Emerald (Camren Fanfic)

• seis •

Capítulo 6

- "Our Little Secret."

-¡Aléjate! -ordenó Lauren al chico.

Lo había visto varias veces, y estaba vinculado con Camila. Estaba en su salón de clases, para ser exacta.

Él estaba demasiado cerca. Y Lauren sentía miedo y asco.

-Sólo un beso, ¡vamos!

Para tener trece, casi catorce años, el chico era demasiado irritante y exigente.

-¡No, vete de aquí! ¡Me das asco!

El chico, Ben, tomó la mano de Lauren y tiró de ella, acercándola a su cuerpo en un movimiento brusco. Lauren sentía ganas de vomitar por sus enormes brazos, manos masculinas y su olor a sudor.

Ella, a pesar de que odiaba admitirlo, prefería las manos de Camila: eran suaves y tiernas al tocar su rostro o limpiar sus lágrimas...Ben no hacía eso. Ben no era Camila.

-¡Te ha dicho que no! -habló una voz tras él. Ben volteó, encontrándose con una furiosa Camila Cabello.

-Oh, venga. No te hagas la enojada, todos sabemos que la odias, Cabello. -habló él soltando a Lauren.

-Eso no es de tu incumbencia, idiota. A Lauren no la tocas.

El chico, ignorando, o más bien, retando a Camila, tomó la barbilla de la menor intentando besarla rápidamente, pero Lauren movió su rostro, justo cuando Camila se lanzó sobre él.

-¡Te dije que a Lauren no la tocas, estúpido! -dijo, sentada a horcajadas sobre él, quien estaba en el suelo mientras era golpeado por su compañera de clase. -¡No le grites, no la obligues a hacer algo que ella no quiera! ¡No la toques con tus estúpidas manos, ni la rodees con tus apestosos brazos! ¡No la hagas llorar! ¡No te le acerques! ¡No a Lauren! -gritó golpeando su rostro.

Una vez que cinco profesores lograron quitar a Camila de encima, esta se levantó para ser abrazada por Lauren.

-Gracias, Camz. -sollozó.

-Siempre.

• • • • • •

Camila se encontraba en su salón de clases jugando con su lápiz.

La clase de matemáticas era lo más fácil del mundo para ella, por lo que no estaba prestando mucha atención a las palabras de su profesora.

Jugar con su lápiz mientras escuchaba la fuerte lluvia era más interesante que aquella clase.

-¿Camila?

Camila miró a la joven mujer.

-¿Dejarías este libro en el salón de Séptimo grado, por favor?

Camila asintió y se levantó, caminando hacia la mesa y tomando el libro entre sus manos para luego salir. Caminó por los pasillos en silencio hasta llegar al salón correspondiente.

Al abrir la puerta luego de tres toques, se encontró con varios de los alumnos de pie caminando de un lado a otro.

-¿Sí? -preguntó la profesora de aquel salón y Camila le mostró el libro, dándole a entender que pasaba a dejarlo -Patrick, ¿me pasas eso, por favor?

El niño asintió y se acercó: -Hola, Camila -saludó tomando el libro.

-Hola, Pat.

-¡Camila, Camila! ¡Lauren no está! -habló otra de las niñas acercándose a la puerta.

-¿Cómo que no está?

-Wes y Matt le han molestado hoy y está muy triste. Probablemente esté por fuera...ellos están en detenc-