El Amor De Los Uchiha (Sasuke Y Tu) [PAUSADA]

Capítulo 1

—Ryu y ____, ustedes van a trabajar juntos en esta misión, confío en sus habilidades. Haruka, tú vendrás conmigo. —indicó la maestra del equipo, Mizuki.

Equipo 5, uno de los seleccionados después de salir de la academia. ____, miembro del Clan Uchiha, conformaba la parte analítica y fuerte del equipo, en compañía de sus otros dos compañeros. Ya habían pasado varios meses desde que realizaba misiones con ese equipo, y no tenía ni una sola queja, ya que estaba bastante equilibrado. Todos se apoyaban entre sí.

Conocía a otros pocos equipos, escuchaba a otros hablar sobre que habían cuatro equipos, que, aparentemente, se llevan bien. Todos habían sido alumnos de Iruka Umino, ella solo lo conoce de lejos, nunca ha hablado con él.

Actualmente, estaban en una importante misión, la Hokage, al parecer, tiene buena fe en su trabajo de equipo. Tenían que recuperar, sin opción a algún error, un pergamino que unos ninjas de otra aldea habían robado. Mizuki les habían dado la organización de equipo antes de llegar al punto en el cual emboscarían a aquellos ladrones.

—No se distraigan. —dio su última orden antes de ser la primera en atacar, abriendo la posibilidad de que los menores hicieran su parte.

Los superaban en número, pero eso no fue impedimento para ir ganando terreno en la batalla. ____ dirigió su mirada a Ryu, después de clavar su kunai en uno de los enemigos. El muchacho asintió, ambos realizaron rápidos sellos con sus manos, haciendo uso de su elemento. La Uchiha lanzó una bola de fuego, mientras que el otro avivó más la llama con su elemental de viento. Cada vez, comenzaban a aparecer más ninjas de entre los arbustos, pero con tan solo un golpe se esfumaban en humo.

—¡Haruka, busca al verdadero! —indicó ____, al ver que ninguno de esos clones era parecido a los que estaban enfrentando. Su compañera activó el Byakugan, tenían una enorme ventaja al haber alguien del clan Hyuga en su equipo, les facilitaba las batallas. ____, con su Sharingan, era capaz de prevenir los ataques de los otros, estando a un paso delante de todos ellos.

Uno había logrado golpearla en el abdomen con fuerza, lanzandola hacia un tronco de uno de los tantos árboles que los rodeaban. Cerró sus ojos como acto reflejo al ver que un ataque de su enemigo se dirigía a ella, no se veía capaz de levantarse y apartarse antes de que la golpeara. Volvió a abrirlos al no sentir ningún golpe, no cabía de la sorpresa al ver a su compañero delante de ella, protegiéndola.

—Ryu... —varias gotas de sangre caían, podía ver cómo el piso comenzaba a mancharse. —¡Ryu! —olvidó la misión por completo, su mente se enfocó en atrapar el cuerpo de su amigo antes de que cayera al suelo.

Lo vio desvanecerse entre sus brazos, aquel ataque fue lo suficientemente poderoso para acabar con su vida. Consumida por un sentimiento de ira y rencor, miró a ese ninja con el Sharingan activado, sus ojos estaban de un tono rojizo viviente. Logró derrotar a varios, pero el grito de su compañera la sacó de su momento de venganza. La muchacha miraba aterrada el cuerpo de su maestra en el suelo, había acabado igual, incluso en peor estado, que Ryu. Solo quedaban ella dos.

—Tenemos que retirarnos. —dijo con apenas un hilo de voz, si se quedaban más tiempo ahí, era mucha la probabilidad de que su final, y el de Haruka, fuese el mismo. —¡Haruka, vámonos!

—¡Pero el pergamino...!

—¡Olvídate de eso! —dio un salto a un árbol, tomando distancia del enemigo. Apenas pudo caer sobre la rama del árbol cuando un kunai se había clavado en su muslo, la sangre comenzaba a bajar. Lo sacó, teniendo control del dolor que sentía. Miró a su compañera. —¡Haruka, cuidado!

Verla con una gran herida en el abdomen, mientras la vida se esfumaba de su mirada, sintió que su mundo se había derrumbado. Su equipo estaba derrotado, aquella no era una simple misión de recuperar un pergamino, habían arriesgado su vida al máximo... y pagaban las consecuencias por creer que sería "pan comido". Los enemigos restantes la miraban, no le importaba si la asesinaban en ese momento, la misión de por sí había fallado. ____ no hizo ni un intento por defenderse.

—¡¿Qué crees que haces?! ¿Quieres que te maten? —dirigió su mirada a esa voz ajena a todos aquellos hombres, un muchacho de cabello rubio se había posicionado a su lado.

—No llegamos a tiempo. —dijo una niña de cabello rosa, a su derecha.

—¿Qui-quiénes son ustedes? —estaba confundida, por el símbolo en las bandas de aquellos chicos era lógico que se trataba de un equipo de rescate. Un tercer chico apareció delante suyo, revisando la herida en su pierna.

—No hay tiempo de explicaciones, nosotros nos encargaremos del resto.

Conocía a ese chico, es el hermano de Itachi Uchiha, el amigo de su hermano. La gran parte de los días suele verlo salir del barrio, probablemente a reunirse con su equipo, nunca le veía hablando con otras personas, sabía de antemano que es alguien bastante reservado. Fuera de eso, no lo conocía mucho. Habían veces que lo encontraba entrenando en unos de los bosques, lo admira bastante, de sus entrenamientos ha sacado ideas para sus propios movimientos.

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La habían llevado al hospital, una de las encargadas aplicó ninjutsu médico para cerrar la herida y que pudiese regresar a su hogar sin complicaciones. Al salir de la habitación, encontró a aquellos muchachos, esperándola.

—¿Cómo te sientes? —preguntó la niña, admite que tiene un bonito color de ojos. Su cabello es corto, al nivel de sus hombros.

—Bien, gracias. —no tenía ánimos para hablar con alguien, apenas podía asimilar que había perdido a su equipo. Con ellos había pasado más de una prueba difícil que lograron superar juntos, como los exámenes Chunin, ya fue otra cosa que se viesen interrumpidos en la fase final por un ataque sorpresa a la aldea.

—Qué bueno saberlo. Me llamo Sakura, el idiota que ves aquí es Naruto. —indicó al muchacho, a su izquierda, con una sonrisa.

—¡Oye!

—Y él es...

—Sasuke, lo sé, somos del mismo clan. —le miró a cada uno, ese último no hecho ni un gesto ante sus palabras. —Soy ____. Les agradezco nuevamente por ayudarme en la misión, adiós.

Había comenzado a alejarse de ellos, pero las palabras de la chica la detuvieron.

—Lamentamos lo que sucedió con tus compañeros, de verdad.

—Yo también lo lamento. —apretó sus puños con fuerza, se recrimina no haber sido lo suficientemente capaz de haberlos protegido. Ni siquiera sabía si ese equipo había logrado recuperar el pergamino, aunque ahora eso era lo que menos le importaba.

Antes de pretender seguir su camino, notó que la Hokage se dirigía hacia ellos, a su lado estaba el maestro de esos otros tres. Ambos mayores se detuvieron frente a los cuatro.

—____, pensaba pedirte que vinieras mañana a mi oficina, pero es mejor decirte esto cuanto antes. —además de que quería tener un pequeño rato fuera de esa oficina, y dejar de estar rodeada de tantos papeles por unos minutos. —Estuve hablando con Kakashi y llegamos a una decisión.

—¿Decisión? ¿De qué?

—Sin equipo, no podrás seguir como ninja,  así que necesitarás de uno. —la mujer se cruzó de brazos. —Ahorita no hay ningún equipo disponible para ti, y no es una opción que esperes a los de la academia, ya que estás a un nivel superior. Así que decidimos que te vas a integrar al equipo siete.

—¿Perdone?

—¿Lo dice en serio? —preguntó el rubio, se notaba una ligera sonrisa en su rostro. Le emocionaba saber que el equipo siete tendría otro integrante.

—Pero, ¿no se supone que los equipos son solo de cuatro personas? —indagó la Haruno.

—Lo sé, pensé en los otros equipos, y la verdad es que este es el indicado para recibir a ____, no les caería nada mal que les brindes una ayuda. Según sé, no tienen muy buen trabajo en equipo, en cambio tú tenías una buena relación con tus compañeros, podrás ayudarlos bastante.

—¿Está segura de eso?

Claramente, ella no lo estaba, sentía que ellos la verían como una intrusa. Se supone que ya deben de tener una organización de equipo, y ella solo llegaría a alterar ese espacio. Tampoco podía juzgarlos, ni compararlos con sus compañeros, habían dado una buena batalla contra aquellos desgraciados, quizá solo debía tratar de llevarse bien...

—Completamente.