Capítulo 1.-

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"jamás llegarás a entender cuando me veas llorar"

Hace unos meses mi vida era enteramente brillante como un sol en verano, y hoy es tan opaca como el cielo en invierno. Actualmente es otoño y las hojas caen, viejas, secas, acabadas, y rechazadas por aquel frondoso árbol que un día las sostuvo con orgullo, y yo quería caer con ellas. Las calles de Liverpool eran solitarias, frías y peligrosas a esa hora, pero no me importaba. El viento recorría las calles llevándose las hojas, basura y demás desperdicios tirados... caminaba contra el aire, mi pelo se despeinaba con aquella brisa, no me molestaba, trataba de dar pasos firmes pues aquella brisa era fuerte.

En ese mismo momento pensé, "si un auto me pasara por encima no importaría". Quería morir, no sentía la necesidad de seguir respirando... levante la manga de mi abrigo, y observe sus marcas, la única razón por la que en realidad me sentía viva, conforme conmigo misma. Las acaricie como si fueran terciopelo, no eran suaves, las toque como si fueran importantes...

A la lejanía, pude notar una luz... la luz de un autobús, pensé "¿Por qué no?", camine directo hacia media calle, me paré frente al gran auto, y espere mi fin, escuche como sonaba la bocina, y sentí como la adrenalina recorría mis venas, de pronto sentí como se me cortaba el aire, y luego sentí el golpe seco contra la acera, abrí los ojos que había cerrado con el impacto, note que aún seguía en el mundo con vida y respirando, y no estuve feliz. Un chico, yacía a mi lado, él me había "salvado" de mi propio suicidio.

De pronto reconocí aquella melena oscura, esa nariz respingada, y ese pequeño lunar en la clavícula derecha.

El chico giró el rostro, y al parecer me reconoció, mientras lo miraba con el ceño fruncido... iba a hablar, pero entonces me levanté y comenze a caminar hacia el mismo sitio, que antes del incidente.

-¡Nefereth!- exclamó, y corrió a mi lado tomando mis muñecas por debajo del abrigo.

-¿Por qué me salvaste?- pregunte ella sin mirarlo.

-Nefereth... ¿querías que te atropellara el autobús?- frunció la ceja, y agarró con fuerza mi muñeca, sentí como acaricio mis muñecas lo observe mientras él levantaba la manga de mi abrigo hasta el codo.

-¿Por qué te lastimas de esta forma?- preguntó el con una cara de espanto, horror, y asombro, eran unas heridas muy feas iban a todas direcciones, tenían toda profundidad y algunas más recientes que otras, y me molestó su actitud.

-¿desde cuándo te preocupa?- mis ojos se nublaron por las lágrimas, el chico me miró con pena y me pregunto nuevamente.

-¡Nefereth quiero ayudarte!, ¿desde cuándo te lastimas?-rei sin gracia, y me solté de su agarre, aun sin despegar la vista de él.

-Desde que comenzaste a ser un idiota-dije el chico la miró con un nudo en la garganta sin saber que decir.

-las palabras hieren, sabes.-dije y entonce comenze a caminar nuevamente retomando el camino anterior.

Luna InesperadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora