El primer día del resto de mi vida

144 19 7
                                    


(Día 407)


Sehun apareció en la puerta de mi casa, dos días justo antes de nuestra cita en su casa. Esta situación era muy extraña, no sabía que decir o hacer, él solo estaba ahí mirándome con esa cara que solía hacer cuando estaba arrepentido de algo. Sin más, lo dejé entrar, en cuanto eso sucedió me abrazó y comenzó a besarme, rápida y desesperadamente, justo como NO era Sehun. Me extrañe un poco, pero a decir verdad no le di mucha importancia y seguí el beso.

Era estupendo, varios meses extrañándolo, queriendo saber de él, necesitándolo y él llega solo ante mí y me besa.

Seguimos el beso hasta la habitación, Sehun aún lucía desesperado y así mismo empezó a desnudarme, me quitó la camisa y comenzó a morder mi pecho bruscamente, llegó a dolerme un poco pero no presté mucha atención y pose mis manos sobre su cabeza, me gustaba su tacto, sea como fuese.

Luego me quitó el pantalón y el a su vez se desvistió completamente, nos juntamos de nuevo y yo lo besaba suavemente, pero él no correspondía así, decidí aumentar el ritmo mientras nuestros cuerpos se rozaban, yo rodeaba su cuello con las manos y el rodeaba mi cadera, intentando acercarnos completamente el uno al otro. Ambos sentimos como nuestras hombrías despertaban con el tacto de ambos. Sehun subió las manos hasta los hombros y me obligó a bajar hacía su miembro, quedando completamente arrodillado ante él. Tomó su pene con la mano derecha y con la izquierda me empujó hacía el, lo metí por completo en mi boca y comencé con el movimiento que a él tanto le gustaba. Cuando comencé a aumentar el ritmo de mi cabeza, Sehun comenzaba a gemir fuerte y a tomarme del cabello igual de fuerte, hasta que se corrió, ese día no sabía cómo siempre supo.

Me tomó de nuevo por los hombros y me empujó hacía la cama, algo estaba mal, Sehun estaba siendo demasiado agresivo, así que se lo hice saber con una expresión facial.

—Lay...— Susurró a mi oído mientras me acariciaba.

Había disminuido su agresividad y ya me comenzaba a excitar de nuevo, mientras él me tocaba lentamente, puso su mano sobre mi hombría y comenzó a masturbarme, mientras me besaba, era una sensación de placer indescriptible, tanto, que no sentí haberme llegado, su solo tacto ya me extasiaba completamente.

Sehun se acomodó sobre mí, abriendo mis piernas para tener una mejor posición para poder penetrarme, puso la punta sobre mi entrada y con delicadeza entró lentamente, sentí una leve punzada en mi espalda, pero luego esa punzada se convirtió en placer. A medida que iba aumentando la velocidad de sus estocadas yo me retorcía de placer. Tenía los ojos cerrados pero no quería perderme la expresión de Sehun, cuando los abrí vi algo que no me gustó, su expresión no era como la de siempre, se veía lujuriosa y sádica, se mordía los labios y me miraba casi que con desprecio, pero supuse que era de momento, así que volví a cerrarlos y seguir disfrutando de él. Me tomó fuerte de los brazos y susurro "Me voy a venir", a lo que yo contesté "Dentro" y poco a poco sentí como se apoderaba de mí el segundo orgasmo, tanto mío como de Sehun.

Nos separamos y yo sonreí, lo miré y él también estaba sonreído, lo tomé de la mano y el me esquivó, me acosté de perfil me lo quedé mirando y el a mí, hasta que me quedé completamente dormido.

Intentando volver en mí, desperté y Sehun no estaba a mi lado. Como era de costumbre siempre que teníamos sexo el me dejaba una nota, en cualquier parte de la casa, algunas llegaban a sorprenderme. Esta vez, buscara donde buscara no la iba a encontrar, Sehun no había dejado ninguna nota.

(Día 409)

Yixing caminó hacía el apartamento de Sehun, intoxicado por la promesa de aquella tarde, el creía que esta vez sus expectativas se volverían realidad.

Mi expectativa de ese día era llegar al departamento, que me recibiera con un beso y elogiara mi forma de vestir y me sonriera tal y como a mí me gustaba, me presentara a sus amigos me mirara con amor y me tomara de la mano para mostrarme su departamento y me sonriera toda la tarde, me hablara como antes y simplemente... estuviera ahí, pero eso no sucedió.

Mi mundo se derrumbó justo cuando entré en su casa, era su amigo, como el mismo lo decía.
Cuando entré a la casa había demasiada gente, ni siquiera fue él el que abrió la puerta, estaban incluso aquél chico Baekhyun con su novia. Yo los saludé amablemente y salí al balcón del que él me habló en la fiesta de Sulli, había vodka en la mesa principal, así que me serví un poco.

De pronto Sehun apareció en la terraza del balcón, saludando a todas las personas que se le acervan y cuando me vio a mí sonrió y de inmediato se acercó a mí.

—Lay... Lamento lo de ayer, amigo— Me dijo colocando la mano en mi hombro.
—No hay problema...— Mentí
—¿Cómo has estado?—
—De maravilla— Volví a mentir.
—Está bien... Espero te diviertas— Me dijo mientras me volvía a sonreír, hasta que se alejó completamente de mí.

Vagué por la dichosa fiesta por el resto de la noche, hasta el momento que nunca hubiera deseado ver.

Fui a la cocina por más limones para el vodka y reconocí la figura que se veía por la puerta que se dirigía al otro lado de la cocina, lo seguí con la mirada y era él, sólo que no estaba solo.

Sehun estaba en la cocina sonriéndole amorosamente a alguien más, juguetearon con sus narices y luego se abrazaron, se volvieron a separar y Sehun lo besó y de en sus labios se articuló un "Te amo" seguido por una sonrisa.

Dejé caer mi vaso, sin querer dañar el momento y ambos voltearon hacía mí.

—¡Lay!— Dijo Sehun— Mira, él es Lay... Mi mejor amigo—
—Hola Lay, mi nombre es Luhan, el novio de Sehun—

Sentí que la última frase retumbó en mi cabeza por horas... "El novio de Sehun". Cómo pude volví en mí y hui... HUÍ DE ESE LUGAR, de ese horrible lugar.

Corrí lo más que pude, para llegar rápido a mi casa, pero aquella presión en el pecho no me dejaba. Las lágrimas se escurrían de mis ojos y caían en frío asfalto de las calles de Los Angeles.

En ese momento descubrí cuan vacío estaba, yo sin Sehun... No era nada.

(Día 415)

El despertador sonó a las 7:00 A.m, NO QUIERO DESPERTAR.

(Día 416)

El despertador sonó a las 7:00 A.m, NO QUIERO DESPERTAR, pero tengo hambre.

Salí a buscar comida, con mi bata de dormir en el minimart que quedaba cerca, compre Ramen, Twinkies y Tequila, no me importaba mi salud, solo quería no estar consiente.

Vi a una pareja ir de la mano y... creo que deberían conseguir un cuarto, en serio.

(Día 417)

El despertador sonó a las 7:00 A.m, NO QUIERO DESPERTAR, pero debo trabajar, maldita sea.

Caminé hacía mi trabajo, con gafas de sol, tenía una resaca horrible, pero la prefería.

Llegué al café y ahí estaba Sulli con su "Estaba preocupada por ti donde has estado" y Wu Fan y Tao sentados en una mesa con su "Estarás bien". Estaba un poco harto con sus cosas de superación personal.

—Oigan— Les dije. — Todo esto es una total mierda, "Estarás bien"... Se nota claramente que no, "Preocupada" no hay por qué... ¿Por qué no me hacen un favor y me dejan tranquilo?, todo es una gran mentira — Dije alzando más la voz— Todo... Incluso aquí... En este vaso —Dije tomando el vaso de un cliente y mostrándoselo a los demás— Dice "Café 100% Colombiano", ay si... Claro que colombiano. ¿Ven? Todo es así una basura, mentira... — Me enojé y le tiré el vaso de café al mismo cliente y salí de ahí.

Como es obvio mi Jefe, Kim Minseok, me llamó a las pocas horas y me dijo que estaba despedido, mi día no pudo ser más feliz.

(Día 450)

Wu a quién apodé Kris hace poco, llegó a mi departamento, hablamos un rato y todo fue muy ameno, me dijo que volviera a bailar y que entendía mi soledad desde que JongDae se fue de nuevo a Corea.

Hice un poco de comida, ambos estábamos hambrientos y justo cuando estábamos en el comedor el me mostró una solicitud para entrar en una academia de baile Coreana, yo agaché la cabeza y el casi inmediatamente puso su mano sobre mi hombro.

—Sé que creías que él era el indicado, pero no es así, yo no lo creo. Siento que estás haciendo algo malo y eso es ver las cosas buenas, sólo las buenas en tu relación con él, pero creo que deberías ver mejor todo lo que sucedió.— Me dijo para luego sonreír.

Él tenía razón.

Los besos forzados, las falsas tomadas de la mano, sus sonrisas finjidas, su intención de manipularme todo el tiempo y sobretodo... Su falsa felicidad.

Siempre vi lo bueno...

(466 — 486)

Estaba acostado en mi cama, sin nada que hacer y recordé la solicitud de la academia que había dejado Kris en la mesa.

¿Comenzar de nuevo?... Era demasiado trabajo, pero por algo debía comenzar.

Me levanté de la cama y llené la solicitud y la envié por correo a Corea, entré a la computadora y aparté mi audición para la semana siguiente vía internet. Luego comencé a limpiar la sala donde estaban mis espejos, al ritmo de Arctik Monkey barría y sacudía mi nueva sala de ensayos.

En los días siguientes comencé mis prácticas que duraban entre cuatro y seis horas o a veces todo lo que podía, comencé a comer mejor y a estar en mejor estado físico para estar perfecto para el día de la audición.

Al cuarto día de prácticas, recibí una respuesta positiva a ambas audiciones estaban siendo confirmadas y debía ir a Corea lo más pronto posible.

Comencé de nuevo a hablar con JongDae y nuestra relación comenzó a mejorar, habíamos estado incomunicados.

Llegó el día de la audición en línea y todo estaba perfecto, al momento de conectarme aquellas personas me hablaban en coreano y gracias a JongDae entendía un poco lo que decían, me hicieron señales de que debía empezar a bailar y me concentré.

La video llamada terminó y yo no paraba de estar nervioso, me bañe y me acomodé para tener mi plática del día con JongDae o Chen, como lo había apodado. Siempre me hacía muy feliz hablar con él, solía parecerme un poco molesto, pero conociéndolo un poco más me di cuenta de la razón por la que está en Corea y también de lo bueno, divertido, valiente y optimista que es. Gracias a Chen pude dormir tranquilo ese día, me apoyo completamente y también me subió el ánimo, no podía esperar más de él.

Al día siguiente cuando desperté tenía un correo de la academia. Fui aceptado en un solo día. Una sonrisa se dibujó en mi rostro y comencé a llorar de felicidad, sentía que esa felicidad se rebosaba en forma de lágrimas, entre más sollozaba, más sonreía... Mi sueño se estaba haciendo realidad. Llamé a todos mis amigos y todos estaban muy felices con la noticia, llegaron en la tarde a mi departamento y me ayudaron a empacar todo, debía viajar dentro de pocos días. Kris, Tao, Minho y Sulli estaban un poco tristes por mi partida, pero felices con el logro, varias veces decían que me lo merecía y era completamente cierto, lo había estado sudando por varios días.

Ese fue otro día que dormí con una sonrisa dibujada en mi rostro.

(Día 488)

Salí de la casa, dejando todo perfectamente recogido para entregar el departamento y viajar hacía Corea, pero debía echar el ultimo vistazo a la ciudad de Los Angeles, la cual me había traído tantas cosas en mi vida que debía agradecérselo.

Llegué al parque donde siempre solía estar me senté en una banca donde podía ver los hermosos atardeceres de esta bella y al mismo tiempo horrible ciudad y justo ahí... Escuché su voz.

—¡Hola Lay!—

Giré mi cabeza para corroborar y me sorprendí, era él... Era Oh Sehun.
Agitó su mano derecha y sonrió, se levantó de la banca donde estaba y caminó hacía la mía. Estaba nervioso, me comenzaron a sudar las manos, pero me intenté mantenerme relajado.

—Hola, ¿Qué te trae por aquí?— Pregunté.
—Pensé que... Te vería aquí...— Dijo mirándome fijamente, haciendo que el ambiente se tornara un poco tenso, haciéndome recordar todas las cosas por las cuales había decidido esta nueva etapa de mi vida.
—Em.. Si... Recuerda que adoro estar aquí...— Dije devolviendo la mirada.
—Si— Dijo sonriendo— Entonces... ¿Estás bien?—
—Si— Admití.—¿Quieres sentarte?— Pregunté.
—Por supuesto — Dijo sentándose a mi lado. —Te ves excelente—
—Si... desde que renuncie a Starbucks, todo está marchando bien.— Mentí.
—¿Si? Y que haces ahora... ¿Cómo te mantienes?— Preguntó
—Apliqué a una academia Coreana y... Quedé...—
—¿De verdad? ¡Felicidades!— Dijo palmeándome la espalda.
—Si— Sonreí— ¿Y tú?—
—Bien, todo está perfecto... Luhan y yo adoptamos un bebé.—
—¡Felicidades!— Dije mintiendo, dejando que se escapara un silencio incomodo... —Así que... Te casaste...—
—Si... Que locura... ¿No?— Me dijo sonriendo, haciéndome saber que estaba completamente feliz.

Yo lo miré con recelo y con el ceño fruncido, para luego volver a mirar al frente, es que no lo entendía.

—Nunca quisiste ser novio de alguien y ahora eres padre de alguien... ¿Cómo es eso?... Jamás lo entenderé— Confesé. —Nunca comprendí porque me invitaste a tu casa, ni tampoco por que llegaste y... bueno...tuvimos sexo y luego voy a tu casa y... este Luhan diciendo te amo... ¿Por qué tuvimos sexo? ¿Eh?—
—Por qué quise— Contestó
—Tú siempre haces lo que quieres, pero ya estabas con él... Y... Eso no estaba bien— Le dije
—Sí, pero... No éramos algo serio hasta ese día... Mira Lay... Es que sólo un día desperté... Y lo supe...—
—¿Saber qué?— Pregunté
—... Eso de lo que nunca estuve seguro contigo.—

Esas palabras retumbaron en mi cabeza, como siempre solia hacerlo.

—Sabes que odio— Le dije — Que eso en lo que yo creía era una total mierda, el amor... es toda una fantasia, el destino y estas estupideces...—
—No es así— Dijo Sehun mirándome con una sonrisa.
—Si lo es, ¿Por qué me ves así?— Pregunté.
—Porque un día estaba en la sentada en la biblioteca leyendo John Katzembach y un tipo se me acercó preguntándome del libro y ahora... Somos una pareja...— Me dijo— ¿Te imaginas si hubiera ido al cine? Y... nunca... nunca dejé de pensar en... en que tenías razón...— El silencio volvió a invadirnos y no dejaba de mirarlo.— Es sólo que ... Yo no era el apropiado para ti...—

Estaba sentado ahí, mirándote fijamente a la cara, sonriendo. Estaba tan feliz. Bajé la mirada y nuestras manos estaban juntas, mi mano sobre la tuya, dándome a entender que todo estaría bien; miré de nuevo a tu rostro el viento te acariciaba la cara y el cabello de una forma inusual ese día, tan inusual como nosotros mismos.

Por fin lo entendí todo...


(Día 500)

Era el gran día, Corea me esperaba...

Subí al avión a las once de la noche en Los Ángeles, debía estar en Corea en las próximas doce horas.Tenía una sonrisa dibujada en el rostro en cuanto anunciaron el número de mi vuelo, mi nueva vida acababa de comenzar.

(Día NUMERO UNO DEL RESTO DE MI VIDA.)

~La mayoría de los días del año son intrascendentes, comienzan y terminan sin que suceda algo memorable. La mayoría de los días no tienen impacto en el transcurso de una vida, el 8 de enero fue miércoles.~

Llegué al aeropuerto de Corea y había un cartel inmenso con mi nombre, me acerqué a él y ahí estaba Chen... Mirándome con felicidad, saltando con ese enorme cartel y gritando mi nombre... Apenas pudo verme corrió hacía mí y me dio un abrazo el cual me hizo botar todas mis maletas, de igual manera lo correspondí, su enorme y pícara sonrisa me llenaba de completa tranquilidad...
Me saludó con un "HOLA" casi que gritado y yo no esperaba esta reacción.
—¿Cómo es que te enloqueces así por verme? No ha pasado tanto tiempo... ¿O sí?— Le dije.
—Yo siempre he estado feliz de verte... Sólo que tu... Estabas distraído—

~Si algo aprendió Yixing es que no le puedes atribuir un significado cósmico a un simple evento terrenal. Coincidencia... Eso es lo que siempre es... Nada más que una coincidencia. ~

Yo estaba perplejo ante su respuesta, por mi cabeza pasaban demasiadas cosas, pero debía seguir con el caminando para tomar un taxi.

~Yixing finalmente había aprendido que no hay milagros, no existe lo que llamamos "Destino", nada TIENE que ser... Lo supo... Ahora estaba seguro. Yixing era...~

—Oye Chen— Dije tocando su hombro.

~Estaba bastante seguro...~


—¿Sucede algo?— Preguntó.
—...Gracias por aquél recibimiento— Le dije acercándome para abrazarlo, el me esquivó un poco, pero luego accedió dándome una sonrisa y cuando nos separamos... El me besó.  

Diario de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora