Azul Profundo

Capítulo 02

- ¿Puedo quedarme con ustedes un tiempo?
- Eres bienvenida así Yulia y tu aprenderán una de la otra
- ¿Qué quieres decir? - La observo
- Nada, nada
- Iré por mis cosas y regreso
- Vente mañana no quiero que algo vaya a pasarte
- Si abuela, lo haré - Le sonrió

La pelirroja condujo horas de regreso cuando llego era muy entrada la noche

- ¿Dónde estabas Elena? - Gruño su padre
- Fui a ver a la abuela
- ¿Y dónde está?
- En su hacienda
- ¿Entonces a que fuiste?
- Quería verla y voy a irme una temporada con ella
- ¿Estás loca? Mañana entras a trabajar en la empresa
- Lo siento papá, termine la carrera y todo los estudios que quisiste ahora voy a tomarme unas vacaciones
- La empresa te necesita Elena saque a Igor de la vicepresidencia para darte ese lugar y ahora sales con que no vas a trabajar ¿A qué juegas? - Bramo molesto
- Yo no te pedí que lo sacaras, ni si quiera sabía que lo habías quitado de su puesto, eres demasiado cruel no te importa pasar sobre quien sea con tal de cumplir tu planes, nadie te importa, a nadie quieres más que a ti y eso papá... Te dejara sólo

La pelirroja se dirigió a su habitación afortunadamente sus maletas estaban completamente hechas sólo abierta una sobre la cama empezó a recoger las pocas cosas que había ocupado su madre entraba tras ella preocupada

- Lena cariño fuiste muy grosera allá con tu padre
- Estoy harta mamá si él quiere quedarse sólo que lo haga pero que no nos arrastre a la infelicidad a todos
- ¿Por qué te vas?
- Quiero un tiempo para mí, para conocer el mundo lejos de papá, dejar el miedo atrás y comenzar una vida nueva
- ¿A qué viene eso? ¿Es esa chica que vive con tu abuela?
- ¡Mamá! - Se sonrojó - ¿Tu que sabes? - La observo
- Soy tu madre mi amor - Le tomo la mano - Te conozco desde antes de que nacieras y he visto como observas a los chicos pero también como miras a las chicas

La pelirroja se sonrojó pero abrazo a su madre no había querido decir nada sobre eso, había sobrellevado esa confusión durante su adolescencia ella sola, con ayuda de sus amigos beso la mejilla de su madre y término de empacar las cosas

- No mamá, no es por Yulia pero debo aceptar que quiero conocerla más
- ¿Te gusta?
- No mamá, la abuela dijo que está enferma y quiero ayudarle
- ¿Cómo podrías ayudarle tú? Me encontré a Larissa el otro día, se veía muy desanimada su hija está muy mal amor, dice que va a morir
- Soy psicóloga mamá ¿Lo olvidas?
- No mi amor, sólo no te involucres mucho quieres, no soportaría verte mal
- No te preocupes por mi mamá, estaré bien
- De acuerdo
- ¿Te irás ahora?
- Quería irme ahora, pero será mejor esperar a mañana así que lo haré muy temprano
- ¿Me llamarás?
- Cada tercer día, lo prometo
- Descansa mi amor

La pelirroja se dispuso a dormir pero esos ojos azules le venían a la mente, se removió una y otra vez hasta que no pudo más arrojo sus maletas al porta equipaje iban a dar las cuatro de la mañana cuando partía de regreso a la hacienda de su abuela condujo al inicio a una velocidad muy alta pero conforme avanzaba la madrugada, el sol se estaba poniendo cuando llegaba a la hacienda pudo ver a una morena sentada en el pórtico envuelta en una frazada y observaba el cielo, acelero y en breves minutos llego hasta ella

- Es muy temprano para que estés aquí - Dijo Lena
- Lo mismo digo Elena, debiste venirte muy temprano de allá
- Si, algo así
- Cada amanecer es tan hermoso y bello ¿No lo crees?

La pelirroja observo al frente el sol estaba saliendo y se sentó al lado de la morena sintió el aire frío y tembló un poco la chica de ojos azules sonrió y abrió la frazada y le ofreció la mitad, sintió a la morena pasar su brazo por la espalda y su cuerpo tembló

- Deberías estar durmiendo
- No puedo dormir Elena es una de las consecuencias del tumor - Sonrió
- ¿Ya buscaste otras opiniones?
- Suenas como mi mamá - Rio
- Podemos buscar más
- Tranquila podrás llevarte a tu abuela en breve - Le sonrió
- No, yo no...
- ¿Qué es lo más hermoso que has visto en toda tu vida Lena?
- Yo... No lo sé ¿Y tú?
- He visto muchas cosas, lugares y personas pero quiero recordar cada uno de los placeres visuales de esta vida - Sonrió
- Apenas te conozco Yulia y ya me siento impotente en esto - La observo

La morena giró su rostro y observo a la pelirroja que se veía frustrada y le sonrió para luego acariciarle su cabello la miro fijamente a los ojos por un largo rato y Lena le sostuvo la mirada con un sonrojo en sus mejillas

- Tienes una mirada hermosa Lena
- Gra... Gracias
- Tu sonrojó es encantador - Sonrió
- Basta - Rio nerviosa

Siguieron hablando sobre trivialidades mientras observaban la salida del sol que les regalaba un día maravilloso Yulia suspiro y Lena la observo, su perfil era delicado y bello y esa mirada tan azul, clara, y penetrante era injusto que alguien tan joven, hermosa y buena persona pudiera pasar por esto

- No vine para presionar a mi abuela a volver
- Lo sé, pero créeme que yo le dije a ella que podíamos irnos cuando lo deseara, que por mí no se detenga
- No te dejara y lo sabes - La observo
- Es una buena mujer
- Claro que sí y te debe la vida
- ¿Lo sabes? - Dijo viéndola
- Me lo contó ayer
- No me debe nada, ella me ayudo cuando lo necesite, pero no quiero que nadie sienta que soy un perrito moribundo y me tengan lástima
- Nadie te la tiene Yulia
- ¿En serio no sientes lástima de mí? ¿No al saber mi enfermedad y las consecuencias lo primero que pensaste fue un: Pobre chica tan joven y con una terrible enfermedad? - La observo
- No, sólo creí que la vida a veces no paga bien
- Sin duda eres igual que ella, Katina pequeña - Sonrió
- ¿A mi abuela? - Sonrió por como la llamo
- Si, ambas dulces, sonrientes, buenas personas y muy hermosas tu abuela es muy linda y supongo que a tu edad era como tú, muy hermosa y decidida estoy segura que rompió muchos corazones - Rio
- Conocí a varios ex de ella
- ¿Tú también rompes corazones?
- ¿Yo? Sólo el de papá porque no quise entrar a trabajar en su empresa, porque lo desafié al estudiar psicóloga en vez de Derecho Internacional y aplace sus planes - Suspiro
- Que malota eres - Dijo riendo

Lena rio contagiada por la risa de Yulia y terminaron de ver la salida del sol que anunciaba que la mañana había llegado, las chicas disfrutaron de conocerse un poco más los días siguientes y la abuela Katina no las molesto mucho

- ¿Estas bien? - Dijo Lena
- S... Si sólo...

La morena corrió y tras unos minutos la pelirroja la alcanzo había vomitado y al salir Lena la esperaba y Yulia asintió se veía un poco pálida, Lena le tomo la mano y luego la frente tenía un poco de temperatura le tomo la mano y la jalo escaleras arriba hasta llegar ambas a la habitación de Yulia

- Ahora recuéstate, iré por compresas frías y aquí te quedarás
- No es necesario - Dijo Yulia
- Lo es - Entro al baño