MATT POV
-¿Qué fue eso?- preguntamos al unísono.
Encogiéndose de hombros, Satán respondió:
-io khe c no soy 100tifiko
Una mirada de Duraznito y Tobías alcanzó para que él se avergonzara.
-Averigüemoslo- propuse.
-Eh... Nah. ¿Nunca viste una película de miedo? Bajo ningún caso. Hay. Que. Averiguar. Qué. SUCEDE.-respondió Nick.
Una vez más se oyó el sonido escalofriante.
-No podemos ignorar eso- como el valiente que era, entré a la tenebrosa caverna.
-No es una buena idea... Podríamos morir- consideró mi novia.
Satán nos apuró para entrar, gritando "¡Magnífica Idea!".
Empecé a tantear las paredes para adentrarme en la oscuridad. Era una tarea peligrosa; cada tanto había un agujero del tamaño de mi pie, o un hormiguero de una especie de la que prefería no saber nada.
Una luz iluminó los alrededores suavemente, gracias a una antorcha. Y a Nick que la sostenía, claro.
-Cuidado, amigo-avisó con una sonrisa un tanto macabra y divertida.
-¿Por qué lo dices?- pregunté, avanzando.
-Tal vez por... ¿ese mega agujero?
-¿Qué agujeroooooooooooo?
Me gustaría decir que, al caer, descubrí que podía volar y me convertí en Superman. Sería genial para un chico tan normal como yo. Honestamente, necesitaba algún punto a mi favor más allá de no estar nada mal físicamente.
Nick me sujetó de las dos manos; parecía tener mucha fuerza, ya que logró levantarme sin ayuda.
Duraznito se veía molesta; ¿hubiera preferido que yo muriera?
-¡Nadie va a ayudar a Senpai más que yo!
Con un click, el lugar se iluminó por barras de luz.
Tobías y Duraznito taparon los pozos, y avanzamos hacia el final de la cueva.
Al fondo de la caverna, se encontraba una chica a la que sólo se le veían las piernas y la espalda. Corrí a ayudarla.
-¿Estás bien?-preguntó Duraznito.
-S-Sí-contestó sollozando.
-Ah, okay, vamos chicos.
Sabiamente ignoré lo que dijo Duraznito, y le palmeé la espalda.
-No estás bien. ¿Qué sucedió?
Sus cuatro ojos hinchados de llorar me observaron a través de los lentes. Espera, ¿cuatro ojos? Retrocedí, nunca había visto nada igual. Ella también parecía asustada.
-¡Matt, tienes dos ojos! ¿Qué te hicieron, bro?
-Nada, sis- A pesar de ser cool, algo de ella aún no me cuadraba del todo- Tú tienes cuatro ojos.
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La Extraña Aventura de Duraznito
HumorLas aventuras que tiene Duraznito... definitivamente no concuerdan con la vida de clichés que amaría tener.