Tenía el pelo lila, un lila casi plateado.
Tu aún tenías tu piercing en la nariz yo, tenía uno en el labio.
Ese año fuimos a la Universidad, en nuestro primer semestre de medicina descubriste que no estabas hecho para eso pero, de alguna manera logré persuadirte para que te quedaras, conmigo.
Me pediste un día cualquiera que fuéramos al parque, estaba ansiosa creí que me pedirías ser novios. No había sentido tus labios desde esa vez, en nuestra graduación.
Al llegar y sentarnos en el césped te noté algo nervioso, mientras yo me ponía cada vez más ansiosa.
"Hola".- Aunque nos hubiéramos estado viendo a lo largo de todo el día me saludaste, ¿Por qué?.
"¿Qué quieres Troye?" Lo siento si me oí ruda o fría, estaba tan emocionada, ilusionada.
Te reíste y, y me abrazaste, porque me conocías.
"Quiero decirte algo, algo muy importante, para mi."
"Solo dime."
"SOY SOLO UN CHICO PERDIDO." Y lloraste, ¿Por qué llorar?.