Capítulo 5- Encuentro bajo la luna

130 20 3
                                    

Lucy comenzó a hablar con aquel atractivo chico con el que se había cruzado recientemente. Era divertido estar junto a él y escucharle las tonterías y disparates que de vez en cuando les soltaba. Se habían pedido un par de copas más para aligerar de esa forma su charla y animarla.

Ella había averiguado que él llegó a Magnolia hacía ya unos dos años y que desde que llegó se había estado hospedando en aquel hogareño lugar. Ese hecho le sorprendió. ¿Quién se queda viviendo permanentemente en un hostal durante dos años? Y lo que le faltaban, porque según le había contado no tenía planes de mudarse en un futuro.

Él aseguraba que aquel lugar le aportaba todo lo que él pedía. Era algo extraño para todo aquel ajeno a aquella magia que envolvía el lugar y también lo era para los que recién acababan de llegar.

De vez en cuando, Lucy y Gray conectaban sus miradas haciendo que se comenzaran a reir de la nada. El alcohol comenzaba a hacerle efecto a paso lento en sus organismos. Gray le hacía de vez en cuando alguna broma que molestaba a la rubia y se reía de una forma exagerada.

-Bueno, hermosa dama, ¿quisiera concederme este baile?-propuso el pelinegro extendiendo su mano para que Lucy la aceptara.

-¿Y esta formalidad? ¿Acaso hemos viajado en el tiempo?

Una gran carcajada divertida ante esta pequeña broma salió de dentro de ellos haciendo que algunas personas de su alrededor se giraran extrañadas. Ellos realmente no les importaba mucho esa atención de más que se ganaban por su actitud. Disfrutaban del momento que estaban viviendo.

-Venga, baila conmigo un momento aunque sea dos segundos- exigía con ojos de cachorro.

Lucy comenzó a reír. Pensaba que se sentía más ligera tras haber estado hablando con más personas, tras haberse relacionado.

-Claro y, solo si quieres, un poco más de dos segundos- le siguió la broma con una gran sonrisa en su cara.

-Oh, si fuera por mi nos falta noche-exclamó Gray cogiéndole suavemente su mano guiándola por la pista entre toda la gente para hacerse un hueco.

Comenzaron a bailar. Sus primeros pasos eran demasiado torpes, tanto que sus carcajadas comenzaban a mezclarse con la música hasta hacerse una sola. Comenzaron a coger poco a poco el ritmo y se comenzaron a compenetrar. Sus caderas se movían de un lado a otro. Sus miradas se encontraron y sus sonrisas se ensancharon. Los masculinos brazos se envolvieron entorno al cuerpo delgado de la rubia e hizo que se pegara más a su cuerpo.

Una mirada molesta se instaló en la pareja haciendo que un mal presentimiento creciera en Gray. Sus movimientos comenzaron a flaquear y hacerse un poco lentos, mientras miraba de dónde provenía aquella molesta sensación.

Entre las personas que les envolvían se hizo paso una mujer hasta llegar a la pareja. Cuando la vio, enfrente de ellos a aquella peliazul un escalofrío le recorrió el cuerpo. Su cara lo decía todo. Lucy se extrañó ante su repentina reacción y al mirar donde él había dirigido su mirada vio a aquella mujer que esa misma tarde había estado distante y vergonzosa en aquellas aguas termales.

-Gray... ¿Por qué le hace esto a Jubia?- preguntó aquella mujer a punto de romper en llanto.

Lucy se extrañó que aquella mujer hablara en tercera persona pero decidió que mejor era pasarlo por alto.

-Jubia, por favor no te pongas así, era una amiga, solo eso- en su voz se le notaba el nerviosismo que sentía en ese momento.

-No, Jubia no quiere escuchar escusas, si no la quiere déjamelo claro. ¡No me des falsas ilusiones solo para mantenerme enganchada a ti!

-Jubia, no es eso, por favor escúchame.

-No, Jubia no va a escucharlo más, Jubia se cansó que siempre me dé esperanzas vacías y nunca me dé una respuesta. ¡Jubia creía que la quería!- gritó mientras las lágrimas se precipitaban y se giraba echándose a correr.

Lucy observó aquella situación y se quedó en blanco. No sabía cómo actuar ante ese tipo de situaciones. Se sentía mal por ella, no deseaba que nadie le pasara nada de eso. Miró a Gray que se debatía de lo que estaría bien o no hacer en ese momento. Ir tras ella o quedarse con Lucy.

-Ve- dijo de repente su rubia acompañante.

-¿Cómo?

-Ella te necesita, mejor ve tras ella.

Gray le sonrió mientras se despedía de ella para después correr detrás de Jubia. Lucy se había vuelto a quedar sola en medio de la pista de baile. Se volvió a dirigir a la barra y, aunque se encontraba mareada, se pidió otra copa.

Con la copa en mano se dirigió afuera, al balcón, para que así le diera algo de aire. Salió y ibservó el cielo estrellado que se cernía ante ella. Se acercó a una butaca cerca de la barandilla para poder descansar.

Trago tras trago se acabó la siguiente copa y le subió bastante el alcohol que se había bebido durante toda la noche. Se sentía demasiado mareada. Todo le daba vueltas, y estaba sentada y quietecita. Una pequeña risa salió de su boca, sin saber exactamente porque.

De repente un hombre se sentó a su lado. Se giró para ver quien era y vio a un hombre con una sonrisa espléndida, con una mirada jade y un color muy peculiar de pelo: rosa.

-¿Quién eres?-balbuceó como pudo Lucy.

-Yo soy Natsu, ¿y tú preciosa?

-Y-yo...soy Lu- no pudo pronunciar ninguna palabra más porque se desmayó encima de él quedando dormida.

-¿Lu? Me encanta tu belleza y estás muy tierna cuando duermes-dijo acariciándole tiernamente una de sus mejillas.

************************************************************************

Ahora ya no os trolleo más. POR FIN HA APARECIDO NATSU ¿Como os ha parecido su entrada?

Y Gray el mujeriego haciendo daño a Jubia... nah mentira, pero pobrecita.

Espero que les haya gustado ^^

Mensaje en una botella [ConcursoFairy MZ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora