Louise abrió la puerta del director completamente por un momento me vio y se sorprendió luego cambio su asombro por una cara avergonzada.
-Disculpen, espero no interrumpir nada- Habló tímidamente ¿Qué está tramando?
Yo abrí mis ojos lo más que pude y la fulmine con la mirada. Sea lo que sea que este pensando no es nada bueno ni sano, el director educadamente la invitó a pasar, escuché como mi hermana le explicaba al director que no sabía exactamente cuál era su salón de clases, lo cuál es el mío también.
-Se supone que él Presidente Estudiantil les iba a entregar sus horarios, disculpe los inconvenientes señorita Louise- Habló él Director de la universidad. Iba alegar a favor de Charley quién sí nos entregó los horarios pero Louise fue más rápida.
-Ya ve señor Director, hay incompetencia en ese club pero no se disculpe no es su culpa, mi hermana y yo podemos llegar al salón si usted nos da un ejemplar de los horarios que tenemos,- Ella me miró y sonrió mostrando sus perfectos dientes -¿O estás aquí para otra cosa?-
Sabía qué Louise no tenía ni un pelo de su rubia cabellera de estúpida, ya se debe estar cuestionando que hago aquí y más sabiendo que yo tengo el horario, su pregunta viene con un toque de doble sentido y no me sorprende de ella. Lo bueno de ser hermanas gemelas es que cada una conoce muy bien a la otra y en mi caso Louise es un libro abierto a diferencia de mi.
El Director nerviosamente le respondió. -Ya les doy un ejemplar de sus horarios, su hermana vino a pedir lo mismo-
¡Idiota!
Ahora sí qué Louise me descubrió, la vi esperando una mirada de 'ya te descubrí' pero en cambio estaba como ida, pensando, juraría que no escuchó la respuesta del Director pero ella no es sorda, escuchó perfectamente como el Director me ponía en evidencia.
¡Estúpido mil veces!
«Tranquila Perrie, no es nada de otro mundo, Louise solo no le va a importar lo que haz hecho hasta ahora en la universidad, específicamente con ese Zayn y su novia» Me dije mentalmente, el Director imprimió nuestros horarios dándonos los datos que ya tenía pero Louise no, nuevamente.
Salimos del despacho y nos adentramos a los pasillos, Louise iba con la vista fija en el papel dónde se explicaba que materia teníamos ahora, después y en el transcurso de la semana.
-Me debes una explicación hermanita- Dijo Louise parándose en una puerta marcada por un número 102 esa era la sección de nuestra primera clase del día Economía.
-Y tú,- La señalé -deberías alejarte del chico bueno-
Abrió la puerta bruscamente, se molestó solo porqué le pedí que se alejara de Charley y se comporta como una infantil. Todos miraron hacia nosotras, me sonrojé por la vergüenza en la manera en que llegamos, mi hermana debió tener mejor tacto.
-¿Son ustedes las hermanas Edwards?- Preguntó aparentemente el profesor de esta clase.
-Sí- Le respondí simple, Louise no dijo nada.
-¿Son gemelas?- Volvió a preguntar.
-Sí- Respondí nuevamente sola. ¡Qué mal educada es Louise!
El profesor miró a mi hermana y luego a mi, nos pidió que nos presentáramos a la clase y luego tomáramos asiento. Yo decidí empezar primero, al parecer la nena no quiere hablar mucho.
-Hola, mi nombre es Perrie Edwards Hogg, tengo 20 años, como verán soy nueva, fui transferida a esta universidad hace tres días, estudio Ciencias Políticas, espero que podamos ser buenos compañeros- Me presente ante toda la clase con seguridad, ahora era el turno de Louise.
-Lo qué dijo mi hermana pero cambiemos el nombre, soy Louise- Hizo su mejor esfuerzo de no poner una mala cara mientras daba su magnífica presentación, notese el sarcasmo. -Son muy idénticas- Escuchamos un murmullo y ambas vimos a una chica castaña de tez blanca en la segunda fila a su lado estaba Charley, ella estaba avergonzada párese ser qué pensó en voz alta.
-Sí- Le contestó Louise.
La miré un segundo y pude ver esa mirada divertida sus ojos brillaban aparentemente por algún deseo o pensamientos maliciosos. Empezamos a caminar en busca de asientos hay algunos vacíos al final del salón, uno en la segundo fila al lado de Charley y otro en una esquina a la derecha junto a la ventana, no lo pensé y opté por ese, en cambio Louise se sentó al lado del nerd. Normal.
La materia impartida por el profesor que nos recibió finalizó, teníamos otra en este mismo salón, nos quedamos sentadas en nuestros respectivos lugares y esperábamos que salieran y llegaran los estudiantes debidos.
Aparté mi vista de la ventana y miré en dirección de mi gemela, al parecer Charley también tenía clases ahí, vi como su amiga, la castaña que estaba sentado al otro lado de él se despedía para irse dejando su espacio vacío. Tomé mis cosas y la coloqué en aquel pupitre, tenía mejor vista a la pizarra qué mi antiguo asiento. Pasaron los minutos, todos estábamos a la espera del profesor qué ya estaba retrasado.
-¿Por qué no llega?- Escuché la voz irritada de mi hermana -¿Es tan anciano qué se le olvidó el camino de como llegar al aula?-
No pude controlarme y solté una carcajada y ella me siguió, me imaginé a un anciano un poco jorobado, voz rasposa por la edad, una grandes arrugas y mas de 70 años de edad pidiendo direcciones para llegar al aula 102.
-Buenos días jóvenes,- Se escuchó una fuerte voz varonil abrir la puerta -perdonen la tardanza-
Me quedé muda al ver aquél sujeto fuerte de tez bronceada, largo cabello color marrón hasta un poco mas abajo de los hombros, su barba lo hacía ver más irresistible.
-Jesús- pude pronunciar sintiendo mi garganta seca.
"Qué hombre" pensé anonadada, esto no fue la imagen que recreé en mi mente sobre el profesor de Relaciones Públicas.
Nunca dejaré de amar a estas gemelas, y la razón por la que no he estado activando fue qué me concentré mucho en mi novela "Volver Al Pasado" pero ustedes tranquila que continuaré con esta historia hasta el final.
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