-¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡SENPAIIIIIII!!!!!!!!!
Tobías y yo corrimos detrás de Matt hasta la plaza. Una vez que llegamos allí, vimos a Matt apoyado contra un árbol. Salté alegremente hacia él, fresca como una uva.
Jadendo, nos preguntó:
-¿Cómo pueden estar completamente relajados? ¡Corrimos ocho cuadras!
Me encogí de hombros.
-¿Quieren que haga una mesa?
-Sí, por qué no.
Sentada a la mesa, vi cómo Tobi iba hacia la panadería, y Matt llamaba a su novia, haciendo gestos y muy entusiasmado. Parecía echarme un vistazo también, de tanto en tanto.
Contenta por ese pensamiento, recosté la cabeza contra la mesa de tierra, fantaseando.
"Nuncá sucederá" me recordaba, en voz baja.
-Seguro que sí, no te preocupes- me consoló una voz desconocida.
Levanté la vista enfrente mío, aunque el sonido venía de atrás, y el propietario de la voz dijo alegremente:
-Estoy aquí, Duraznito...
Cuando me di la vuelta, un chico delgado de pelo oscuro como el de Tobías, o tal vez más, me sonreía. El traje que llevaba parecía anormal en él. Se veía cariñoso y divertido, siempre moviendo los dedos. Era lindo, en su propio modo. Extrañamente, sabía mi nombre. Yo sabía lo que esto significaba.
-¡ESTE ACOSADOR ME QUIERE RAPTAR! ¡VIOLADOR! ¡VIOLADOR!
En un principio el violador empezó a reír, pero al ver que yo seguía gritando se preocupó, y me tomó del brazo, intentando callarme.
-¡Quítame tus sucias manos de encima, pervertido!
Sonrió un poco al escucharme. Qué perverso, reírse del miedo de otra persona. Me enfureció, simplemente.
Una bofetada, tres patadas ninja y un escupitajo más tarde, Tobías y Matt vinieron corriendo hacia mí.
-¿¡Estás bien!?- preguntaron al mismo tiempo.
Con lágrimas en los ojos respondí débilmente:
-Creo que sí, pero... ¡Oh!- mis piernas dejaron de sostenerme y caí encima del chico.
-Au.
-Perdona, Violador.
Me arrodillé, aunque aún me temblaban las rodillas, por lo que no logré pararme como él.
-Dejá de llamarme así. No soy ningún violador-Extendió su mano y yo la tomé. Si él era tan caballero y apuesto obviamente no era malo.
-Gracias...
-¿Estamos en el mismo curso y no sabes mi nombre?- parecía exasperado- Como eres tan bonita, te lo recordaré: Nicolás.
-Gracias, Nick.
-Nicolás.
-Nick.
De nuevo, no podía sostenerme. Había puesto toda mi fuerza en los golpes, y él empezaba a darse cuenta del dolor. Como era muy fuerte, logró sostenerme entre sus brazos a pesar de eso. Nos sostuvimos la mirada por lo que parecieron horas. Tenía unos preciosos ojos azules.
-Disculpa que interrumpa en su momento romántico, ¿pero no era tu violador?-preguntó Matt.
Me reí. Parecía que hubieran pasado años desde entonces.
- No, es Nick, duh.
-Así que Nick, ¿eh?- Tobi realizó sus famosos pestañeos.
-¿Y tú eres?- respondió Nick, conquistado por mi hermanito.
-Uhh, oye, ¿no te gustaba mi hermana? Ella es chica, uhh, ¿no vas por ese lado?...-por primera vez, un chico había demostrado interés en Tobi.
-Las cosas cambian, baby. Voy por donde me lleve el viento.
De pronto, un saludo femenino nos sorprendió.
-¡María!- exclamó (¿¿aliviado??) contento Matt.
-Clarith- murmuré con odio.
-Me dijeron que todos estaban locos por aquí.
-Entonces tu novio debe ser el único loco aquí- retruqué.
-Mirá quién habla-murmuró-¿Qué era eso que querías mostrarme?
Matt me pidió con los ojos que le mostrara mis poderes. Muy bien, se los iba a mostrar.
-¡Mirá! ¿No es increíble? Es un... una...
-¡UNA JAULA!-se escandalizó Clarith- ¡Y de tierra! Matt, ¿esto es lo que querías mostrarme? ¡Lo odio!
En vez de pedir disculpas inútilmente, Matt me abrazó por detrás y detuvo mis manos. La cárcel quedó a medio terminar. Obviamente amé que me sostuviera de ese modo, pero me apretaba demasiado las manos.
-Me lastimas, Matt. ¿Podrías dejar de presionarme tanto las manos? Pero...-él de inmediato me soltó, como si quemara, y fue a rescatar a su novia-... no me sueltes- suspiré.
Clarith salió de la tierra sucia, nerviosa y probablemente furiosa.
-¿Por qué exactamente se te ocurrió hacer eso? ¡Te voy a matar, bruja! ¡Enjaularme con tierra! ¿Estás loca, vegetal?
-¡Es una fruta,... boba!-Luego del peor insulto que se me ocurrió, nos agarramos del pelo, dispuestas a pelear.
Matt se interpuso, y fui abrazada (con más suavidad) por Nick, que dejó a Clarith fuera de mi alcance.
Agotada por el esfuerzo que me había costado la enorme construcción que se erigía al lado de un cartel que rezaba "Por favor no pisar el césped que pisaste para poder leer este cartel y que nosotros pisamos para colocar", me senté en el piso.
-Se calman las dos- nos dijo Matt, serio.- Resuelvan sus problemas.
-De acuerdo-aceptó Clarith, sin ningún drama- Lamento si hice algo que te angustió, de verdad no quiero ser tu enemiga. ¿Podemos ser amigas? ¿Plis?
Sin preámbulo, sin presentar lucha, esta pelirroja le había sacado el drama a mi vida. Ya me había quedado sin chica mala. Algo apenada, respondí:
-De acuerdo. Paz.
Matt tomó a Clarith por la cintura, asegurándole que la llevaría sana y salva de vuelta a casa, cuando una figura rodeada de llamas surgió por delante, acompañada de nuestros gritos.
Con una profunda voz que parecía provenir de un abismo, bramó:
-¿Quién osa lastimar a Duraznito? ¡Arderá en el infierno! ¡Confesad ante mí, el infernal Satán, o el castigo será mucho peor!
-Llegas un poco tarde, y fue Matt- respondí sin pestañear. Me pregunté por qué todos lucían como si hubieran visto un fantasma, excepto mi hermano, claro.
-¡Papá! ¡Te extrañé!
Bueno, bueno, bueno. Por fin llegó Lucifer, el que todos esperaban. Aquí tienen sus galletas por unirse al lado oscuro... jajajajajaja no, yo sé que todos estaban allí desde antes, no me engañarán. No hay galletas de todos modos :'(
¿Les agrada Nick? ¿Qué están shippeando? Dejen sus comentarios, siempre resultan muy entretenidos! ¡Hasta el próximo capítulo!
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La Extraña Aventura de Duraznito
HumorLas aventuras que tiene Duraznito... definitivamente no concuerdan con la vida de clichés que amaría tener.