Azul Profundo

Capítulo 03

Yulia la observo y no se movió, cerró los ojos cada día se sentía más y más agotada pero no iba a reconocerlo estaba a punto de dormirse cuando sintió lo frío de la compresa, Lena estaba a su lado y sonrió débil

- Te dije que estoy bien
- No vamos a discutirlo Volkova así que relájate y descansa porque de aquí no sales hasta que te hayas recuperado un poco
- No quiero estar aquí encerrada sola, dormiré en la sala
- No ni hablar, yo te haré compañía
- Pero....
- Ahora relájate

La morena asintió y cerró los ojos, sentía las compresas por su rostro y cuello era muy gratificante y pronto se quedó dormida, cuando despertó lo primero que vieron sus ojos fue una linda imagen esa pelirroja muy concentrada leyendo algo en su pc y volvió a cerrar los ojos unos minutos

- No intentes comprenderlo, conforme avanza la enfermedad y los síntomas sólo se frustra uno más

Lena levantó la vista y observo a la pelinegra que tenía los ojos cerrados y poco a poco los abrió y se posaron en ella, la pelirroja cerro la portátil y se acercó a ella para tomarle la mano

- ¿Por qué te rindes Yul?
- No me rindo Lena es sólo que... Cuando descubrí que las probabilidades de acabar con el eran muy bajas y había grandes riesgos de que volviera aparecer y sumando el hecho de que... Hay 90% de probabilidades de quedar ciega con o sin tumor lo prefiero así
- Vas a morir - Dijo preocupada
- Ya tome mi decisión Lena y no voy a cambiarla - Suspiro
- Es que no puedes dejar que te gane esta enfermedad, no así
- Viví una buena vida - Sonrió
- Tienes 23 años Yulia, eres muy joven, muy pequeña
- No tengo que haber vivido 90 años para que mi vida haya sido muy buena - Le sonrió
- Yulia
- He hecho de todo Katina pequeña, desde esquiar, patinar, saltar en paracaídas, Bunge, escalar, fiestas, estudiar, parrandear, jugar bolos, todo Lena todo lo que puedas pensar e imaginar
- ¿Y amar?

La morena clavó sus ojos en los verde-grisáceos de la pelirroja se veían preocupados e impotentes y sonrió al sentirla acariciarle la frente y la mejilla, le tomaba la temperatura para ver que no tuviera y luego suspiro

- No sé, no sé si he amado a alguien, si me he enamorado pero sé que si quise y mucho y puse todo de mí, así que puedo anotarlo a la lista ¿No? - Le sonrió
- No - Dijo Lena - Aún te falta cuando lo hagas querrás salir de esto Volkova

Yulia rio y siguieron platicando los días posteriores parecía estar mejor e iba con Lena a recorrer las tierras de sus abuelos montaron juntas, cepillaron a los caballos, los alimentaron, caminaron por el lugar se sentaron frente al lago y la morena se recostó en las piernas de Lena que se sorprendió y se sonrojó pero tras un rato le acariciaba la cabellera y la morena estaba muy relajada y parecía estarse durmiendo

- ¿Cuánto dormiste hoy? - Pregunto Lena
- No lo sé, una o dos horas
- Yulia...
- No puedo evitarlo el trastorno del sueño es un síntoma Lena, al rato mi mente verá cosas que no y seguirán los ataques epilépticos y ya de por si la cefalea no la soporto, todo el día está aquí - Golpeo su cabeza
- No hagas eso - La detuvo Lena
- Empieza a cansarme que todo el mundo me diga que puedo o que debo hacer ¿Sabes? ¡Yo también tenía planes a futuro y se vinieron abajo! - Dijo de pie y salió molesta
- Yul...
- Todos creen que saben cómo es esto, como se siente pero no, no lo sabes hasta que te pasa a ti así que...

La pelirroja la había abrazado fuertemente tratando de contenerla, conocía todos y cada uno de los síntomas, los había estudiado y ese era otro la inestabilidad emocional Yulia se dejó abrazar y recargó su cabeza en el hombro de Lena no correspondió al abrazo de la pelirroja pero con ese simple acto Lena supo que era bien recibido su abrazo y sobretodo necesitado no la soltó en largo tiempo y luego sintió una mano rodear su cintura, enrollarse como serpiente sigilosa por su cadera y tras ese el otro brazo se había calmado pero no quería soltarse, no quería que la dejara, no quería sentirse sola

- Gracias Lena - Dijo tras un largo rato
- No he hecho nada - Acaricio su espalda
- Para mí haces mucho, no tienes que estar conmigo siempre pero me cuidas, y me ayudas no sé cómo pagarte eso - La soltó para mirarla
- Sólo no te rindas aún, nos queda mucho por hacer - Le sonrió
- Eres única Katina pequeña

Yulia se inclinó y depósito un suave, casto y puro beso en la mejilla de Lena para luego girarse y volver a su habitación la pelirroja estaba sonrojada y llevo su mano a la zona donde Yulia le había besado y sonrió

- No lo hagas mi amor

Lena se giró y se encontró a su abuela que la veía tierna pero no supo a qué se refería y su rostro lo denoto ya que su abuela le sonrió

- Si, si sabes a que me refiero
- No abuela yo...
- No le entregues tu corazón Elena, no si no quieres sufrir
- ¡¿Qué?! Pero yo...
- Se conocen hace un mes y ya la cuidas y proteges, vigilas sus sueños, estudias su caso y buscas doctores ¿Ella lo sabe?
- No - Dijo sonrojada
- No quiero que sufras mi amor, Yulia es una muy buena niña pero...
- Va a morir - Dijo Lena
- No te enamores de ella mi pequeña, no quiero verte sufrir