lo ignore pero era dificil ya que se escuchaban carcajadas

—hola, mi amor— dijo Ricardo a mi espaldas— parese que amaneciste de mal humor

Me di la vuelta para verlo pero no estaba solo había una chica más joven que yo; pelirroja, blanca, ojos verdes, buen cuerpo

—¿qué quieres?— dije me mala gana

—un beso

—ni lo sueñes

—vengo a decirte que tal vez no llegue— tomo una manzana que había al lado de mi

—solo no dejes que te vea la prensa y todo estara bien— regresé a mi desayuno

Escuche como los pasos se alejaban. Ternime de comer ahora estaba libre ¿qué podía hacer? Tenía el día libre. Mire mi celular y marqué el número de mi hermano

—hola, hermanita

—hola

—¿cómo te fue?

—pues hasta ahora bien, Ricardo se fue a, no lo sé ¿beber? ¿ir por un buen sexo?— Brando se hecho a reir

—que bueno que al menos te dejo sola y ¿por qué a buscar sexo? ¿qué le dijiste?

—solo que nunca ne acostoría con el, que si puede tener a todas las amantes que el quiera pero no me iba a acostar con el

—sabia que no te dejarias, otra cosa, ya estoy con la demamda he decidido que cuando tenta las sufucientes pruevas que le manden el citatorio

—eso es genial, es algo raro, porque tan solo ayer me case

—sí, lo sé, otra cosa, cuando regreses— hizo un pausa— tendras que ir con los detectives al lugar donde murio, Javier— trage fuerte eso era algo muy malo, para mi

—claro, dentro de un mes

—sí

—bueno, te dejo para que trabajes agusto

—adiós ____

Colgué, decidí ponerme a ver películas todo el día. Eran las 1:15 de la madrugada, apagué el televisor y subi a dormir, no me importaba donde estuviera Ricardo. Me desperte de golpe al escuchar ruido abajo

《Ricardo》 pensé. Debe estar ebrio era mejor no molestarlo me volví a acurricar en la cama, dandole la estalda a la puerta. Esuche los pasos pero se detuvieron en la puerta. Escuche el sonido de la perilla y podía ver la sombra de alguien tenía miedo. sentí la respiración de Ricardo en mi cuello

—preciosa— susurro en mi oido, me abrazo por atras tocando lentamente mi vientre— vas a ser mia quieras o no

Me volteo quedando el arriba de mi

—¡dejame!— grite y lo intentaba quitarmelo

—¡cállate!— me dio un cachetada, las lágrimas empezaron a salir— te dije que seras mía o no

Empezó a besar mi cuello pero intentaba que me soltara. Empezo a a levantar mi blusa no queria que abusara de mi.
Ya que estaba arriba de mi alze con fuerza mi pierna para pegarle en la entrepierna

El grito del dolor se quito de mi

Me levante como rayo de la cama cerre la puerta empeze a corre lo más rapido posible entre a un cuarto de huespedes cerre con seguro la puerta.

Me escondí en un rincón del lugar, a los cinco minutos empezó a tocar la puerta con fuerza

—¡______! ¡abre la jodida puerta!— golpeaba la puerta con fuerza— ¡ABRE LA MALDITA PUERTA!

después de media hora, ya no escuchaba nada, me acomode en la cama intentaba dormir pero sería imposible

"Recuerdos"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora