Capítulo 23

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Nos sepramos a falta de aire ese beso era realmente suave y lento.

—James, hasme tuya por última vez— susurré cerca de sus labios

—¿segura?

—si me voy a alejar de ti, quiero que sea de una buena manera— dije viendolo a los ojos

—esta bien— dijo sonriendo

Lo agarre de la nuca, no me importaba que lo hicieramos en mi despacho de todas maneras lo hacia exitante

—te amo— susurró entre besos

Me recosto en le sillon largo del despacho, besaba mi cuello con tanta delicadeza sentía como mi cuerpo se excitaba. Saqué el saco negro que llevaba, quité su corbata dejándola en el respaldó del sillón, metio sus manos en mi falda todo lo hacía con lentitud como si quisiera hacerme sufir por sus caricias. Desabrochó los botones de mi blusa dejando ver mi bracier rosa, bajo sus besos hasta mis pecho besando solo lo que se podía ver, saco la blusa de mi falda tirandola al piso, desabroche su camisa haciendo lo mismo que él. Me quite los tacones que llevaba, el sus zapatos

—¿segura que aquí?— pregunto algo divertido

—sí, lo hace más exitante— lo bese con tanta desesperación necesitaba que quedaran sus labios tatuados en los mios

—eres una pequeña pervertida— se le formo una pequeña sonrisa

Quité su cinturón dejándolo caer al piso, me tomó de la cintura centandome en sus piernas, podía sentir su erección. Desabrocho mi bracier mientras yo desabrochaba su pantalón.

—quiero que nunca me olvides— murmuró mientras tomaba mi cara

—nunca lo haré— lo volvi a besar.

Eran las 12:35 am mis manos estaban temblorosas, mi cara pálida, sin ninguna gota de maquillaje.

—aparte de tu gran ronda de sexo desenfrenado con el mismísimo James Maslow ¿qué más hiciste?— decía Ricky mientras tomaba de su taza de café

—¡cállate!— mi manos ahora jugaban con un lápiz

—¡por favor Kelley! Calmate, parece que acabas de venir de una noche larga de sexo con el joven más poderoso Estados Unidos. ah, esperen, eso paso— dijo en un tono burlo

—¡ya! Para la otra no te cuento nada, ahora lo importante aquí es que esta apuntó de cruzar por esa puerta el idiota más grande del mundo, que quiere matar a mi "novio" porque no quiero estar con el y me esta amenazando. Tengo que pensar que le voy a decir— dije parando fuertemente de la silla

—calmate, estás peor que... que... ¡ay no sé! Pero calmate

—no puedo— destape la botella de vino blando; tome la copa y me serví, estaba a punto de tomar pero la mano de Ricky me detuvo

—el alcohol no es la solución, su tienes algo que te funciona muy bien, pero hay algo que te bloquea que tiene el nombre de James y no te deja pensar— dijo quitándome la copa de vino

—ash, estas peor que mi padre— solo rodie los ojos

Dos toque a la puerta fue lo que menos esperaba pero era lo que había escuchado.

—señorita Kelley, el joven Blake esta aquí ¿lo hago pasar?— mordí mi labio inferior

—yo me voy, te quiero y cualquier cosa grita— me dijo Ricky mientras besaba mi mejilla

—yo también. Sí Rosa haz lo pasar - Rosa Asíntio con la cabeza mientras cerraba la puerta.

De nuevo los toques se escucharon.

—mi queridisima ____ Kelley, te extrañe presiosa— dijo mientras se sentaba enfrente de mi

—ajá

—¿pensaste en mi propuesta?

—sí

—¿qué piensas de eso?

—mi respuerta definitiva es no— la plabra "no" la remarqué

—¿a no?— su jodido tono era sarcástico

—no— dije firme

—esta bien, pero no respondo lo que le suceda a ellos— dijo sacando un sobre amarillo de su saco— abrelo— eso era una orden

Tome el sobre dudosa, lo abri había imagenes engrapadas a una cuantas hojas. Las tome, la primera foto era de mi madre, la segunda de mi padre, la tercera de mi hermana, la cuarta de Brandom.

—no serias capaz

—eso dices tú— se recargó en el aciento

—no les hagas nada a ellos, ellos no tiene nada que ver

—son tú familia, así que sí tienen que ver, ahora dime ¿seras mi esposa? Bueno, VAS A SER MI ESPOSA, quieras o no— dijo con una sonrisa tan perturbante.

—todo sea por su bienestar— dije en un susurro— sí...

"Recuerdos"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora